Día cinco.

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Tipos de besos.

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El día de ambos comenzaba cuando Yuuri despertaba cinco minutos antes del menor, se levantaba sin hacer mucho ruido y movimiento, colocaba el pantalón del pijama y salió hacía la cocina donde comenzaba a preparar el desayuno de ambos.

Por su parte Yura despertaba cinco minutos después pero se levantaba después de que pasaran diez minutos, para el no era necesario ponerse el pantalón del pijama pues nunca recordaba en qué parte de la habitación quedaba, por lo que salía rumbo a la cocina únicamente con boxers.

Cuando Yura llegaba a la cocina abrazaba por la espalda a Yuuri, este tan solo sonreía y acariciaba las hebras rubias.

— ¿Puedes esperar un poco más? El desayuno aún no está listo — Dijo con calma.

— Uhm vale — Susurró al oído del más bajo.

Su día también comenzaba cuando el rubio aun abrazando al contrario le daba un beso inesperado en la nuca.

— Parece que alguien despertó de buen humor —Bromeó Yuuri girándose para dejar sus brazos encima de los hombros del contrario.

El segundo beso del día lo iniciaba por así decirlo Yuuri, acercaba lo suficiente su rostro al de su novio pero nunca juntaban sus labios, era algo que ambos habían denominado como un beso inexistente, puesto que ninguno de los dos se atrevía a cortar la pequeñísima brecha entre sus labios.

El tercer beso lo llevaba a cabo Yura cuando el azabache salía de bañarse y se colocaba enfrente del espejo de cuerpo completo para comenzar acomodar los mechones ligeramente largos de cabello. Yuuri lo había llamado un beso de copia, puesto que Yura primero le daba un beso en la boca para luego darle uno en la mejilla, dejar un pequeño camino de besos en su cuello mismo que terminaba en su hombro.

El cuarto beso siempre era repentino y era el único que se mostraba cuando estaban fuera de casa, además solía darlo Yuuri cuando se sentía celoso de las fans de su novio, no iba a negarlo, puesto que algunas de las chicas que lo iban a ver a la pista de hielo (cuando Yakov y Yura lo permitían) eran demasiado lindas por no decir extravagantes y comenzaban a insinuarse por lo que el azabache colocaba los patines y iba a donde su novio para plantarle el denominado beso con mordida.

El quinto beso lo daban ya sea Yura o Yuuri solo que este ligeramente cambiaba, por lo que ambos habían denominado aquello como un beso protector.

Y en esta ocasión le tocaba darlo a Yura ya que este se marchaba a las competencias de patinaje, no era ajeno para este que Yuuri siempre terminará nervioso y pensando cosas demás, por lo que cuando este se marchaba tomó entre sus manos el rostro del más bajo y deposito un beso en su frente y uno más en la sien del mismo.

— No te preocupes, estaré bien, nada malo sucederá — Dijo sonriéndole y saliendo del departamento.

—Suerte Yura — Habló lo suficientemente fuerte para que el contrario escuchase. 

Never enough [30 días de OTP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora