Día quince.

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Lunares.

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Para el rubio ya no era raro que la mayor parte del tiempo la perdiera en contar los lunares que el azabache poseía.

En los que más se entretenía era en la curiosa secuencia de cuatro lunares que Yuuri poseía en el interior del muslo derecho, esos sin duda, eran su perdición.

Sin embargo los dos que poseía en el antebrazo izquierdo tampoco pasaban desapercibidos, al igual que el que poseía en la muñeca derecha, el que se hallaba debajo de su ojo izquierdo o los múltiples que se encontraban en la espalda del ónix.

— ¿Ya te he dicho que me encantan tus lunares? — Le pregunta mientras que con la yema del dedo une unos cuantos de la espalda.

— Me lo dices en cada oportunidad que tienes, Yura — Contestó entre risas el más bajo.

— Es que no me canso de verlos y mucho menos de besarlos — Responde para luego depositar un beso en el lunar de la muñeca.

— Empiezo a creer que amas más a mis lunares que a mí — Reprocha.

— Ah cállate cerdo —

Y justo cuando Yuuri pretende replicar es callado por un suave beso del más joven.

— Hay algo que nunca te he dicho sobre mis lunares — Le dice el ónix.

— ¿Tienes uno con una rara forma? —

— ¿Qué? Pff no, jajaja, ¿Qué cosas dices Yura? —

— Pues no lo sé dímelo tú —

— Antes odiaba mis lunares — Confiesa.

— ¿Y eso por? —

— Bueno ya sabes los niños pueden ser demasiado crueles si se lo proponen — Indica.

— Bueno en eso tienes razón pero espero que los insultos hayan sido por envidia porque te pareces al cerdito que se ha robado constelaciones para ser considerado por los demás bello —

— ¡Oye! Nada de referencias a los cuentos de la calle broca, además a mí no me van a hacer una ranura para recuperar la estrella que se come — Se queja con un puchero.

— Claro que no mi cerdito de constelaciones, tu naciste con ellas así que no tienes porqué robar más — Le dice para abrazarle y repartir varios besos por el rostro contrario.

El azabache no sabe que contestarle, no siempre Yura es lo bastante sincero para halagarle, por lo que cuando los besos se detienen se limita a devolverle el abrazo y esconder su rostro en el hueco del cuello.

— Pero ¿Sabes? Ahora me alegra de tener tantos lunares, porque a ti te fascinan, te entretienes contandolos y besándonlos — Le susurra.

— Lo hago para asegurarme que otro cerdito listo no te haya robado alguna de tus estrellas. — Contesta divertido el rubio.

— ¡Yura! — Se queja.

— Jajaja ya perdón, dejaré por la paz ese cuento —

Lo que resta del día es pasado en la comodidad de la cama y una serie de películas animadas.

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Holaaaa

No, no estaba muerta y mucho menos de parranda.

Bueno yo no pero mi inspiración vaya que se ha tomado unas muy pero muy largas vacaciones.

No les voy a mentir, seré muy sincera.

Respecto a esta obra y la otra el fandom de Yuri on Ice! La verdad es que ya ni estoy dentro del fandom, otros intereses me han llamado y pues nada YoI paso a ser mi fandom destinado a empolvarse.

Sin embargo voy a tratar de seguir haciendo actualizaciones de esta obra y puede que de la otra, eso lo sigo discutiendo conmigo misma.

En fin, este día es algo cortito pero hecho con el amorsh que había olvidado por el YuYuu.

Ahora vuelvo a desaparecer por otros siete meses mas o menos XD

Por cierto mil gracias por las 2 K y tantas lecturas, quizás y ya son más pero ahre no entraré en más detalles.

Gracias por sus votos, lecturas y agregadas a listas de lecturas.

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Never enough [30 días de OTP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora