022

251 30 22
                                    


-Mi amor, despierta, no te vuelvas a dormir.-decía aquella voz a mi costado izquierdo. Aquella voz sonaba lejana y parecía estar debajo de mucha tierra, sin embargo no era así. Esa voz provenía de unos labios que susurraban justo en mi oído. ¿Acaso tiene sentido? 

Abrí los ojos y en seguida una luz muy brillante impactó contra mi haciendo que los ojos me dolieran, ¿es que acaso tenía el sol delante mío?

Volví a ver y ahora todo era claro, veía el rostro encima mío y la hermosa sonrisa de la persona que más quería e este momento de mi vida. 

SeokJin.

¿Acaso esto es un sueño?

Observo el cuarto de color beige, la cortina está completamente abierta y se puede apreciar una vista espectacular. Hay árboles y un hermoso vecindario digno de una película.

-Vamos, mi amor, ¿qué estas esperando?-dice Jin mientras ríe-tus hijos se encuentran abajo esperando que desayunes para que los lleves al parque temático.

¿Tengo hijos?No lo sabía, mira tú.

Me levanto y el amor de mi vida se acerca a mi y me abraza, esto es irreal. Suena una triste melodía de fondo y comenzamos a bailar. Damos vueltas y el sueño no parece terminar, estoy feliz de estar aquí, junto a él. Y entonces la música se detiene. Mi pareja me besa en los labios y susurra algo inaudible. Ríe. Sale corriendo del cuarto y con su mano hace un ademán de que lo siga, hago caso. Bajo unas escaleras que parecen no tener fin y en el final de estas lo veo correr hacia lo que parece ser la cocina. Entro y veo a dos niños, una niña y un niño, riendo mientras SeokJin les hace cosquillas. Luego voltean a verme y corren hacia mi. La pequeña se lanza a mis brazos y la agarro. El varón se agarra de mi torso y se aferra a mi. 

-Al fin bajaste papi, ¡te demoraste mucho! Pensamos que ya ibas a invernar- dice la pequeña niña de trenza que esta envuelta entre mis brazos.

-Es verdad, parecía que estabas muerto-ríe el pequeño junto con la niña.

Desde la distancia, con un brazo en la cintura y el otro reposando en el mesón de la mesa, mi amado observa con una sonrisa de felicidad única la escena que ocurre en la cocina de esta casa ajena a mi. 

Me siento a comer y puedo apreciar como SeokJin se acerca  un piano que se encuentra en la mitad de la sala y comienza a tocar una pieza melancólica provocando que el corazón se me estruje. De la nada, la canción se torna más triste y el rostro de él se vuelve uno solo con el tono de la melodía. Una escurridiza lágrima cae por su mejilla desde su ojo izquierdo. Después, de su ojo restante comienza a salir otra lágrima, muy descomunal. El color de esta lágrima era simplemente horroroso, rojo como a mismísima sangre.

Él sigue tocando sin parar, mientras que las descomunales lágrimas manchan su suéter blanco. Ahora todo tiembla, la mesa, el piano, el hermoso florero de cristal, el candelabro, la pecera y de repente, todo aquello que estaba sobre algo cae al suelo con gran impacto.

Por todas partes hay cristales, pedazos de mármol y de cera.

Y SeokJin sigue ahí, en el piano, tocando aquella pieza que parece no tener fin.

Todo desaparece, no hay niños, ni desayuno, ni mesón, ni escalera, ni cocina, ni sala, ni vecindario, ni árboles, ni nada, absolutamente nada. Sólo SeokJin en el piano y yo. Él sigue tocando. Nada ha cambiado.

Ya no hay sangre en su suéter. Ya no llora. Sólo toca el piano.

Ahora nos encontramos en una habitación que yo desconozco. Es de color agua marino oscuro, hay una cama y un sillón, amabas de color marrón. En la esquina hay un armario, igual de marrón.

Observo su rostro y no tiene ninguna expresión. La puerta se abre y se puede ver como un hombre con antifaz y terno negro se acerca a mi amado y lo besa. Lo besa con rudeza, con amor, con odio, con fastidio, con ternura, con miedo, con cariño, con desesperación. De fondo puedo escuchar música clásica, desatándose como un tornado.

Nada tiene sentido.

Ahora lo levanta de su asiento en el piano y abraza, como si se le fuera a escapar. Entonces ahora puedo ver como saca un cuchillo lo atraviesa sin cuidado. De su espalda brota sangre, mucha sangre y mi pareja cae al suelo, mientras llora sangre. El hombre del antifaz llora.

Cierro los ojos.

Tres minutos después los abro, ahora estoy en la playa. El mar se ve pacífico, el sol igual de notorio que siempre. A mi lado esta él, duerme mientras lo observo. Parece un ángel, parece. 

Vuelvo a cerrar los ojos.

Ahora me encuentro en un baile de máscaras.

Desde el tumulto de personas observó a mi amado en su hermoso vestido rojo con puntos negros,tiene unos tacones no muy altos y su peinado no resulta se lo más llamativo, si no las plumas que se encuentran en él.

Él nota mi mirada y me la devuelve pícaro. Nos acercamos y con el sonido de la melodía comenzamos a bailar. Bailamos y bailamos, esto no parece tener fin hasta que una apuñalada acaba con el baile.

SeokJin presiona con fuerza la parte izquierda de su torso, sangra por la boca mientras llora sus frustradas lágrimas de sangre. Todo cambia.

Ahora estoy en un escenario frente a mucha gente.

A mi lado se encuentra el protagonista de la noche. Una bailarina de ballet. Kim SeokJin con un traje blanco. Pas De Deux suena de mano de la orquesta. Comienza la presentación y nuestro lenguaje corporal lo dice todo. Nuestros cuerpos gritan basta y tus ojos lloran tempestades. Haz sido atravesado con un flecha en el estómago y sigues bailando. Lloras a cambio de que tu cuerpo ya no puede más.

No entiendo nada.

Todo se volvió oscuro.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 01, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Princess [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora