Capitulo #5

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Era un día sábado y mi mama se levantó muy temprano, preparo el desayuno y fue mi habitación a despertarme y darme los buenos días, y vi que buscaba algo en mi cajón de ropas pero me pareció extraño ya que mi mama no solía elegir que ponerme, y saco uno de mis vestidos viejos estaba algo sucio y pequeño para mí, pero aun así lo tomo y fue hasta su habitación, y desde mi cama pude escuchar su vieja máquina para cocer. -¿Que estará tramando mi mama?- pensé. Siempre fui una niña curiosa, así que fui hasta su habitación para averiguarlo.

-Que haces mami?- Le pregunte haciendo que ella se sobre saltar.

-Ay Georgina que susto me diste, solo estoy arreglando este pequeño vestido viejo- Me dijo, sin quitar la mirada de la máquina.

-Y ¿para que lo arreglas mami? ¿Lo vas a vender?- Le pregunto insistente.

-No, lo estoy arreglando para que te lo puedas poner hoy- Me dijo cortante.

-¿Y por qué tengo que usar vestido hoy?- Le dije cruzándome de brazos.

-Georgina! Ya basta de pregunta, vete a jugar con los cerdos o las gallinas- Dice ella, pero me quedo observándola –Ándale mijita que no me concentro si me quedas mirando así- Y Salí corriendo de la habitación.

Luego de que mi mama arreglara el vestido me dio un buen baño con esponja para quitar toda la mugre que tenía, luego me vistió y me peino, según ella parecía una pequeña princesa y me agrado recibir ese comentario. Nos sentamos a esperar a mi papa a que viniera por nosotras en el auto y cuando llego nos montamos, y pregunte a ambos a donde iríamos pero ninguno dijo nada. El viaje estuvo muy largo para mi fueron como 2 días en carretera, pero al fin habíamos llegado, estábamos en la ciudad nueva mente –Que extraño, pensé que a mama no le gustaba venir a la ciudad- Pensé.

-Cariño quiero que te comportes lo mejor que puedas, está bien? Esta es una cena súper importante con el jefe de tu padre así que se educada.- Me dice mi mama, para tomarme de la mano y entramos en un lujoso restaurante.

Nos sentamos en una mesa donde estaba un Sr muy alto y con pelo canoso, y a su lado estaba un chico que se le parecía mucho, solo que era más delgado y de pelo castaño, mi padre nos presenta al Sr que resulta ser su jefe y el chico que lo acompaña es su hijo. Trataba de comportarme lo más educadamente posible solo que ese concepto no lo tenía muy bien definido; en cuanto llegó la comida empezamos a comer, la verdad tengo que admitir que a la edad de 6 años, yo no sabía cómo se debía sujetar un tenedor correctamente, pero hice mi mayor esfuerzo ¡Lo juro! pero no valió de nada ya que termine comiendo con los dedos, ensuciando parte de mi rostro, observe a mi padre que me fulminaba con la mirada, así que oculte mis manos rápidamente y las limpie con mi vestido, mire de reojos a mi mama y esta me miro con desapruebo y como si esto no fuera suficiente, al terminar de comer ya me sentía muy muy llena y tome un poco de soda para bajar la comida, por lo que no pude evitar dejar salir un gas, y enseguida tape mi boca con ambas manos avergonzada.

-Ups, lo siento- Dije quitando mis manos.

Todos me miraban con repugnancia, sabía que no lo había hecho bien, de seguro mis padres estarán muy decepcionados por mi comportamiento inadecuado. Salimos del restaurante muy aprisa, mi mama me monto en el auto y se subió en la parte del copiloto a esperar a mi papa,  desde la ventana observo a mi padre junto a su nuevo jefe, este se veía muy enojado con él y parecía estar regañándolo, mi padre solo mantenía la cabeza baja.

Llegamos a casa y mis padres aún seguían sin decirme una sola palabra, me sentí muy mal, debí comportarme mejor, porque quería que ellos estuviesen orgullosos de mí. Me fui a la cama sin desearles buenas noches a ambos, porque ya no podían tener una peor noche que esta; veo la puerta de mi cuarto abrirse y mi papa entra.

-Aun sigues despierta?- Me pregunta mi padre, yo suspiro y le respondo.

-Si... no puedo dormir- Le digo en un sollozo. –Están molestos conmigo ¿verdad?- Pregunto.

-No estamos molestos, pero definitivamente esperábamos más de ti- Me dijo el sin ninguna expresión en su cara.

-Lo siento, de verdad lo siento- Digo llorando.

-Lo siento, de verdad lo siento- Digo llorando

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La EstiradaWhere stories live. Discover now