Capitulo #8

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------NOTA: se supone que este es el capitulo 8 pero parece que no se subió correctamente así que aquí lo subo nuevamente------

Al terminar la fiesta, me reúno con mi madre y nos disponemos a limpiar un poco el lugar.

-Te gusto la fiesta cariño?- Me pregunta mi mama con una escoba en la mano.

-Si mama, no pudo ser mejor, en serio gracias por esto!- Le dije mirándola a los ojos y sonriéndole.

-Me alegra que te haya gustado, quiero que siempre tengas lo mejor, porque tú te lo mereces- Me dice –Por cierto vi que alguien te estaba haciendo ojitos- Me dice y se echa a reír mientras barre.

-¿Que? Quien? De que estas hablando?- Le pregunto sin entender nada.

-Ay si, ahora hazte la que no sabe nada, yo los vi muy conversadores en el jardín de afuera- Me dice alzando ambas cejas.

-Ha... hablas de Frank, es un chico lindo- Digo ruborizándome

-Con qué lindo he? Pues yo creo que tú le gustas mucho- Me dice y me guiña un ojo.

-No, como podría gustarle yo, soy solo una niña y él ya es muy mayor, de seguro tendrá novia o algo así- Le digo mientras limpio una mesa.

-Nena no te subestimes a ti misma eres una niña hermosa, y claro que le gustas muchísimo, el amor no tiene edades, si no míranos a mí y a tu padre- Me dice haciendo gestos con sus manos.

-Sí, pero... usted solo le lleva 3 años a papa, y Frank me lleva 11 años, eso es mucho, no lo crees?- Le pregunte esperando que ella tuviera una reacción negativa.

-No!! No es mucho, ambos son jóvenes y no hay problema, así que no sería mala idea que ustedes dos... ya sabes!! Terminen juntos- Me dijo encogiéndose de hombros.

-y crees que mi papa piense lo mismo?- Le pregunte.

-Sí, estaría encantado, que te desposaras con el hijo de su jefe- Me dijo sonriente.

Regrese a la escuela para culminar mis estudios ya solo faltaban 2 años para graduarme.

Un año después de la fiesta. Recibí una llamada en la escuela, era mi padre, me pidió que fuera a la ciudad porque su jefe, el Sr. York que era el dueño de la clínica donde mi padre trabajaba, había fallecido, entonces yo debía estar presente en su funeral. Hice una pequeña maleta y los directivos me dieron un permiso de 6 días por problemas personales.

Estábamos en el funeral, había muchas personas conocidas del Sr York, también estaba su hijo Frank que se veía totalmente triste, tenía los ojos rojos inyectados de sangre, parecía estar sumergido en un profundo dolor, que yo no entendería pese a que ninguno de mis padres estaban muertos, pero sentí mucha pena por él, ahora debía manejar una clínica con solo 25 años de edad. Mi padre me insistió que me acercase y hablara con él y termine accediendo.

-Siento mucho lo de tu padre- Le dije con una diminuta sonrisa, tratando de que el sonriera un poco, pero el solo se quedó callado sin siquiera mirarme, así que le volví hablar.

-¿Te encuentras bien?- Le pregunte y sus lágrimas comenzaron a salir desenfrenadas, se levantó del lugar y salió de este.

Yo aun así no podía comprender lo difícil que era esto para él, pero me sentía mal que ese chico estuviese tan destrozado por dentro que quise insistir hablarle. Salí a por un poco de aire y él estaba sentado en una de las bancas del jardín.

-Me encontraste!!- Me dijo al verme.

-Discúlpame si fui algo imprudente- Le dije con un poco de pena.

-Tranquila, no es tu culpa, solo que... no es fácil perder a tu única familia- Me dijo, tratando de no llorar.

-Y qué hay de tu madre?- Le pregunte.

-Ella también se fue... hace mucho tiempo- Y suspira.

-Creo que te comprendo, aunque mis padres estén vivos, no me imagino una vida sin ellos- Le dije, sentándome a su lado.

-Si. Supongo que también será difícil para ti todo esto- Me dice serio.

-Disculpa? A que te refieres?- Le pregunte con cara de confundida, él también me miro confundido, como si había algo que yo debía saber, pero que obviamente no lo sabía.

-Qué pasa?- Le pregunto nuevamente y el solo aparta su mirada de la mía.

-Nada, solo creo que deberías hablar con tus padres- Me dijo y se levantó, dejándome nuevamente sola.

En cuanto nos despedimos de todos, regrese a casa con mis padres, y aún seguía pensando en esa platica que había tenido con Frank, había algo que mis padres tenían que decirme, pero por alguna razón no lo habían hecho, pero no podía preguntar o sería considerada como una metiche o algo por el estilo, debía esperar aunque la ansiedad y la curiosidad me matasen.

La EstiradaWhere stories live. Discover now