Aprendiendo a Amar - Flozmin

Terminar para Empezar

Empezaba Junio y se acercaba el cumpleaños de Flor. A ella le encanta festejar su cumpleaños, dice que "Un año más de vida no te aporta vejez, te aporta aprendizaje". Y a Flor le encantaba aprender cosas nuevas, todo el tiempo, por algo estaba llena de títulos de cursos cortos que hacía, como Manicuria, Costura, Canto, Teatro, Danza, Depilación, y así podemos nombrar a varios, quizás ninguno de ellos tenía que ver con el otro, pero ella los hacía igual, porque quería aprender todo lo que estuviera a su alcance. Cocina también hizo, pero lo dejo en la segunda clase cuando se le quemo el Arroz Blanco y su cuerpo se le lleno de Tics al ver que todos sus compañeros estaban mirandola y riéndose, ese día salió de la cocina y nunca más volvió a entrar. Ahora se lamentaba no saber algo de este arte culinario, para poder ayudar a Jazmín, aunque a decir verdad, adoraba que Jazmín le enseñará a picar verduras o le enseñará como hacer una salsa, con ella a su lado no dudaba ni un segundo si la salsa se le iba a quemar o no. Se sentía segura, una seguridad que nunca en su vida había experimentado.

Jazmín sabía que se acercaba el cumpleaños de Flor, y quería regalarle algo que la sorprendiera. Lo que más quería era ver en el rostro de Flor una Sonrisa ese día y todos los días de su vida. Pensó en que le hacía falta o en que le gustaría recibir, pero no conseguía respuesta. Dio vueltas en su mente buscando alguna situación donde Flor le haya dicho mirando alguna vidriera que quisiera aquella cosa... pero no encontró nada. Era raro porque Jazmín era de acordarse las cosas que le decía Flor, aquel día simplemente se encontraba con una laguna en su afán de hacerle todo perfecto. De una cosa estaba segura, y era que ese día le prepararia el mejor desayuno de su vida, además de la torta claro. Jaz ni si quiera sabía sí a Flor le gustaría festejar su cumpleaños con ella, pero lo que ella planeaba estaba a su alcancé. Y todavía faltaban 14 días para organizarle algo bueno.

Estaba en la cocina dandole vueltas al regalo, quería planearlo bien, tener tiempo para hacerlo. Porque Jaz hacía las cosas Bien o no las hacía. Trataba de concentrarse en el Rojo del morrón que estaba picando buscando una idea cuando Flor cruza la puerta con lágrimas en los ojos. El beso había quedado en el olvido, después de que hablaron cortito y al pie de que aquello no había sido nada, y Flor pudo entenderlo con rápidez. Pero ahora Jazmín no sabía que había pasado para que Flor este así.

Jazmín largo el cuchillo en cuanto la vio entrar- ¿Qué pasó Gorda? -Preguntó preocupada

-Me pelee con Daniel mmh - dijo entre sollozos, llevándose las manos a la cara

Jaz la miró dubitativa - ¿Cortaron?

-Si...

-¿Por qué? -Indago Jaz sorprendida mientras la abrazaba

Flor rompió en llanto entre los brazos de Jaz - Ya no lo aguantaba más mmh... es muy demandante mmh... necesitaba espacio... mmh no es como vos...

Al escuchar esto Jazmín sintió un nudo en el pecho que no sabía si era felicidad o tristeza al sentir lo que Flor le estaba diciendo - ¿Qué te gustaría hacer ahora? ¿Te quedas conmigo mientras tomas un tecito? Tengo listo uno que no me vas a poder rechazar

Flor asintió. Se separó de Jaz mientras se secaba las lágrimas acomodandose el maquillaje y se sentó en el banquito que se encontraba junto a la mesa flotante de la cocina. Jaz le sirvió el té en su taza preferida y se lo alcanzó.

-¿Dónde esta Daniel ahora? - Preguntó  Jazmín mientras se acomodaba en su banquito para continuar picando el morrón

-No se mmh. Espero que se haya ido a su casa mmh

-¿Estaba acá todavía?

-Si, hizo un berrinche de nene chiquito mmh y me persiguió por todo el hotel ÑAA - Jaz agarró su mano para calmarla, Flor respiró - Virginia lo frenó cuando vio todo la escena en el deck mmh los deje allá y vine

Jazmín no entendía muy bien que había pasado, tenían planes de casarse, planeaban viajar juntos, hacer un montón de cosas que para Jaz muchas veces eran impulsivas de parte de los dos. Deliraban con mudarse a una casa enorme, tener hijos, perros, gatos, hasta un loro queria tener Daniel. Jaz los escuchaba hablar cuando de casualidad se los cruzaba o cuando entraban a los gritos en la cocina con sus ideas extravagantes. Se reía en su interior porque sabía que Flor no quería nada de eso, menos un perro que despertaba a su alérgia. Pero sólo para no discutir con Cacabela, que era un niño en cuerpo de Hombre, le decía todo que si, mientras le daba un beso seco. Jaz sentía todo el tiempo la tristeza que la inundaba a Flor, esa tristeza de estar con alguien por resignación porque creía que era lo que merecía y porque pensaba que nadie más podía interesarse en ella con los problemas que venían con ella. Para Jaz, Flor no era un problema ni venía con ninguno, la quería a Flor tal y como era, no quería sacarle nada ni ponerle nada, era de mirar el interior de las personas y Flor tenía los sentimientos más puros que jamás había visto en alguien. Y se la pasaba mirando esos ojos que reflejaban tanto, y se le estrujaba el corazón al sentir que no podía hacer otra cosa. No era de hechar mierdas a las personas, ella sólo daba la cara por ella. Así que se dedicó a darle la mirada más sincera que podía, y estaba segura que cada vez que miraba a Flor su mirada no podia ser otra que de Amor, sólo deseaba que aquello alcanzará para que Flor se diera cuenta de que tenía alguien más Amandola en silencio, y Amandola Bien.

-Pensando un poco en frío ¿Sentis que tomaste la decisión correcta? -Le pregunto Jaz cuando sintió que Flor ya estaba más Calma

-Si, siento eso, y lo pense mucho antes de hacerlo mmh

-¿Entonces no fue un impulso?

-No - y Flor le clavo la mirada a Jaz cómo nunca lo había hecho, esa mirada reflejaba algo más y Jazmín quería saber si estaba interpretando bien las cosas o sólo era producto de su imaginación.

Era una guerra de miradas dentro de un silencio absoluto, el ambiente cambio totalmente, Flor sostenía hasta la taza de Té de manera distinta. Jaz la miraba cómo siempre, sus ojos sólo reflejaban Amor. Flor no movió ni por un segundo su mirada se los ojos verdes de Jazmín. El ambiente se cortó cuando la puerta de la cocina se abrió de golpe y se escuchó una voz masculina.

-¿Por ella me dejaste no?