Mañanitas

652 45 9
                                    

El día tan esperado había llegado. Jazmín ese día se levantó con una sonrisa que no le cabía en el rostro, no podía explicar porque se encontraba tan contenta pero lo estaba. Los Cumpleaños eran algo que Jazmín disfrutaba, desde que era chiquita e iba a los cumpleaños de su compañeras de colegio. Con el tiempo ciertos cumpleaños la ponían más contenta, esos de personas especiales, como el de su mejor amiga o su abuela. Aprendió a darle valor a ciertas fechas y restarle valor a otras. El único Cumpleaños que no le gustaba era el de ella, nunca la pasaba bien, su padre ni se acordaba y su madre estaba lejos como para darle aunque sea el primer abrazo en la mañana. La única que le hacía bien ese día era su abuela, pero hace tiempo que no estaba con ella, así que su cumpleaños había perdido sentido hace mucho tiempo. Es por eso, que decidía hacer feliz o intentar aunque sea que tengan un buen día las personas que más quería.

Llegó temprano al Hotel, a las 6:30 am ya estaba en su puesto de trabajo. Virginia le había pedido si podía prepararle el desayuno a Flor para que ella pueda ir a despertarla. Jazmín por supuesto que no se negó,ya que era algo que tenía planeado. Empezó con el desayuno, lo único que quería hacerle calentito eran esos muffins que tanto le gustaban a Florencia, lo demás ya tenía todo listo. La mezcla la tuvo en unos minutos y en menos de media hora ya estaban en el horno, mientras se cocinaba empezó a preparar el carrito donde iría todo, lo decoró con tarjetitas con frases positivas que trajo ya hechas de su casa, estas tenían formas de globos y regalos, además le puso unos globitos pequeños que los infló con helio para que flotaran y los ató con hilos de colores en distintas partes del carro. Colocó sobres de té de varios gustos (se percató de que estuviera primero el de Manzanilla y Rosa Mosqueta que tanto le gustaba a Flor), además puso café, azúcar y edulcorante de Stevia (porque Flor andaba en esa onda, pero no sabía si sus hermanas también). Preparó 5 tazas con sus platos y cucharas por sí llegaban a ir sus otras Hermanas también, aunque a la única que le tenía fé era a Miranda. Para comer puso masitas secas, tostadas, frutas y los muffins que acababan de salir del Horno, apartó uno de estos y lo decoró con una crema de color Rosado que había dejado preparada la noche anterior en la heladera, le puso chispas de colores y una vela encima. Para cuando Vir llegará sólo le faltaba colocar la tetera con agua caliente, la leche y un par de servilletas. Se preguntaba si le faltaba algo y creía que estaba todo listo. Se iba a disponer a hacer el desayuno del Hotel cuando llegó Virginia.

-¡Buueeno bueeno! ¡Esto esta Hermoso Jazmín! ¡Te pasaste la verdad, Florencia lo va a Amar! - dijo con una cara de Sorprendida y Jaz sintió mucho orgullo de lo que había hecho - Voy a tener que darte todo el credito por esto eh ¿Por qué no venís con nosotras a desayunar y darle la sorpresa a Flor?

-Me encantaría, pero tengo que preparar el desayuno del Hotel...

-¿Y javo?

-Tuvo que ir a dejar a Santi al colegio y llegaría un poco más tarde.

-Esta bien. Pero si llega a venir y querés subir a saludarla, subí. Acá pusiste comida para todo el Hotel - y se rió mientras miraba todo

-Es que quería que tenga para elegir. Puse 5 tazas por si se suma alguien más y ahí hay un muffins con una velita para que le canten si quieren - dijo señalando el Muffins

-Insisto, ¡te pasaste! Gracias por esto

-No fue nada.

Y Virginia subió con el carro lleno de cosas. Jazmín realmente se encontraba orgullosa de lo que había hecho.

_______________________________________

Eran las 8:30 y Vir estaba paraba al lado de la cama de Flor, había logrado entrar en la habitación con la tarjeta maestra y haciendo un montón de malabares junto al carro logró no sólo entrar sin hacer ruido sino que también no se desarmo nada de lo que Jazmín con mucho amor había preparado. Se sentó en la cama al lado de Florencia, quién dormía plácidamente, y le acarició con la palma de su mano su rostro, tantas veces hasta que Flor reaccionó.

- Felíz cumpleaños Hermanita - le susurro

Flor sonrió. Amaba su cumpleaños y amaba como era Virginia con ella ese día, más que a su mamá que sólo la sacaba de sus cabales haciendo que todos los síntomas del Tourette aparezcan. Se dió vuelta para mirarla y preguntó con voz de dormida - ¿Qué hora es?

- Ocho y Media pasaditas - le respondió Vir todavía casi susurrando  -Arriba que hoy va a ser un Gran día

Flor se sentó en la cama y se desperezó. Virginia agarro el muffins y prendió la vela. Luego empezó a cantar.

-Estas son las Mañanitas que cantaba el rey David y hoy por ser tu cumpleaños te las cantamos así: Despierta Flor despierta, mira que ya amaneció, ya los pajaritos cantan, la luna ya se escondió. - Vir le sonrió y fue todo lo que Flor necesitaba para empezar bien su día - ¡Felíz cumpleaños! Te amo un montón

-¡Gracias Vir! - y se arrodilló en la cama para abrazarla fuerte- No se que haría sin esa canción al empezar mi día, te lo juro.

Al estar abrazandola pudo apreciar el carro que Vir tenía al lado. La decoración la dejó anonadada, y de repente su sonrisa se hizo más grande de la que ya tenía.

-¡¿Y esto?! - preguntó realmente sorprendida

-Lo hizo Jazmín, todo. ¿No está increíble?

-Nonono, esta ¡Hermoso! Quiero comer todo ya!

-Sentate bien entonces y desayunemos -Dijo riendo

Se estaba a disponer a sentarse para desayunar, cuando tocan la puerta. Cuando Vir abrió la puerta, Miranda entro corriendo para abrazar a su Hermana y desordenarle todo el Pelo.

-¡Feeliz cumpleaños Florcita!- dijo con un volumen alto para ese horario

-Gracias Miru- le contestó Florencia mientras trataba de quitarsela de encima- ¿Nos acompañas a desayunar?

-¡Claro que sí! - cuando vió el carro quedo igual de sorprendida que sus hermanas - ¿Y esto? ¡Esta genial! ¡Te pasaste Vir!

-No lo hice yo, lo hizo Jazmín - Contestó Virginia

-Se pasó esta Mujer, más vale que después le agradezcas eh - Le dijo Miranda, Flor notó las segundas intenciones detrás de las palabras.

Flor no le contestó, era obvio que le iba a agradecer. Se sentó esta vez sí para desayunar y ver bien todo lo que el carro traía. Le llamó la atención todo, todo estaba tan perfecto que le daba cosa desarmarlo. Tomó una de las tarjetas que tenía y decía:

"Un año más son 365 oportunidades para hacer lo que tu corazón te pide a gritos"

Aprendiendo a Amar - Flozmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora