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Jimin;

Más bien fue cómo un impulso.
No lo pensé, simplemente me abalanze para qué no cayera contra el asfalto.

No me podía imaginar el dolor qué hubiera pasado si no la hubiera salvado.

- Jimin. - me llamó mi madre dirigiéndose a las puertas de la sala principal, donde yo me encontraba.
Me había quedado mirando a la nada, pensando en ella. - No nos vas a contar, bueno, ¿Quién era ella...?

Capté otra mirada y descubrí a mi hermano Jungkook, igual de curioso que mi madre.

Chasquee la lengua y me giré sobre mis talones, encarándolos.

- Yo... - Realmente no sabía qué decirles - Simplemente la ayudé. - dije encogiéndome de hombros mientras salía de allí. Lo menos que quería era un interrogatorio por parte de mis familiares.

Salí al patio exterior en menos de un minuto y mi respiración volvió a tomar su curso normal.

Una pequeña discusión distante entró en mi zona auditiva y me giré hacia ella, buscando los dueños de aquellas voces.

Y la ví.

~~~~~~~~~~~

Después de aquélla acalorada charla con mi madre, bajé la mirada hacia mis zapatillas.

¿Realmente había hecho mal?
Yo no decidí tropezarme, no decidí llamar la atención, ni decidí ahora tener a medio país buscándome.

Estába en el coche con mi madre, profundamente cabreada.

Élla se volvía demente al molestarse, pero esto ya era demasiado.
Había sobrepasado el límite.
Estába conduciendo hasta la residencia de la familia real, quería qué pidiera perdón por mis actos.

¿Acaso pensaba qué la dejarían entrar como si nada? Tenías qué ser alguien importante para aquello.

Me mordí el labio inferior, negando una y otra vez con la cabeza.
¿Realmente quería humillarme?
Oh espera, sí, mi madre era así.

Consideré la opción de abrir la puerta del vehículo y arrojarme a la carretera para escapar, pero no quería perder la vida en el intento.

Después de 6 minutos de viaje llegamos. El exterior de aquél lugar era tan hermoso qué hasta sentí qué mi vista se dañaba.
Era igual qué mirar directamente al sol.
Relieves de flores en dorado y blanco recorrían la edificación en una harmonía con el mármol del qué estaba decorado.
La puerta estaba adornada por una especie de arco.

Cuando entramos a lo qué parecía un patio con jardines un guardia nos paró, y me entró el pánico.

- Perdonen, pero no pueden estar aquí. - dijo con voz grave el guardia mientras nos observaba de arriba a abajo.
Esto iba a pasar.

- Oh, no se preocupe, no estaremos mucho tiempo, sólo vengo a qué mi hija se disculpé con el príncipe, ya qué ella fué la qué interrumpió el desfile. - artículo mi progenitora con un leve tono de enojo en sus palabras. Sólo quería desparecer.

El guardia se quedó en silencio, cómo procesando sus palabras, mientras me daba otro vistazo de pies a cabeza.

- Lo siento mucho, pero aúnque lo qué usted diga sea cierto, en mi deber está no dejarlas entrar. - Básicamente explico lo mismo de antes, seguramente pensaba qué mi madre se echaría atras, pobre de él, pronto sabría su gran error, pues mi madre podría llegar a ser la persona más cabezota del planeta.

Observé a la mujer fruncir más el ceño y suspiré, supongo qué se pondría a discutir.

- ¡Por favor! ¿Acaso tengo cara de mentirosa? - exclamo ella subiendo varios tonos su voz.

- Señora, cálmese. - ordenó el hombre de mediana edad mientras posisionaba ambas manos en los hombros de mi madre. Ella rápidamente se zafó de su agarre.

- ¡¿Cómo se atreve a tocarme?! ¡Diós mío! ¿Es qué acaso los vigilantes no tienen modales? - chilló para literalmente estrujarme la mano qué tenía entre sus garras. Hize una mueca de dolor y puse los ojos en blanco.

Hubiera intentado tranquilizar a mi madre al igual qué el guardia si no fuera porqué unos pasos me lo impidieron.
Busqué al dueño del resonar de aquellos zapatos y lo encontré.

Santa vírgen.

Royalty • Park Jimin // BTS fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora