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No había vuelto a hablar con Jimin desde aquel domingo en el amanecimos juntos y se había largado de mi casa al ver la llamada entrante de Benjamín. No me atrevía a mandarle un mensaje, menos hablarle.

Youngsoo que se iba el jueves a su ciudad natal con su prometida supo al verme que algo andaba mal.

- ¿Unnie? ¿Ha pasado algo?

- Es lunes por la mañana, no empieces con las preguntas-respondí cansada.

- No puedes pedirme eso... Dime, ¿te has peleado con tu novio?

- Ex-corregí-, es mi ex novio.

- ¿¡Qué!?-gritó entre susurros-. ¿Qué ha pasado?

- Muchas cosas...

- Bueno tenemos hasta las once, si quieres traigo algo de café y charlamos, ¿qué te parece?-asentí y el coreano salió corriendo hacia el Starbucks que quedaba a menos de una cuadra de la oficina.

Volvió a paso apresurado en menos de lo que pensaba. Apoyó con suavidad ambos cafés sobre mi escritorio y esperó a que yo probará el mío para preguntar lo que había pasado.

- El viernes a la noche salimos con Benjamín y Sophie-él me miraba con suma atención, estaba tan concentrado que parecía que sus ojos estaban a punto de salirse de sus órbitas.

Le conté todo lo ocurrido y él no podía salir de su asombro. Estaba indignado.

- Ese... ¡Ese sí que es un hijo de su madre!

- Hijo de puta, Youngsoo, di hijo de puta.

- Hijo de puta-se rió y luego su mirada volvió a centrarse en mí-. ¿Eso es lo que te tiene tan mal? No vale la pena, mucho menos tu atención, unnie-y me dio un par de palmadas reconfortantes en la espalda.

Yo me quedé en silencio, dudativa. Quería contarle lo de Jimin pero no sabía cómo se lo iba a tomar, no es que fuera la gran cosa, pero no lograba entender las relaciones amorosas de los coreanos.

- ¿O hay algo más?-volvió a preguntar luego de unos segundos en silencio.

Dudé pero al carajo las formalidades.

- Besé a Jimin-dije un poco avergonzada.

- ¿¡Qué!?-esta vez gritó y muy fuerte-. ¿¡Y qué tiene de malo!? Problema solucionado-sonrió ampliamente.

- No es tan fácil...

- ¿Por qué dices eso? Yo sabía que se traían algo entre manos, Misuk decía que no pero la tensión se notaba, querida unnie.

- ¿Tensión?

Asintió, victorioso. Pero yo no sonreía, es más, estaba bastante triste.

- Espera, ¿no te gusta Jimin?

[I]Puedo no tener todos los patitos en fila pero tampoco estoy tan loca.

-Eh, sí, pero él no sabe lo que ha pasado con Benjamín, cree que seguimos juntos y bueno, creo que no le ha gustado nada.

- ¿¡Pero por qué no se lo dices ya!?

- ¡Deja de gritarme!

- Oh, lo siento, me emociono rápido-se disculpó.

Vaya, no me digas, ni cuenta me había dado.

-¿Por qué no lo llamas? Dile que lo quieres ver y seguro vendrá corriendo-me animó otra vez radiante.

Tomé su consejo y marqué su número. Esperé y esperé pero nadie contestaba.

- No contesta.

- Intenta otra vez...

house of cards; jimin ▪COMPLETA▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora