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~ Now playing House Cards - Bts ~

Los besos eran la parte más íntima de Jimin que Emma había podido explorado, eso no la preocupaba, sino el ir más allá. En realidad ansiaba ver de lo que era capaz, casi como una necesidad.

Sus labios se movían al compás de la música que sonaba en la clara oscuridad, tranquilos y suaves mientras el rubio acariciaba el cuerpo tenso y cubierto de la muchacha que luego terminaría por quitar. Los dedos de Emma se enredaron instintivamente en el cabello dorado de su acompañante, incitándolo a la cercanía, y así fue como los tiernos besos fueron aumentando la intensidad junto con la velocidad, volviéndose más húmedos, más ruidosos, más deseosos.

Ambos yacían acostados, el tenue brillo de la televisión impactaba en el rostro sonrojado de Emma dándole así una imagen angelical, como si su cuerpo emanara luz, mientras que Jimin, en las sombras, aprovechó su oculto para entrelazar sus manos con las de ella sin interrumpir aquél dulce beso, conduciéndolo cada vez más a la locura.

El contacto de sus dedos calientes y unidos, el sublime sabor de sus labios danzando a un ritmo inigualable, el aroma a delicadeza que ella destilaba, los agudos y casi imperceptibles gruñidos del rubio iban marcando el paso al final casi inminente, el placentero camino que ambos estaban dispuestos a recorrer, así como estaban, de la mano.

Jimin desconectó su unión para admirar a la mujer recostada junto a él, bella como solo ella podía ser, y uso sus finos dedos para delinear el contorno de sus labios y mentón, sonriendo inconscientemente, causando estragos en aquella joven que no dudaba en saltar con él. Su índice comenzó un delicado camino desde el rostro impoluto y agraciado de la morocha pasando por sus clavículas terminando en el inicio de un gentil escote custodiado por sus curiosos y profundos ojos canela, entendiendo que aquél rosado botón no hacía más que estorbar. Clavó sus ojos en los de su compañera que sin necesidad de palabras le dio el acceso que Jimin tanto anhelaba y con parsimonia desprendió la primera hilera de botones para encontrarse con un simple, pero bajo su mirada muy sugerente, bralette negro. Sonrió malicioso y buscó los ojos de la joven inglesa que se había encontrado totalmente ruborizada, no por vergüenza o pudor, sino por el calor que le generaba el contacto tan sutil que Jimin le propinaba.

Como era de esperarse, el rubio no abusó de la ferocidad y la lujuria que ambos cuerpos destilaban, sino que se dispuso a disfrutar del sabor acaramelado de la piel de Emma bajo sus labios. Volvió a marcar el recorrido de sus dedos con suaves besos, apreciando el fuerte rebote del corazón de la joven contra su pecho, contra su boca.

Con un simple y cálido respiro sobre la piel algo grisácea logró que Emma soltara un corto jadeo que tenía atorado en la garganta, Jimin clavó sus ojos en el rostro acalorado de la morocha y sonrió sugestivamente para luego intentar reprimir aquél gesto mordiéndose el labio inferior, acción que aceleró aún más el pulso de quien yacía acostada, admirando lo bello de su perfil brillante.

Jimin siguió el camino que sus dedos habían iniciado unos instantes atrás y terminó por desabrochar el resto de la prenda superior, con un leve esfuerzo por parte de ambos, la insulsa camisa rosada cayó al suelo y el rubio siguió bajando su rostro hacia la parte baja, marcando el abdomen tenso con sus labios, volviendo a disfrutar del sabor qué le brindaba la piel nerviosa de Emma.

El juego parecía disparejo, así que sin autorización, la joven se inclinó lo suficiente para agarrar del borde la remera negra que su compañero vestía, para dejar al descubierto el cuerpo tallado por los mismos dioses de Jimin. Cada músculo de su abdomen se tensionó al sentir las pequeñas caricias que ella le entregaba, cada sentido disfrutaba sin pudor de la dulce sensación de aquellos dedos bailando y delineando el contorno de su cuerpo, a la par que él admiraba casi con locura las facciones marcadas del rostro hacia Emma, avergonzándose de la necesidad que tenía.

house of cards; jimin ▪COMPLETA▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora