La tensión era muy notable en la habitación, Magnus ya sudaba y probablemente no era por la película. Con un demonio, era la segunda que veían y seguía sin ponerle atención alguna.
El menor había vuelto a semi abrazar al mayor, su brazo rodeando la cintura del otro, era lindo y muy cómodo pero el calor se estaba subiendo conforme los minutos pasaban.
Alec sabía que su amigo estaba nervioso, mucho, pero no por las películas; ya que, sus uñas estaban intactas pero aun así, no paraba de restregarse más contra él.
También se ponía inquieto pero no podía demostrarlo, aunque seguramente su corazón lo traicionaba con cada latido que daba en la oreja del mayor.
– Mags ¿tanto miedo tienes que ya te pusiste caliente?
Tal vez el término "caliente" no había sido el correcto y ambos lo supieron, el sonrojo de Alec se ocultó por la oscuridad de la habitación y el de Magnus por el tono de su piel.
– O-obvio no, ni da miedo. – Contestó normal a una pregunta "casual".
– S-si tú dices. – Aunque el tartamudeo los había delatado.
Poniéndole pausa a la película, Alec se paró para ir al baño para enfriarse un poco. En ese instante Magnus le mandó un mensaje a su compañero de cuarto.
– Tipo, quédate a dormir en el cuarto de Alec. – Escribió rápidamente, mandándole otro mensaje con el número de habitación.
– ¿Estás loco? Su compañero de cuarto me correrá y ni tengo mi pijama para dormir. – Le contestó un minuto después.
– Su compañero te comprenderá y te prestará algo, mañana te llevo otra ropa para el día.
Y sin esperar respuesta de su amigo, botó el celular por ahí cuando Alexander salió del baño un poco sonrojado.
Minutos antes
Tenía que tranquilizarse, debía controlarse a lado de su Mags, no podía arriesgarse a perderlo por demostrarle sus verdaderos sentimientos.
Echándose agua fría en la cara, se bajó el sonrojo, pero no se borró la sonrisa embobada que se había tatuado en su cara. Sacó su teléfono de su bolsillo.
– Jace, me quedaré a dormir en el cuarto de Magnus. ¿Me traes ropa mañana para no usar la misma que hoy? – Con solo imaginarse el hecho de quedarse a dormir con su mejor amigo, le emocionaba bastante.
– Que quede claro que no soy tu perra.
– Te debo una amigo – Alec guardó su celular después de reírse y salió del baño.
Se acomodaron de nuevo, sentándose uno al lado del otro, tal vez abrazarse no ayudaba para tratar de ponerle atención a las películas así que decidieron poner una ligera distancia entre ellos.
Aunque el contacto físico era reclamado en el ambiente.
Una hora había pasado y la película había terminado. ¿De qué trató? Quién sabe. ¿En qué momento terminó? Ni idea. Pero ahí estaban, sentados viendo una pantalla sin contenido alguno.
Decidieron prender la luz después de quedar aún más oscuros por los créditos para después sentarse en la cama, frente a frente.
Alguno tenía que hablar ¿no? Iban a dormir juntos y ni Alec ni Magnus, pretendían dormir separados. No, no iba a pasar.
– Los... Los rumores no son ciertos. – Magnus había recordado la razón por la que su amigo se había metido en problemas y decidió romper el silencio con eso.
– No hace falta que lo digas, tú eres libre, te dije que me enojé porque no me gustó que te dijera así. – Contestó tratando de no sonar celoso y algo molesto.
– Sí hace falta, no importa lo que digan y piensen los demás de mí pero... Sí me importa lo que tú piensas. – Admitió sinceramente.
– Mags, en serio, tú...
– Soy virgen Alexander. – Le interrumpió sin mirarlo a los ojos. – Por.... Por ambos lados, p-por así decirlo. – El moreno sentía que podía desmayarse, nadie sabía de eso y decírselo a Alec era algo muy significativo.
El menor se quedó inmóvil ante las palabras de su mejor amigo y amor en secreto. Obviamente iba a creer mil veces en sus palabras que en los estúpidos chismes y por eso su sorpresa.
– B-bueno yo... Nunca he besado a nadie más q-que a ti. – Sentía que le debía al menos una confesión.
Se habían quedado viendo a los ojos por segundos, expresando sus pensamientos que no podían decirlos en voz alta.
Sin darse cuenta, se habían acercado al otro, sintiendo rozar el aliento en la piel del contrario, cerrando los ojos quedaron a milímetros sus labios.
– Alexan... – Susurró Magnus pero fue interrumpido cuando el menor estampó sus labios.
De inmediato correspondió el beso, sintiéndose inexperto, aunque Magnus haya besado varias veces, éste beso, no tenía comparación alguna.
Era único, como todos los besos que se habían dado desde niños, con diferencia a que ahora era más sensual y notablemente estaba subiendo de intensidad.
La ternura seguía, el cariño mutuo que se tenían se estaba trasmitiendo, pero el calor... Estaba aumentado y tal vez, bajando a otras zonas.
Ya no solo eran castos besos ni sentir solo los cálidos y suaves labios contrarios, sino que ahora era un muy excitante beso francés.
No era asqueroso palpar la saliva o la lengua del otro, solo sentían la calidez y el frenesí del beso.
– Magnus, yo... Lo siento pero quería... – Inició tímidamente el menor después de separarse.
– Yo también, no digas nada. – Pegó su frente en la frente de su ¿mejor amigo? Eran eso ¿no?
– ¿Qué somos Mags? – Preguntó como si leyera su mente. – ¿Solo mejores amigos desde la infancia?
Magnus se separó de Alec ligeramente, para ver si estaba aquel brillo en sus ojos que lo delataba cuando respondía cosas.
– ¿Quieres que seamos algo más que eso? – Preguntó cálidamente.
Viendo como sus ojos decían "sí" se emocionó internamente, pero él quería escucharlo salir de su boca, aunque si no lo hacía o decía otra cosa, no iba a desilusionarse tanto.
Ya sabía que ahora es, su Alexander.
– Yo... – Empezó a susurrar el menor. – S-sí, sí quiero algo... Más. – Terminó de decir bajando la mirada a sus manos.
– Entonces bésame. – Exigió suavemente, haciendo subir la mirada de su ahora no solo mejor amigo.
Otro beso se había iniciado, pero ahora era uno que marcaba el inicio de una hermosa relación.
No hacía falta ninguna pregunta ni respuesta, de antemano ya se pertenecían oficialmente.
Promesa cumplida con doble capítulo^^ Espero que les hayan gustado :) Lindo inicio de semana <3
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UNA VIDA JUNTOS
Fanfiction[COMPLETA] Se conocieron, se odiaron, se gustaron y se quisieron. Sin saber que desde siempre, se han amado. Porque no hay nada ni nadie que pueda separar un cariño tan potente como el de ellos. Ese día, fue el primer día que marcó por completo su...