La cirugía para extraerle la bala Amelia Collins tuvo una duración de dos horas, todo había sido un éxito y ella se encontraba descansando en la enfermería de la torre. Ya era de noche y todos se quedaron a dormir allí en caso de que trataran de secuestrar a alguien del equipo de nuevo.
Cuando ya era de muy tarde, en la noche, muchos se encontraban durmiendo menos una persona: Irene, quien se seguía culpando por todo lo sucedido.
Ella miraba al cielo estrellado, admirando la belleza de éste. Pensaba en todo lo que había pasado y en lo que podría pasar en el futuro, se daba cuenta poco a poco que no podría acabar completamente con H.Y.D.R.A, siempre escuchaba a Mark diciendo que si cortaban una cabeza dos la reemplazarían. Había pasado un buen rato, y ella estaba tan sumida en todo lo que pensaba que no se dio cuenta cuando la puerta del balcón de la torre, donde ella se encontraba, era abierta.
—Bueno, parece que no soy el único que le da insomnio —dijo Anthony colocándose a su lado.
—Soy un súper soldado, no necesito dormir tanto para estar bien despierta en el día. Además de que debido a las circunstancias no creo que se me sea posible conciliar sueño —le contestó sin mirarlo.
—Lo sé, todo está pasando como menos lo teníamos planeado. Parece que ellos hacen las cosas con intensión de que nosotros hagamos todo tal y como ellos quieren. Como si cada a cada minuto que pasa, nos volvemos más y más fáciles de cazar.
Quedaron unos momentos en un silencio cómodo hasta que Irene lo rompió.
—¿Sabes algo? —Preguntó volteándolo a ver, él solo la miro para que ella siguiera hablando—. Nadie se imagina todo lo que yo viví la mayor parte de mi vida. En ese horrible lugar todo es vil, despiadado, y sobre todo, su gente está llena de malicia y sed de venganza por cada cosa en este maldito mundo —por cada palabra que decía sus manos se aferraban cada vez más a la barandilla del balcón.
—Estoy de acuerdo. Sin embargo, no del todo...
—¿Por qué? —Preguntó.
—Porque a diferencia de todos ellos, considero que tú eres lo único bueno y para nada horrible que ha salido de ahí.
Ella solo le sonrió levemente, a pesar de que al principio no le agradaba del todo Anthony debido a su egocentrismo, ahora se podría decir que son amigos.
—Quiero mostrarte algo, sígueme —Anthony con un movimiento de su mano le indicó a la hija de Bucky Barnes que lo siguiera. Entraron de nuevo a la torre pasando por la sala de estar y se adentraron en el ascensor, Stark le ordenó a la asistente virtual que los dirigiera al laboratorio y automáticamente el ascensor empezó a moverse llevándolos al piso correspondiente.
Cuando llegaron al laboratorio Anthony caminó hacia su área de trabajo personal y tomó de su mesa un artefacto tipo brazalete muy parecido al que utilizaban Clint y su hija, con la diferencia que este era un poco más extenso y se podía notar a simple vista que lo fabricó un Stark. Sin decir alguna palabra lo colocó en el brazo derecho de Irene y lo activó haciendo que se proyectaran pequeñas imágenes alrededor de su brazo.
—¿Recuerdas cuando ganaste la apuesta de mi papá? —Le preguntó el Vengador; ella solo asintió observando que ese pequeño objeto tecnológico era capaz de mostrarle hasta los horarios de las diferentes zonas en todo el mundo—. Pues, aquí está. Puedes hacer lo que quieras con él, pero preferiría que no lo uses para hackear a Viernes.
—Muchas gracias, Anthony —agradeció la joven Teniente con una leve sonrisa sincera mientras manipulaba el brazalete descubriendo cada función de él—. ¿Es resistente? Quiero decir, no quisiera quitármelo en caso de que necesite entrar a algún sistema o encontrar a alguien y no tenga algún portátil o celular a la mano.
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La Hija del Soldado del Invierno
FanficElla nació, creció y vive para ser un arma. Pero eso se acabó. Irene Barnes, o como muchos la llaman ''La Teniente del Invierno'' ha sido usada casi toda su vida para hacer el mal, pero un día logra escapar para lograr dos objetivos: destruir H.Y.D...