CAPÍTULO 13

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Raoul se despertó, pero estaba notando un olor ya habitual...¡Agoney!
Se levantó y se fue a duchar, todos  sus compañeros estaban durmiendo, eran las 6:00. Así que se fue a duchar.

Pero se encontró a Alfred.

-Vaya, hola...

-Hola Alfred.

-¿Has dormido bien no?

-¿Porque lo dices?

-Has dormido con Agoney ¿No?

-Sí, ¿Algún problema?

-¿Que te traes con Alfred? No es por meterme en vuestras vidas.

-Pues te estas metiendo.

-¿Eso es un sí?

-No.

-¿No?

-¿A ti que más te da? Si tu y Amaia soys la pareja del momento...¿Estas celoso?

-¿Crees que me gustaría estar en el puesto de Agoney? No me hagas reír.

-¿Y en el mio?

-Agoney es mucho más guapo que tu.

-No me lo estas negando.

-No lo voy a negar.-Dijo Alfred dejando mudo a Raoul.

-¿Te gusta?

-Estoy con Amaia, ya lo sabes.

-Ya...En fin, me voy.

-Adios "Wolfie".-dijo Alfed rematando ese nombre.

-No me toques los cojones Alfred.

Raoul salió de la ducha y se dirigió a la habitación para despertar a Agoney ya que él sabía que luego iba a costar mucho despertarlo.

Pero no estaba.

Fue a buscarlo por toda la academia pero no lo encontró.

-Nere, ¿Donde coño esta Ago?

-Creí que estaba contigo.

-Llevo 1 hora buscándole y no lo encuentro.

-Seguramente este escondido.

-Nerea, lo digo de verdad.

-¿Y con Ricky?

-Que va, ya e mirado, él se está bañando.

-¿Y como lo has comproba.-

-No me lo recuerdes.

-JAJAJAJAJJA. Buscalo y dile que venga a hablar conmigo en cuanto pueda porfa.

-Vale.

Raoul ya estaba MUY alarmado, lo pero esque a los demás parecía darles igual. 18:00 y aún no había rastro de él.

Raoul estaba hablando con Martí, ya que no había visto a ningún profesor, resulta que ese día habia una espécie de eclipse en las carreteras y no han pudieron venir.

Martí no sabía nada, pero de repente la puerta se abrió y apareció...Agoney.

-¡¡Agooooo!!.-dijo Raoul abrazandole fuerte.

Agoney no habló, solo...¿Lloraba?

-Ey, ¿que pasa?.-dijo Raoul comprensivo .Agoney comenzó a llorar más y más, cosa que a Raoul le partió el corazón.

Agoney le hizo un gesto señalando hacia la garganta.

-Creo que no puede hablar.-dijo Martí. Agoney asintió.

-¿Te duele la garganta?.-Preguntó Raoul.

-Toma, coje esto y escribe.-dijo Martí dándole una libreta y un bolígrafo.

-Gracias Martí.-dijo el catalán.

Agoney comenzó a escribir, mientras se le caían las lágrimas.

Esta mañana me desperté justo cuando tu salías por la puerta y fui a hablar para decirte que me esperaras para aun fuera contigo, pero no tenía voz,  no es que estuviera afónico, es que no tenía nada de voz. Así que me levanté y fuí a buscar a Martí, pero me encontré con Manu, que se habia quedado a dormir en el edificio por la fuerte tormenta. Me vió como estaba y me puse a llorar, me llevó corriendo de urgencias, solo podia pensar que por favor me curará, que no me pasara todo esto ahora que e cumplido mi sueño.

-¿Que te dijo el médico?

Pues, que seguramente me mejore, pero no de un día para otro.

-Pero eso es bueno, te recuperarás.

Supongo.

-Vamos a comer un poco anda.

Macarrones con queso y croquetas, ese era el menú, a Míriam le gustaban mucho las croquetas, pero últimamente no comía nada...

-Te falta una coqueta.-dijo Amaia.

-No tengo hambre.

-Nunca tienes hambre.

-Amaia porfavor...

-No Míriam, no... O te comes mis croquetas o voy ahora mismo a hablar con Noemi.

-Amaia, no me hagas esto...

-Miriam, es lo mejor para ti.

-Tu no sabes lo que es mejor para mi.

-Miriam, las croquetas.

Miriam pinchó las croquetas del plato de Amaia. Esta última le sonrió.

-Muy bien.

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