Un Extraño

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En un futuro no muy lejano

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En un futuro no muy lejano

- Déjame en la esquina - dijo al chofer del transporte público,

- ¿No ha leído el anunció que está pegado en la puerta? - Le preguntó el conductor. El hombre se giró y observó el anunció en letras rojas "Prohibido fumar en lugares públicos"

- Sólo déjame en la esquina - dijo sin importarle lo más mínimo el anuncio y encendiendo el cigarro, el autobús paró, bajó y se dirigió por un callejón oscuro, mientras maldecía mil veces con el cigarro en la boca, lo que había captado con su cámara hoy en la tarde, caminó por las calles del suburbio, compró un par de botellas de trago corto y se dirigió hacia el lugar que alquilaba desde no hace mucho.

El olor a tabaco, alcohol y alguna otra sustancia nociva, ingresó a sus narinas y él se sintió en casa, dejó la mochila sobre la mesa de madera junto a sus llaves y el trago, tomó la botella de whisky mal cerrada que reposaba en la mesa, se sirvió un vaso por la mitad y lo bebió de un sólo empujón, estaba ardiendo de coraje y esperaba que el trago lo calmara un poco. La Maldita Puta se había dejado follar al aire libre y a plena luz del día por el mal nacido ese en aquel apartado lugar que ella llamaba como "su lugar secreto".

Verla sobre la grama y luego contra el árbol jadeando desesperada mientras era penetrada, lo había hecho hervir de coraje, primero porque no era él quien la llevaba al clímax y segundo, porque su cara de mujer decente no era más que un disfra...

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Verla sobre la grama y luego contra el árbol jadeando desesperada mientras era penetrada, lo había hecho hervir de coraje, primero porque no era él quien la llevaba al clímax y segundo, porque su cara de mujer decente no era más que un disfraz, a la muy perra le gustaba "experimentar" y el sexo al aire libre había sido una prueba de ello.

Se secó la boca con la mano y abrió la mochila, sacando de inmediato la cámara fotográfica, se sentó en la silla más cercana y empezó a pasar una a una las fotos que había tomado, desde el momento que ella había salido de casa, al momento que se encontraba con él afuera de su departamento, entrando a su trabajo, saliendo del mismo seis horas más tarde, encontrándose con él en aquel lugar y luego siendo follada contra el árbol.

- Era así cómo te gustaba - sonrió mientras bebía otro trago de whisky y de un momento a otro la rabia se esfumó, siendo reemplazada por el deseo y la lujuria que sentía por esa maldita mujer. Dejó el vaso sobre la mesa y se llevó la mano a la entrepierna, masajeándose un poco.

Noche de CopasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora