Verte Dormida

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Verte dormida, cerquita mío
Con la brisita que da tu respiración
Verte dormida, a media noche
Con la semblanza de estar durmiendo en paz.

David despertó con la reina en sus brazos, ella dormía hermosamente relajada y serena, su rostro reflejaba una paz que contagiaba a todo el que la viera, pero él, sólo él era el afortunado de sostenerla en sus brazos, sólo él tenía la dicha de despertar con la brisita de su respiración haciéndole cosquillas.

Algunos mechones rebeldes cubrían su rostro y él los colocó hacia atrás, mientras besaba la suave y tersa piel oliva de su hombro desnudo.

Verte dormida, cerquita tuyo
Hay un encuentro a media cama hacia las tres
Verte dormida, de madrugada
Semidesnuda y de frío hasta los pies


Se giró y miró el despertador, aun eran las 3 de la mañana, pero si se trataba de levantarse en la madrugada para contemplarla semidesnuda y cerquita suyo, él estaba feliz de hacerlo día con día.

Esto era un sueño del que no quería despertar nunca, se sentía tan completo junto a ella, tan agradecido de tenerla a su lado, que levantó sus ojos al cielo y agradeció a quien sea que existiese allá arriba, ella se movió un poquito y sus pies rozaron sus piernas, estaban fríos y él sonrió ante el contacto, acomodó las sábanas blancas y la cubrió un tantito más. Regresó su vista al rostro femenino y la vio sonreír entre sueños, el sintió su corazón latir contento. ¡Cielos, Era Tan Hermosa y Tan Suya".

Fantasías, te van mojando el sueño
Se hacen olas en las sábanas
Voy dejándome llevar

La reina abrió lentamente sus ojos, se arrimó más a su príncipe, destapándose y desacomodando ligeramente las sábanas que la cubrían, besó el pecho masculino, cerró sus ojos, y volvió a quedarse dormida, mientras una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro. Fuese lo que fuese que estaba soñando, el príncipe sabía que estaba feliz y eso lo hacía feliz también. Él quería ser parte de sus sueños, y no solo de aquellos que se producían mientras dormía.

Verte dormida, estrellada como noche
Voy ganándole al cansancio
Y caigo en contemplación
La Más hermosa del mundo se me arrima
Se despierta a mi derecha y para Mí.


Mientras la reina duerme, el rubio de ojos azules la contempla, y siente que está cumpliendo con aquella promesa de amor que le hizo un dia, cuando le dijo que la cuidaría y que velaría sus sueños, la observa tan rendida y entregada a lo que sueña que siente que despertarla sería un pecado imperdonable.

¿Si la amaría por siempre? La respuesta era un contundente Sí. La eternidad en el amor que siente por ella, comenzó desde el primer día en que la besó en Camelot, aquel beso que comenzó sencillo, pero que se profundizó cuando sintió que quería beber de sus labios por siempre.

"Cada día me enamoro más de Ti, y no puedo no imaginar mi futuro sin ti a mi lado, no puedo imaginar mi vida sin ver tus hermosos ojos color chocolate y esa bella sonrisa que ilumina mi alma, te amo como eres y por cómo me transformas día a día, llenas mis días de absoluta paz y felicidad...

Verte dormida y no atreverme a despertarte
Para no perder detalle voy bajando tu perfil
La Más hermosa del mundo se me arrima
Esa magia es exclusiva y para Mí


...Mi amor quiero ser parte de tus sueños, quiero acariciar cada uno de tus pensamientos, quiero ser capaz de besar tus sentimientos, de verte segura de este nuevo comienzo que estamos compartiendo, quiero cumplir cada uno de tus deseos, quiero ver tu sonrisa mi vida entera y quiero gritarle a todos, que eres la mujer que no dejaré de amar"

Noche de CopasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora