Capítulo 38

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" So if you don't mind,
I think we should stay in love... "

Eran las once con algunos minutos de sobra, recién había salido de la ducha y mi corazón ya empezaba a acelerarse, me coloqué una sudadera negra y unos jeans del mismo color.

Agarré el primer gorro que encontré y tomé las llaves de mi auto, estaba temblando y eso era algo nuevo, por lo general no le doy mucha importancia a las cosas a mi alrededor, pero jimin no es cualquier "cosa." Subí a mi más preciado auto y conduje con tranquilidad hasta donde él me había indicado.

Es gracioso como él piensa que yo soy el que lleva todo el juego en nuestra relación pero es una estúpida mentira, es él quien realmente lo lleva todo, él es el que juega las piezas, es él el que siempre tiene algo para apostar. Todas mis acciones se deben a las suyas, hasta mis propias decisiones giran alrededor de él, irónico.

Llegué a la parte de atrás de la alegre casa, encendí mis luces como él me lo había pedido. No pasaron más de cinco minutos cuando vi que una de las ventanas se abrió, Jimin bajó con la ayuda de un gran árbol que tenía una rama muy cerca de aquella ventana y sin hacer mucho ruido corrió hasta mi auto.

—bien... vámonos.—dijo sin dirigirme la mirada
Y yo obedecí.

—¿a dónde quieres ir? —le pregunté regresando al camino.

—lejos hyung... muy lejos —suspiró.

Asentí y capté sus órdenes, nos fuimos un poco más afuera de la ciudad, el clima estaba muy frío, nuestro clima es muy extraño.

Estaba muy tenso y él bueno no sabría explicar el conjunto de emociones que era porque no soy bueno descifrando a las personas, menos si se trata de él.

—¿estás bien amor? —fue lo único que pude preguntar cuando ya habíamos llegado.

—lo estoy —sonrió mostrándome un bello sonrojo.—en serio me gusta cómo me dices de cariño —se rió.—no te reconozco.

—no me hagas arrepentirme de decirte cosas bonitas mocoso. —rodé los ojos haciendo que jimin riera fuerte; sentí como sus labios plasmaron mi mejilla dejándome un suave beso.

—jamás deje de hacerlo hyung —sonrió.


Bajamos y jimin se sorprendió un poco al ver el lugar.

—¿recuerdas este sitio? —sonreí mirando a mi alrededor, Jimin esbozó una sonrisa con algo de nostalgia, se acercó a mi y entrelazo nuestros manos.

—claro que si hyung...—asintió.— aquí fue cuando pintamos juntos.

Estábamos en la misma playa de hace algunos meses atrás en donde lo había acompañado a pintar y terminamos creando algo juntos.

Nos sentamos en la blanca arena que solo era iluminada por la luz de la luna al igual que el mar; las olas golpeaban y eso era lo único que se escuchaba en todo el escenario y el cielo era adornado de un millón de estrellas que le hacían compañía a la luna.

—¿no es mágico? —sonrió mientras posaba su vista al cielo.— quiero decir... la playa, la oscuridad, la Luna, las estrellas...  —me miró unos momentos.—usted... y yo

—lo es, este lugar fue mágico desde la primera vez que vinimos —asentí.— solo que creo que ahora brilla de una forma diferente.

—eso es porque nosotros brillamos de una forma diferente, ahora estábamos bailando la misma canción, cantando la misma melodía.—acarició mis cabellos azules.

Tornasol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora