TERCERA PARTE
[ INTERLUDIO ]
♥ Tears ♥
"El amor sólo descansa cuando muere. Un amor vivo es un amor en conflicto."
—Paulo Coelho.
Podemos sentarnos aquí y comenzar a explicar con palabras confusas como que fue que todo inició, como nuestros corazones comenzaron a latir en la misma sinfonía.
No habían lágrimas para derramar después de que nos encontrábamos en los brazos del otro, nos llegamos a amar con tanta intensidad que sobrepasaba lo real.
Jimin era el motivo de mis desvelos, de mis sueños, de mis alegrías y Yoongi era la razón por la cual yo quería seguir creando y aferrándome a un futuro para nosotros, aunque ellos no lo vean.
Luchábamos con emociones que jamás dejamos, jugando junto a la mano del diablo, todo por ganarnos un puesto en este juego, quizás Yoongi era el santo y yo era nada más que la representación del pecado, no puedo seguir fingiendo que no te amo.
¿Por qué vamos a señalarnos con los dedos? Cuando realmente todos somos iguales, terminábamos, regresábamos, toda una pérdida de tiempo.
Era como si actuáramos como si estuviéramos ciegos, él tiempo se gasta con palabras vacías y copas llenas, los sentimientos siguen frescos implorando nuestro regreso. Yoongi siempre decía que el amor es como una playa sin orilla, que le era difícil de entender que él era el hombre que yo necesitaba y yo siempre sentía que cada paso que dábamos era un paso en falso.
Jimin solo quiero que seas feliz, es lo único que siento que puedo proveerte, solo somos una pareja de humanos queriendo hacerlo lo correcto, excepto tú... joder tú eres perfecto y las veces que te he mentido solo había intentado ser honesto pero si incluso nos convertimos en un desierto implorando por un diluvio, incluso si la luna deja de brillar con tanta intensidad, aún si las estrellas caen junto a los planetas... incluso si el mundo entero queda ciego, yo seguiré guardando mi amor para ti, por ti...
—Min Yoongi & Park Jimin.
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Tornasol.
Fanfiction«Jimin tenía las características más hermosas que describían al sol, el era un pequeño destello de luz en mis días nublados, aquella luz que me permitió ver lo bello que es el mundo. Y yo poseía en mi las características más abrazadoras de la luna...
