atención

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-Simon-


-Pá, ¿puedo hacerte una pregunta?- Pregunté mientras salíamos de la Iglesia.

Su teléfono empezó a sonar, me hizo una seña para que esperará y contestó inmediatamente con una sonrisa falsa. Siempre está más pendiente de ese celular que de nosotros.

-Hablamos luego, Simon- Pidió con una sonrisa forzada.

Mi madre me agarró del hombre dándome un apretón y haciendo una sonrisa de condolencia.

-Son clientes, Simon- Lo excuso-. Gracias a ellos tenemos techo y le debemos pagar con su tiempo.

-Ojalá dedicará cinco minutos a mi -Murmure tragando saliva con dificultad por el nudo en mi garganta.

Mis ojos no se pusieron llorosos, pero temi que así fuera. Él nunca se enteró de nada, nunca fue a un concierto mío de la escuela, nunca se presentó a mis visitas al médico, no fue capaz de ir a mi primer y ultimo juego de football, ni nunca hace nada.

Una niña pequeña se acercó hasta mi, me llegaba un poco más de las rodillas. Me jalo el pantalón mirándome estirando su cuello y llamándome con el dedo para que bajará a su altura. Obedecí, no sin antes ver si alguien entendía lo que estaba pasando, no la conocía de nada y acercarse a un desconocido debía ser difícil para una niña de unos... ¿cuatro?

-Callejón, ahora, niñito -Ordenó sería.

Niñito ¿enserio me llamó niñito? Tuve que suponer que era obra de Troye.

-¿Quien te dijo eso? -Pregunté sabiendo la respuesta.

-Dijo que nada de nombres, pero se que te llamas Simon y me debes diez dólares.

-Genial. No fue capaz de pagarte...

-Dijo que esperaría cinco minutos y se iría. Vete.

Volví a pararme, mire a mis padres, uno con el celular discutiendo y mamá charlando con una mujeres, no se darían cuenta de que me voy. Y Holland, estaba con uno de los del grupo juvenil, me puedo salvar.

Camine hasta el callejón y lo vi parado con las manos en los bolsillos. Debo explicarle que no haré esto, no voy a hacer estos jueguitos suyos. Me acerqué con el paso firme, cuando estuve a centímetros, me empujó bruscamente contra la pared y se colocó en frente mío.

Sus manos se instalaron sosteniendo mis muñecas contra la pared y un frío me recorrió la espalda.

-Tr-Troye -Tartamudee-. Mis padres están aquí cerca, no quiero que ellos...

-¿Siempre meteras la excusa de tus padres? Bien, ¿cuando puedo encontrarte sin ellos encima?

-No voy a decirte cuando puedes tocarme. N-no me gusta que hagas estas cosas, me estas lastimando.

-¿Y esto te gusta?

Una de sus manos se coloco levemente sobre mi costilla, sentí cosquillas y cosas que verdaderamente no comprendo. Con su otra mano, recorrió mi mejilla con delicadeza. Se acercó poco a poco a mis labios, mientras una sonrisa se instalaba en los suyos.

Recordé cada nombre de las chicas con las que se había acostado, todas contaban que él al principio te trataba de esta forma, te daba cariño y luego de conseguir lo que quería, se va. 

-No soy una de tus putas -Dije dándole un empujón en el pecho.

No logré que retrocediera ni medio centímetro. Debería empezar deporte.

-No, eres mi niñito -Murmuro deslizando su mano hacia mi cuello.

-Escúchame bien, Troye. ¡Ahora no!

BAD BOY GAY (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora