—Troye—
Su lengua estaba dentro de mi boca. Podía sentir como intentaba moverla sin saber que hacer exactamente con ella.
Le tenía tantas ganas, quería tocarlo todo y no quería parar. Me gustaba mucho que con cada roce, su cuerpo se estremeciera, dejando en claro lo sensible que era este.
Entonces, aleje mi boca de la suya y sonreí al verlo abrir los ojos despacio y quedándose con la boca abierta, esperando que la mía volviera a su sitio.
Es tan lindo este niño.
—Simon—
Sentí como mi corazón palpitaba con tanta fuerza que creí que saldría disparado de mi pecho.
—¿Puedo, Simon? —pregunto colocando sus manos en mi cintura y atrayendo mi cuerpo contra el suyo.
¿Puede? ¿Estoy listo? ¿Qué mierda estoy haciendo? É-él será cuidadoso, pero yo.. pero, quiero hacerlo. Por eso lo bese, ¿o no? para que él continuara, para que siguiera con el juego.
Pero luego una pregunta surgió en mi cabeza y me detuve: ¿Qué diría mi padre? Senti un fuerte dolor en el pecho al pensar en él, por como me trataria cuando supiera lo que estoy por hacer. Entonces, en este precioso momento note que mi padre no me interesa en lo absoluto.
Lo mire a los ojos, esos ojos tan grises como el mar de invierno. Me acerque a sus labios y lo bese para confirmarlo. Sus manos se aferraron más al buzo que me había prestado mientras viajabamos, me acerco más hasta él y choque contra su pecho. Tuve que ponerme de puntas de pie para besarlo, hasta que él agacho un poco la cabeza.
Sus manos se deslizaron por debajo de mi remera, incluso, pude sentir el roce y cada pelo se me erizo. Recordé como lo hizo en mi habitación, cerre los ojos y me concentre en aquel momento, en que era Troye Urie el que me estaba tocando. Sentí un gran dolor cuando toco uno de mis pezones y comenzó a masajear allí, no puede evitar soltar un pequeño jadeo.
Troye me tomo de ambas manos, sin cortar el beso, poco a poco me fue llevando hasta la cama. Caí acostado sobre el colchón y él se subió encima con una sonrisa que demostraba maldad. Coloco sus piernas a cada costado de mi abdomen y sus manos a cada costado de mi cabeza, volvió a besarme y coloque mis manos sobre su nuca atrayendolo hacia mi.
Y entonces note que no debía hacer esto, e intente alejarme, pero no podía huir, él estaba sobre mi. Troye se dejo caer, se apoyo sobre mi y sentí todo su piel caliente sobre mi . Cuando me tuvo apretado bajo él, decidió bajar un poco la mano, al sentirlo temí que bajara demasiado, pero él se detuvo en mi cintura.
Esto había llegado demasiado lejos como para arrepentirme ahora y no tenia intenciones de que esto se acabara de esta forma. Quería hacerlo de una maldita vez, me cansé del toqueteo que no llevaba a nada, porque siempre alguien interrumpía en la habitación.
Me cansé.
Lo quiero sentir.
Me acerco a él e hice algo de lo que me arrepiento. Acerque mis labios a su oreja y cuando la toque con un simple roce, la sentí demasiado caliente. Él jadeo y al sentir mi respiración chocando contra él de una forma tan cerca y vi como sus vellos se erizaban.
—Ten cuidado, Urie —le susurre soltando un poco de aire antes.
Me alejo solo un poco y apoye su nariz entre sus cejas. Su respiración se agito y sonrió enormemente.
—Lo tendré, niñito —murmuro él apretando sus manos en mis brazos—. Nunca te haría daño, bebé.
Baje la cabeza, y por accidente nuestros labios se rozaron."Accidente". Sentía una pequeña presión que se hacía mucho más grande y tenía que morderme el labio para no rogarle que comenzará de una vez.
—¿Esto no va demasiado rápido?—susurró Jerome, haciéndome recordar que estaba allí. Pero no me importaba en lo absoluto, si quería quedarse a ver, que lo hiciera.
Troye me beso y caí en la tentación. Lo bese con más fuerza y levantó un poco la cabeza, entonces él mordió mi labio inferior y lo tiro solo un poco. Senti un pequeño gustó a mental y supe que me había roto el labio.
Nos apartamos sólo un poco, él me saco la remera y luego se sacó la suya. Volvió a subirse sobre mi, no sin antes que le toque el abdomen.
Quería parar, no podía seguir así, pero entonces Troye empezó a besarme el cuello. Yo suspiraba, mientras apretaba su cuerpo contra el mío, tire la cabeza contra atrás, cerré los ojos y cuando los volví a abrir, él se desabrochaba el cinturón.
Era demasiado tentador, quería parar, pero mi cuerpo me gritaba que siguiera, que debía hacerlo. Sentía que si no lo hacía, iba a explotar.
—Deja de pensar —me pidió Troye—. Sólo disfruta el momento.
Volví a besarlo, era como la manzana prohibida de Adán, por eso la quería morder. Dios, yo no soy así, nunca lo fui ¿Qué carajo haces conmigo, idiota?
Sentí demasiada tentación por él, quería besarlo, quería tocarlo... Quería que me hiciera suyo.
Fue entonces que vi como Troye me bajaba los pantalones, y yo no luche.
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BAD BOY GAY (Corrigiendo)
Teen FictionPara los padres la mala influencia, para los chicos el rey del colegio, para las chica un rebelde sin causa que se vuelve un platónico, para los profesores un sin futuro, para la iglesia un hijo del diablo, para la sociedad un desquiciado, para los...