—Simon—
Quise salir detrás de Troye. Sabía que golpearía a Liam y no me sentía para nada bien con esa idea surcando por mi cabeza. No quería que se golpearan entre sí. Pero en cuanto intenté ir tras él, Jerome se coloco contra la puerta y me empujo, logrando que cayera al suelo.
No pude ver que pasaba afuera.
Solo sé que Jerome me prohibió volver a ver a Troye, como si él fuera el problema. Como si Troye tuviera la culpa de algo de lo que esta sucediendo...
Todo era más simple cuando estaba en casa.
Y allí estaba ahora. Encerrado en un cuarto junto a Liam. Y allí estaba... llorando en una esquina, con un loco de cuclillas frente a mí.
—¿Simon? —pregunto Liam mirándome a los ojos.
—No tuve que decirte nada, lo siento yo...
Me tomo de la barbilla y me obligo a callarme. Creí que me besaría de nuevo y todo mi cuerpo se tenso ante la idea.
—Liam... ¿Qué estas...?
—Te miro. ¿Te han dicho que eres demasiado lindo?
Lo empuje y el cayo sentado al suelo. Comenzó a reírse sin control. Sentí como mi cara ardía, al igual que mis orejas.
—Eres tan lindo cuando tu carita parece un tomate —rió colocando sus manos en el suelo y estirando su espalda—. Lástima que ya le perteneces a alguien más...
—¿Ya puedes dejar de decir esas cosas? —gruñí molesto.
—Ah, deja de actuar como si te molestara —dijo sonriente Jerome—. Al menos este chico sabe lo que quiere y ese algo que anhela eres tú, Bell.
Miré a Jerome con odio. No comprendo ese estupido fanatismo que tiene hacia Liam, el chico que perdió la cordura y esta contaminado.
Los ojos del psicópata de Liam brillaban como estrellas y sonrió mostrando sus dientes. Por un segundo senti como mi corazón se aceleraba y me sentí idiota.
—La verdad de todo, Simon, es más difícil de explicar de lo que parece. —murmuró Liam, mientras que su voz se partía.
—Mira esos labios tan brillantes —me susurra Jerome acercandose a mi oreja—. ¿Por qué no cedes a este deseo que guardas tan en el fondo?
Tragué saliva.
Me gusta Troye, me dije mentalmente, no me gusta Liam, esto no es más que una bobería del momento. Él no es más que un idiota.
—Dios, yo entiendo que amas a Urie, maldita sea —bufó Liam apretando sus puños—. No me molestaría si amas a alguien más, ¿sabes? Es solo que él... ¡Simón, te ha penetrado y se ha ido el muy chupa vergas! Sé que no me incumbe, no debo meterme. La puta madre, lo sé bien, ¿okay? Pero ¿me llamarías loco si tan solo veo en Urie una necesidad de culear y abandonar a las personas?
Estaba mudo. Inmóvil ante palabras que comenzaron a desgarrarme. Cada chica que ha salido con Troye Urie ha llorado porque eyaculó y las abandonó, pensé.
No soy una chica. Pero me ha hecho sentir una.
"No soy una de tus putas", dije una vez. Pero deje que me hiciera lo que quisiera, como ellas lo hicieron.
Deje que Troye Urie me use.
Le di lo que quería.
Le regalé lo único que quería de mi.
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BAD BOY GAY (Corrigiendo)
Teen FictionPara los padres la mala influencia, para los chicos el rey del colegio, para las chica un rebelde sin causa que se vuelve un platónico, para los profesores un sin futuro, para la iglesia un hijo del diablo, para la sociedad un desquiciado, para los...