—Simon—
No podía borrar esa estúpida sonrisa.
No me importaba lo que le había dicho a mi padre. No me importaba nada.
Era demasiado y mi corazón explotaba en mi pecho, estaba palpitando demasiado fuerte aunque todo mi cuerpo estaba tranquilo.
¡Tengo a Troye Urie rogando por mi! ¡Tengo al que me gusta en mis pies! ¡Dios, lo tengo! Es enfermizo decir esto, pero no puedo creer que él me dijo lo que prometió no decirle a nadie: Te amo. Me dijo que me amaba.
Tuve que contener las enormes ganas de gritar por la emoción que tenía. Tuve que contenerme con demasiada fuerza.
Camine a casa tratando de encontrar una excusa para todo lo que había pasado. Pero, sin borrar la sonrisa me dirigí allí.
Abrí la puerta con cuidado esperando una explosión de gritos, esperando la tercera guerra mundial. Cerré un ojo en busca de protección, pero todo adentro estaba calmo. Mire a mi madre que tejia mirando a la ventana mientras tarareaba algo.
—Em... llegue —advertí—. ¿Papá no está?
—Se tuvo que ir a la oficina. Ve si quieres, el almuerzo se retrasará un poco.
***
Me saque los auriculares mientras subía el ascensor, los coloque en mis bolsillos y espere impaciente hasta llegar al piso de mi padre.
—Fue una broma, pá, sabes que yo no soy gay —ensaye nervioso—. No, vamos, Simon debes decirle la verdad.
Tome aire y el ascensor se abrió; debía decirle toda la verdad, decirle que me gustan los chicos. Debo hacerlo, pero primero debo dejar de temblar.
Di un paso al frente, camine hasta la chica de recepción que usaba un vestido demasiado ajustado. Su sonrisa logró ponerme más nervioso.
—Mi-mi padre —tartamude como un idiota—. Vengo a ver a mi padre.
—Oh, ¿Simon? Pero, mira como creciste —dijo ella con una sonrisa fingida—. Claro, tu padre está en su oficina.
Pero claro que allí debía estar. Acomodando papeles o hablando con uno que otro cliente pesado que no respeta que es domingo.
Camine hasta la oficina, mire la puerta de madera y sonreí al recordar momentos de pequeño jugando por aquí, mientras él y mi abuelo se peleaban.
Abrí la puerta sin pensar en la importancia que ello tendría. Al alejar la puerta de madera, lo vi de perfil, con la lengua metida en la garganta de la secretaria de mi abuelo.
¡Le está metiendo los cuernos a mamá con una perra de minifalda!
Me quedé boquiabierto, mientras ellos se giraban avergonzados a verme. Mi primera reacción fue un enojo terrible, pero ahora sentía pena y tristeza. Pena de que pensé que estaba en grandes problemas cuando a él no le importó lo mío y tristeza porque pensé que, aunque se fuera a enojar conmigo, por fin me daría importancia.
—No, Simon, no es como lo crees —dijo él instantáneamente.
—No necesito que lo expliques —murmure volviendo a cerrar la puerta.
Las lágrimas estaban a punto de escaparse de mis ojos, cabizbajo intente alejarme lo más pronto que podía. Choque contra el hombro de alguien y alce la vista para encontrarme con mi abuelo, el jefe de todo el lugar.
—¡Simon! —exclamó alegremente mi abuelo—. ¿Por qué la cara?
—No, sólo problemas de adolescentes —dije restandole importancia al manoseo que acabo de ver. Le estaba tocando el trasero, tal y como Troye me lo tocaba a mi—. No es nada, en verdad que no lo es.
Mi padre salió de la oficina pasando una de sus manos por su boca, me miro negando con la cabeza y trago saliva con dificultad.
—Debo irme, abuelo —dije sonriendo falsamente y mis manos empezaron a temblar.
—¿Tan pronto?—pegunto él.
—Sólo venía a hablar con mi padre, pero estaba ocupado.
—Simon...—intento llamarme mi padre.
—Pero ya no quiero —masculle.
Me aleje rápidamente y cuando el ascensor se cerró pudo caer al suelo llorando.
Es un mal parido. Es un maldito. Por un segundo crei que le importaba algo de mi vida. Por un segundo sentí que seria un padre verdadero, pero nunca lo será para mi.
Salí del edificio ahogandome entre las lágrimas, es un segundo todo lo que pensé que importaba se destruyo en mil pedazos.
¿Saben lo que es creer que no le importas a tu padre? Él debería ser mi modelo a seguir, él debería ser mi héroe, debería ser mi padre. ¿Por qué no es nada?
Algunos se creen buenos padres porque sus hijos no se drogan, fuman o toman, cuando en verdad es la propia voluntad de los hijos la que los lleva a no hacerlo.
Él se cree buen padre por darme un techo, pero es una mierda.
—¡Simon Leslie Bell! —chillo mi padre saliendo detrás de mi; era serio, nunca me llama por el nombre completo.
La única vez que usa las escaleras, hubiese preferido que ni me siguiera.
—Espera, Simon, quiero hablar de esto. Espera, hijo.
—No tengo paciencia —respondí molesto.
—Simon, no le digas a tu madre , por favor. Hagamos un trato, yo no le digo lo de Troye y tú no le dices lo de Jessica.
Deje de caminar y me giré para verle la cara. Cerré los puños con fuerza y me mordi el labio de igual medida.
—¡No paso nada con Troye! —grité—. No es con Troye. Es con cualquier chico.
Sueltalo, Simon. Hazlo. ¡Ahora, pendejo!
—¿Eres gay?—pregunto él nada sorprendido, estaba serio.
—L-lo soy —contesté temblando—. Prefiero que mamá lo sepa para que se aleje de ti. Ella te ama, te da todo siempre y tú... eres un hijo de puta con ella.
—Ey, la boca. Soy tu padre, tenme el respeto que es debido.
—¿La boca? ¡La tuya estaba contra la de una puta!
Quiso contestar, pero prefirió callar. ¿Qué le dices a tu hijo cuando te vio comiendo a una chica veinte años menor?
—No me esperen a cenar —farfulle alejandome nuevamente.
Camine sintiendo que cada paso me pesaba más. Toda aquella alegría que tenía se esfumó.
Necesito que esto no sea real.
Ojalá existiera un botón para retroceder. Ojalá esto no fuera real, porque no quiero afrontarlo.
***
Saque mi telefono, rondar por ahí está que se haga de noche era difícil, más de lo que pensé. Mire la hora, al menos ya eran las 21:00 hrs. Al menos ya las estrellas estaban en el cielo y la luna alumbraba.
Acerqué mi teléfono a mi oreja esperando que Troye contestará y me ayude con esto.
Quiero oírlo. Quiero que me diga idioteces que me ponen incomodo, pero que no quiero que paren. Lo quiero escuchar para poder sonreír.
~*~
🚨🚨Aviso🚨🚨
A partir de ahora subiré una parte de esta historia todos los viernes.
—LukasPaul.
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BAD BOY GAY (Corrigiendo)
Teen FictionPara los padres la mala influencia, para los chicos el rey del colegio, para las chica un rebelde sin causa que se vuelve un platónico, para los profesores un sin futuro, para la iglesia un hijo del diablo, para la sociedad un desquiciado, para los...