El Diablo Enamorado© (Elegidos I) [COMPLETA]

4 *

Sin pensarlo dos veces, corro hacia aquel templo, ignoro las llamadas de distintas personas, llegó a él y sin esperar más, de un solo toque las puertas se abren mostrándome sin duda alguna, el templo de mi sueño.

- ¡Leah! ¡Ven inmediatamente con el grupo! -Dijo mi profesor el cual sin duda alguna estaba molesto- ¡¿Cómo se te ha ocurrido salir corriendo así de la nada hacia aquel templo el cual es el más importante de todos?! ¡¿Acaso todo lo que te hemos enseñado no ha servido de nada?! ¡No puedes ser imprudente en lugares arqueológicos y aun si están en investigación! ¿Cuantas cosas habrás...?

-Antes de que termine su oración, por lo que puedo percatarme, su alumna no a malogrado nada, no sabe cuánto hemos intentado entrar a aquel templo sin dañarlo y para suerte nuestra su alumna logró abrir la puerta que ninguno de nosotros pudo así que no la riña, agradézcanle porque nosotros no estamos molestos, estamos felices - dijo una mujer cerca de sus 40 la cual parecía ser la que estaba al mando.

-Pero aun así ha sido imprudente- espeta mi profesor

-Eso no puedo negarlo, pero su imprudencia nos ha ayudado

-Yo...yo lo siento mucho...-Digo en un susurro el cual por suerte fue audible para ambos

- ¿Porque lo has hecho Leah?

Me quedo callada, no podía responder a su pregunta, si le decía la verdad, que sentía una conexión con aquel templo, que me llamaba o que lo había soñado, me tomaría por loca

-Ya déjela señor, ella ya ha pedido disculpas y no ha dañado nada así que tampoco creo que sea conveniente seguir con esto.

El me mira molesto- Esta bien, pero Leah tienes que prometerme no volver a hacer ninguna imprudencia ¿ok?

-Prometido profesor....

-Ahora alza el rostro y únete al resto del grupo

Y así lo hago, sigo la indicación y me alejo de aquel templo reuniéndome con mis compañeros, todos mirándome desconcertados y susurrando un montón de cosas las cuales no logro oír

-Profesor, ¿Me puedo quedar con su alumna, Leah?

Al escuchar esa pregunta me quedó desconcertada y volteo rápidamente para darme con la sorpresa de que la misma mujer que segundos antes me había salvado del castigo había dicho eso

-No creo que sea conveniente señora - responde mi profesor

-No se preocupe, si hace algo será bajo mi responsabilidad así que usted no tendrá que hacerse cargo de nada- no necesitó más para convencer al profesor, el acepta dejándome con aquella arqueóloga.

Me sentí incomoda, no la conocía de nada y me había ayudado con la furia del profesor, me permitió seguir en las ruinas y más aún, a su lado ¿Quien en su sano juicio dejaría que alguien imprudente entrara en una zona arqueológica?

- Zeila, mucho gusto

-igualmente...

-Te estarás preguntando el porque te retuve conmigo, es simple, despiertas mi curiosidad

- ¿Su curiosidad?

-Es extraño, nadie de nosotros pudo abrir aquella puerta y con el solo roce de tu mano la puerta automáticamente se abrió ¿No es curioso?

No sabía que responder, en ese momento me quedo callada sin saber que decirle a aquella mujer que tan solo había conocido unos segundos antes, tampoco podía decirle la verdad, sabía que no podía decirle nada, no confiaba en ella, pero por alguna extraña razón, algo me impulsaba confiar en ella, no sé, era extraña esta sensación