EN TIEMPOS DE SOMBRAS ( Borrador )

EL DÍA DE BLANCA

Me despierto por los rayos del sol que entran por mi ventana y me deslumbran, hoy es un día muy especial para mí, pues, cumplo 21 años. Me levanto de mi cama, pongo los pies en mi alfombra y me dispongo a vestirme para ir a desayunar junto a mis padres, una vez lista bajo y me dirijo a la cocina.
- Buenos días papá,  buenos días mamá.
-Buenos días hija felicidades por tus 21 años -dijo mi madre.
-Felicidades Blanca -repitió mi padre.
- Gracias a los dos.
- Siéntate a desayunar.
-Sí enseguida mamá.
Suena el teléfono en el momento en que iba a sentarme.
-Upps , voy a contestar -
Voy a contestar el teléfono.
- Sí,  dígame-
- Hola, soy Federico Williams quisiera hablar con Fernando Brown-
-A si, el señor Williams, en seguida le comunico con mi padre- digo amablemente.
- Gracias- Dice sin más.
- Papá es el señor Williams al teléfono, dice que desea hablar contigo - le digo desde el Salón.
En menos que canta un gallo mi padre llega para quitarme el teléfono de las manos.
-Blanca dejame a solas con la llamada- Yo obedezco a mi padre y me voy de nuevo a la cocina para desayunar con mi madre.

Al poco tiempo regresa mi padre a la cocina y nos ordena a no hacer ningún tipo de plan para mañana ya que tenemos una cena pendiente con la familia Williams. 

Después de desayunar me dirigo a la casa de Ana, mi mejor amiga, estudiamos juntas en la facultad de medicina, nos encanta el mundo de la medicina por lo que ambas llegaremos a  ser grandes doctoras. 

Al cabo de 20 minutos caminando,  llego a casa de Ana para tomar un café con ella y así hablar un poco de nuestras cosas.

Ana es una chica morena, esbelta, de pelo rizado, su piel tiene un bronceado perfecto. Lo que más me gusta de ella es la gran personalidad que tiene, es única.No la veía desde hace unos días, debido a que ella estaba de viaje y acababa de regresar.

-Hola felicidades amiga ya te me vas haciendo viejecita eh,  solo te falta el bastón. - Me dice Ana bromeando como siempre, esa es otra de sus cualidades. No me queda otro remedio que reír ante su comentario.

-  Gracias por felicitarme amiga pero tu siempre con tus bromas, eres de lo que no hay de verdad.- digo entre risas- ¿¡ Que tal tu viaje !?- pregunto ansiosa por saber sobre sus vacaciones.

- Muy bien la verdad, ha sido un gran viaje, deberíamos hacer uno juntas este verano.- dice ella animada, yo sonrío y asiento con la cabeza en señal  de estar de acuerdo con ella.

- Por cierto, ¿ Qué me tenías que decir ?-le pregunto directamente.

-En realidad nada,  era para quedar contigo, te extrañaba - dice Ana despreocupada.
-¡Tonta!, me tenías preocupada-

-Lo siento, por cierto  Blanca está noche no hagas planes - dice sería. ¿ Por qué no querrá que haga planes?, esta loquita siempre preocupándome.

- ¿ Y eso ? ¿ Por qué  no ?, es extraño, ya me han dicho dos personas lo mismo, esta mañana mi padre y ahora tú, pero  lo tuyo me deja más intrigada , cuéntame por favor- suplico para que me de una razón.

- Ya lo sabrás esta noche , no seas impaciente y no te preocupes - intenta tranquilizarme , cosa que veo muy difícil.

-Bueno, ¡Qué le voy hacer !- dije quedándome un poco insegura e intrigada.

- Tu solo ponte guapa , con eso te sobra , que de lo demás me encargo yo-   Me insistió Ana con una sonrisa. 

- Esta bien , pues bueno vamos a dar una vuelta que hace un  día muy bonito , además hoy es mi cumpleaños y quiero pasar un día estupendo junto a ti-

- Sí tienes razón Blanca - Me dijo Ana  - vamos a pasar un día precioso ,ya tenía muchas ganas de verte -dice con sinceridad.

Ambas decidimos pasear  por las calles de  Madrid, hablamos hasta aburrirnos  ya que cuando dos mejores amigas quedan  para hablar es más fácil que caiga un rayo a que paren de hablar y pues como buenas amigas que somos cumplimos esa regla. Hablamos de diversos temas entre otros temas de futuro, es lo que más nos gusta ya que nos vemos juntas ejerciendo nuestra profesión con orgullo, nuestra vida es la medicina, nos encanta ayudar y cuidar de los demás. Pasamos de tema en tema mientras tomamos cada sorbo de café admirando el maravilloso jardín de la cafetería y con los rayos del sol rozándonos la piel, sentir como el los rayos del sol descansas sobre mi piel me transmite paz, tranquilidad y libertad. Después de tomar el café con esas vistas tan preciosas y la mejor compañía que hacían cada segundo un momento mágico, decidimos ir de compras , almorzar en un restaurante de comida rápida y al atardecer ver una película de terror en el cine, es el tipo de película que más nos gusta.