Madison's POV:
—¡Mueve ese hermoso trasero tuyo y borra esa cara depresiva, Madison!— gritó Louis desde el otro lado de la puerta— ¡Vamos a beber esta noche, nena! ¡Sale de ese escondite de mierda!
Con pereza y rodando los ojos me levanté de la cama y abrí la puerta. Él estaba ahí parado, al pie de ella, luciendo una camisa azul arremangada hasta los codos que dejaba a la vista algunos de sus tatuajes y sonriendo con esa estúpida hermosa y blanca dentadura.
—Vas a despertar a todo el edificio con tu voz chillona.
—No me importa— dijo encogiéndose de hombros— Vamos a beber hoy, hace dos días que estás ahí como una indigente, pareces una perra apestada Madie.
—No parezco una perra apestada— hablé mientras veía en como él se metía a mi habitación sin permiso y comenzaba a rebuscar entre mi ropa.
—Estás apestada y llena de tiña.
—Louis— lo llamé en un suspiro— Sólo traeme más helado y pañuelos por favor.
—Lo único que te traeré será vodka, sal y limón para nuestra previa, cariño.
Hace una semana había terminado mi relación de un año y medio. Y ni siquiera me había afectado el hecho de que no íbamos a estar más juntos, sino que había sido la relación más estable en la que alguna vez he estado y se me iba a hacer raro de ahora en adelante.
Pero fue Louis el que puso el grito en el cielo cuando le dije que el muy idiota de Connor se había metido con una de las perras de su trabajo.
—Le voy a romper la cara y le sacaré todos los dientes a ese hijo de puta— fueron sus palabras antes de salir del departamento cuando le dije entre lágrimas lo sucedido.
Vaya paliza que recibió Connor ese día.
Con Louis habíamos sido amigos desde que tengo memoria. Él fue el que estuvo ahí cuando tuve mi primer período, me consoló toda la tarde porque yo no paraba de llorar. Y yo estuve ahí, literalmente, alentándolo cuando a los trece años dió su primer beso.
Obviamente había una confianza inaudita, teníamos nuestros propios chistes internos y anécdotas que sólo nosotros sabíamos, como aquella noche de año nuevo, cuando le dimos la bienvenida al 2016 en Las Vegas y celebramos toda la noche. No recordamos nada a excepción del día siguiente cuando despertamos desnudos y abrazados en la habitación del hotel.
Pero actuamos con madurez, nos reímos toda la mañana de lo que había pasado y prometimos no decirle a nadie de lo ocurrido.
Ambos vivíamos en el mismo edificio prestigiado de la ciudad, literalmente vivíamos al frente pero muchas veces me planteé la idea de mudarme debido a que todos los días se tomaba el tiempo de asaltar mi refrigerador y robar mi comida.
—Te pondrás este vestido y te subiras en los tacones negros que me hiciste comprar.
Me lanzó la prenda la cual consistía en un corto vestido negro de tiras y ajustado al cuerpo.
—Es un poco... Revelador, ¿No crees?—, dije mirando la diminuta prenda— Además no es mío, es de Ellie.
—No me importa, te ves caliente con ese vestido de todas maneras— dijo ahora empujándome al baño— Te prestare mi chaqueta de mezclilla si quieres pero ahora anda a bañarte, perra apestada.
Rodé los ojos nuevamente y me metí en el baño para tomar una ducha corta. Quince minutos más tarde ya estaba retocando mi maquillaje mientras Louis iba por su chaqueta de mezclilla.
—¡Así es Madison!— grita cuando entra nuevamente a la habitación y me da una palmada en el trasero.
—¡Deja de gritar, pitufo!
Soltó una carcajada y me tendió la chaqueta cuando hube terminado de aplicar labial. Me la puse y me permití doblar las mangas debido a que me quedaba demasiado grande.
—Te ves bien Madie, ahora sólo eres una perra pero no apestada.
—Soy una perra sana— dije sonriente mientras tomaba mi cartera— Estoy lista.
—Los dientes.
—Ya me los lave Lou...
—Los dientes Madison.
Le saqué el dedo de al medio mientras me dirigía al baño y tomaba mi cepillo de dientes y aquella pasta especial que él me había regalado.
Si, Louis Tomlinson todos los meses me regalaba pasta dental.
—Maldita sea la hora en que quisiste ser dentista— me quejé mientras llevaba el cepillo a mi boca.
Veinte minutos más tarde ya estábamos tomando el uber que nos llevaría al club debido a que ninguno de los dos quiso manejar aquella noche.
—Lo pasarás exelente Madison— dijo el estúpido mientras pasaba un brazo por detrás de mis hombros— Te ves caliente con mi chaqueta y esos estúpidos zapatos que me hiciste comprar.
—Son los tacones más hermosos del mundo Louis— dije viendo los zapatos de taco alto, delicados y de punta fina.
—No sé como puedes caminar con esas cosas— dijo rodando los ojos.
Cuando llegamos al bar-club, la música electrónica inundó nuestros oídos. Nos abrimos paso entre la gente para lograr llegar a la barra y mientras Louis pedía los tragos me dedique a ver las luces de azul y rosa neón que alumbraban el lugar.
Sentí como tocaban mi codo y cuando voltee me encontré con Louis y dos vasos de tequila, limón y sal. Ambos comimos la sal y limón para lueho tomar el líquido al mismo tiempo.
—¡Por la soltería, Madison!
—¡Viva la soltería, Louis!
Ambos volvimos a tomar nuestra segunda ronda de shots después de nuestro pequeño brindis.
Luego de cuatro rondas más, nos fuimos a la pista de baile y comenzamos a mover nuestros cuerpos al compás de la música. Las manos de Louis estaban sobre mis caderas y sentía su respiración en mi oído mientras "Heads Will Roll" sonaba a todo volumen.
Y entonces me dejé llevar, dejé que el alcohol haga efecto en mi sistema y que mis extremidades y caderas se muevan por sí solas. La gente seguía bailando al rededor de nosotros por lo que el ambiente se hacía más caluroso aún.
Y es que estando bailando así con Louis y con el tequila quemando mi garganta, parecía ser la respuesta a la superación de mi ruptura.
Luego de haber bailado casi treinta minutos más, volvimos a la barra y mientras Louis pedía más vodka para él, me di la libertad de pedir un mojito.
Volvimos a la pista luego de haber bebido nuestras respectivas bebidas y comenzamos a bailar nuevamente. Estaba consciente de las miradas que recibía yo y las atentas miradas de las chicas que le daban a Louis.
Después de todo, el chico tenía lo suyo.
Oh vamos Madison, Louis es caliente como la mierda.
Sin embargo no pude recordar más allá de eso, porque mi cuerpo y mente estaba tan dentro de la música y del ambiente de aquel club, que ya no tenía problema ni pena alguna.
Sólo éramos yo, Louis, la música y el alcohol.
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Into You » L.T (#1)
Fanfiction"-Oh cariño mira lo que has empezado, ¿Esto de verdad está pasando?" "-Madison, sólo callate y bésame." Créditos: ©Ally_OneRight 2018. Todos los derechos reservados. A One Direction AU. [Novela inspirada en «Into You By: Ariana Grande»] PROHIBIDA...