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Louis's POV:

El sábado había llegado y por ende no tuve que trabajar. Me levanté con pereza y me dió mucha pena dejar mi cama, pero el reloj ya marcaba las nueve de la mañana y yo tenía que ordenar.

Me puse un pantalón de buzo y un hoodie, me lavé los dientes para luego salir y tocar la puerta de Madison. Ella sólo estaba envuelta en una diminuta toalla y su cabello estaba atado en un moño alto.

—Buenos días mejor amiga — dije entrando a su departamento.

—¿Como amaneciste? — cuestionó mientras ponía el agua a hervir.

—Con hambre así que más te vale que tengas algo bueno para el desayuno.

—Me tengo que bañar primero así que tu prepara el desayuno, para algo que sirvas— rió y se encaminó hacia el baño.

Quise comenzar a hacer un tipo de omelet pero la verdad es que era pésimo en la cocina y no me quería arriesgar a quemar el departamento de Madison. Sentí el agua de la ducha correr y fui directamente al baño.

Madie ya estaba al interior de la ducha mientras cantaba una canción, me deshice de mis prendas junto con mis bóxers y abrí la puerta semitransparente.

—¡Estúpido idiota casi me matas!— reclama ella luego de que yo la haya asustado.

—Comparte shampoo, en mi baño no hay— dije mientras mojaba mi cabello. Ella rodó los ojos y me tendió el pote.

Vi descaradamente la espuma caer por el valle de sus senos y su abdomen. Ella pasaba una esponja con jabón de fresas por todo su cuerpo mientras yo lavaba mi cabello.

—¿Hoy tienes tu salida con Rebecca?

—Si, estaba pensando ir a algún Rooftop Bar— dije enjaguando mi cabello.

—Me parece una buena idea.

Por iniciativa propia tome la esponja de su mano e hice a que se voltee para poder pasarla por su suave espalda. Pero entones sentí su trasero muy cerca mío.

—Parece que alguien está despierto— murmuró apegándose más a mi.

Pasé mis manos por debajo de sus brazos y acaricie sus senos. El agua nos seguía mojando a los dos y la espuma estaba por todos lados de nuestros cuerpos.

Toqué su centro y comprobé lo excitada que estaba en el momento en que gimió.

—Inclínte un poco hacia adelante— le susurré en el oído y ella lo hizo.

Y entré en ella.

—Mierda...

Comencé el vaivén de mis caderas. Entrando y saliendo de ella rápidamente mientras mis manos sujetaban con fuera sus caderas. Ella se apoyó en la cerámica de la ducha y se inclinó más, cosa de que yo tenía una perfecta vista a su trasero y diminuta cintura.

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Into You » L.T (#1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora