–¡Amaia! ¡Amaia despierta o llegarás tarde!– gritó Javiera – ¡Vamos, ve a desayunar!
Desperté de mi profundo sueño cuando oí los gritos procedentes de mi madre ¿No me podría dejar dormir un poco más? Levantarme a estas horas para nad... ¡Espera! Lo había olvidado, hoy me voy a la casa de mi prima a pasar el verano. No es porque a mi me apetece, es porque mis padres van a estar ocupados con su nuevo proyecto en Madrid, una empresa de instrumentos de cuerda. Sí, mis padres son músicos. A mi me encanta tocar el piano desde pequeña y también canto pero en la ducha, porque me da vergüenza que me oigan. Mi madre dice que canto bien, pero como todas las madres, supongo.
Lo que menos me gusta de tener que irme, es que voy a dejar de ver a mis amigos durante tres meses. ¿Qué va a hacer una chica de 16 años en el campo? Lo poco que recuerdo y lo que me ha contado mi madre es que el sitio es un pequeño pueblo de Pamplona (la ciudad donde yo nací) de pocos habitantes. Pero también me ha dicho que podré ir al pueblo de al lado, que al parecer es más grande y tiene más cosas con las que poder "divertirme", así, entre comillas, porque divertirme en un pueblo en el que no conozco a nadie no creo que vaya a ocurrir. Si fuera por mí, me quedaría en Barcelona para siempre.
Ya era casi la hora de irme, estaba en la estación con mi madre y mi padre.
– ¿Seguro que no te olvidas de nada?– preguntó mi madre por quinta vez.
– Mamá, ya te he dicho que no – dije otra vez.
Mi padre no decía nada, se dedicaba a mirar las vías del tren. Yo sé que estaba un poco triste, no le hacía gracia que me fuera sola tres meses, ni aunque fuera a casa de mi prima (que tiene 35 años). Yo nunca la he visto como una prima sino como a una tía. Siempre la he llamado Tita Miriam. Para mí, mi verdadera prima es Aitana. Tiene mi edad y de pequeñas jugábamos juntas cuando yo vivía en Pamplona. Tengo muy buenos recuerdos con ella.
Cuando estaba sumergida en mis pensamientos, el tren ya estaba allí.
Me despedí de mis padres dándoles un abrazo muy fuerte y de larga duración ya que ninguno de nosotros queríamos separarnos. Me subí al tren con mi equipaje y seguidamente me dirigí hacia mi vagón correspondiente y me senté en el asiento, al lado de nadie.
Pasé mi viaje pensando en qué me iba a deparar el futuro en aquel pueblo, tenía la pequeña esperanza de pasarlo bien con mi prima. A ella siempre se la ocurrían buenos planes. Además, Miriam casi no estaría con nosotras porque mis padres me han contado que tiene mucho trabajo por allí. Cogí mi movil y le mandé un mensaje a Aitana: Aiti, en media hora llegaré a Pamplona y cogeré un taxi hacia tu casa. ¡Qué ganas de verte! Bua, va a ser genial.Ya casi estaba llegando al pueblo y cada vez aumentaban más mis nervios.
Cuando llegué, me bajé del taxi después de haber pagado y me quedé mirando todo a mi alrededor. No era como yo esperaba, la verdad es que había mucha vegetación y era precioso. Por un momento me sentí como Heidi. Caminé un poco desorientada por un sendero de tierra y piedras hasta llegar a la casa. Me acordaba perfectamente de ella y eso que hace muchísimo tiempo desde que vine aquí.
Llamé a la puerta y esperé medio minuto a que alguien abriera. Llegué a pensar que se habían olvidado de que iba a quedarme el verano.
Miriam abrió la puerta.– ¡Amaia! ¡Qué alegría! Te diría lo mucho que has crecido pero supongo que es obvio y estarás cansada de oírlo. – dijo con una sonrisa en la cara.
– Sí, la verdad es que sí. Tú también estás muy cambiada. – dije entusiasmada.
– Pasa, no te quedes ahí. Ahora esta es tu casa. Deja que coja tu maleta.
Al entrar en la casa, me quedé embobada viéndola. No era para nada como yo recordaba. No era la típica casita de pueblo rústica, más bien era moderna con un toque minimalista. Tita Miriam siempre tuvo un buen gusto. Supongo que reformaría la casa cuando la abuela murió.
–¡Amaiaaaaaaaaaaa! – dijo alguien bajando las escaleras.
En cuanto gritó mi nombre ya supe quién era, estaba claro. Solo podía ser una persona.
.....................................................................¡Hola! He decidio empezar a escribir esta historia sobre Alfred y Amaia. Es una historia que yo ya me había imaginado y me pareció buena idea compartirla con quien la quiera leer! Los capítulos no tendrán una programacion, los iré subiendo cuando pueda. Gracias por leer y espero que os guste!!
Twitter: @MRY_4OT
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Por Si Te Hace Falta
Fanfiction[Historia Alternativa] Amaia, con 16 años tiene que irse a casa de su tía en Pamplona. La idea no parece gustarle mucho hasta que Alfred aparece en su vida de repente. Ya nada volverá a ser lo mismo, ni siquiera ella. - ¿Sabes? tú formas parte de es...