En el papel ponía : Para Amaia. Nada más leerlo supe que esa letra era de Alfred y me emocioné tanto que lloré. No sé si era de rabia por no estar con él, o de emoción por aquella nota o de tristeza... pero me emocioné. Comencé a leer con las lágrimas corriendo por mis mejillas como si de una carrera se tratara.
Hola Amaia. Si estás leyendo esto es muy probable que ya estés en Barcelona, a 500km de mí. Espero que tus amigos allí te apoyen en todo como yo lo haré desde cualquier sitio. Que sepas que lo nuestro no va a acabar aquí. No tengo ni idea de cuándo te volveré a ver pero te puedo garantizar que lo haré. No podemos tirar nuestra relación a la basura por unos kilómetros de distancia, aunque sean muchos.
Después de esta reflexión, mira en el bolsillo exterior de tu maleta.
Paré de leer e hice lo que la notita decía. Deslicé la cremallera y encontré su amuleto. Lo cogí y miré cada una de las puntas de su forma, una estrella, mientras recordaba cuando Alfred me lo enseñó por primera vez. Significaba mucho para él. A continuación, seguí leyendo.
Como puedes observar, es mi amuleto. Te lo doy a ti como garantía de que algún día, cuando volvamos a estar juntos, me lo tendrás que devolver y espero que ese momento llegue pronto.
Te quiero muchísimo Amaia. Recuerda que yo siempre estaré ahí por si te hace falta.
Terminé de leer igual que cuando empecé, llorando. Mentiría si dijera que no era la carta más bonita que me habían escrito nunca. O al menos a mí me lo parecía.
Cogí el amuleto de Alfred y le até una cuerda para ponérmelo de collar. Así siempre me acordaría de él aunque sería difícil no hacerlo independientemente de si tenía aquel complemento puesto o no.
.............................................................
Aquellos días fueron muy duros para mí. No hacía otra cosa que pensar en Alfred y eso no provocaba que me sintiera bien sino todo lo contrario. Busqué algo para hacer pero me pasaba el día entero mirando a un punto fijo mientras recordaba todo lo vivido en aquel pueblo de Pamplona. Pero mi amigo, Roi, me llamó.
– ¡Roi! – grité por la línea de teléfono.
– ¡Amaia! Me he enterado de que has vuelto a Barcelona – dijo – ¿Cómo te fue por allí?
– Genial... he pasado uno de los mejores meses de mi vida, lo juro. – respondí con una sonrisa que, afortunadamente, Roi no podía ver a través del móvil.
– No sabes cuánto me alegro. Entonces tendrás muchas cosas que contarme ¿no? ¿cuándo quedamos?
– ¿Te parece bien a las seis en el bar de siempre? – propuse.
– Allí nos vemos – colgó.
Su llamada fue un alivio. Me hizo ver que había más vida más allá de mi habitación y acordarme de que en Barcelona también tenía buenos amigos. A lo mejor no tanto como Alfred (si se podía considerar un amigo...) y Aitana pero se preocupaban por mí y les quería muchísimo.
Llegué al bar y le vi sentado en una de las sillas del fondo. Fui corriendo a abrazarlo y me alegró que todo siguiera como antes. Me contó lo que había hecho ese mes cuando yo no estaba y yo le escuché, por primera vez, sin pensar en otras cosas.
– ¿Y tú qué? Cuéntame qué hiciste por los montes de Pamplona – rió.
– Bua... – miré hacia abajo y me sonrojé.
– Uy, Amaia... me parece que tienes algo que decirme.
– Conocí a un chico. Alfred – dije con una sonrisa.
– Conociste a un chico llamado Alfred y... – comentó para que continuara.
– ¡Roi! – reí – y me enamoré de él, aunque sea difícil de creer.
– A sí que mi querida amiga ha ligado... qué grande eres – bromeó.
– No es un simple ligue. De verdad que me he enamorado... siento cosas por él que no había sentido nunca.
– Y ¿qué va a pasar? tú vives en Barcelona y él en Navarra.
– No lo sé ni yo, Roi. Nos hemos prometido que nos volveríamos a ver pero no llego a visualizar ese día. Es como algo que veo muy difícil... y tampoco quiero que lo nuestro se quede en un amor de verano porque de verdad quiero estar con él.
– Me dejas impresionado. No pensé que te fueras a enamorar de alguien así. Te entiendo. En ese caso tienes que luchar por lo que sientes. A veces las cosas no son tan fáciles como pensamos. – me apoyó.
– Jo, de verdad, muchas gracias Roi. Si no fuera por ti ahora mismo estaría en mi cuarto llorando por las esquinas.
Después de esa conversación nos fuimos a una discoteca donde me reencontré con mis amigas que conocía desde hace bastantes años y pasé una noche estupenda sin preocupaciones de nada.
Roi me hizo recordar cómo era mi vida antes de que apareciera Alfred y disfruté muchísimo, no obstante había una parte de mí que estaba apagada y aquel chico era el causante.......................................
Al pasar una semana y media de aquello, decidí llamarle. Habíamos intercambiado algunos mensajes esos días, la mayoría sin importancia pero echaba muchísimo de menos su voz y su manera de hablar tan peculiar. Busqué su nombre entre la lista de contactos y él estaba de los primeros. Ventajas de que su nombre empiece por 'A'. Le di a llamar y esperé unos segundos hasta que lo cogió.
– Alfred, hola – dije con entusiasmo.
– Amaia... – pronunció un poco desganado – perdóname pero me pillas en mal momento y tengo que colgar. Ya hablamos.
¿Qué demonios acababa de pasar? ¿Mal momento? Me quedé perpleja ante aquella situación y lo único que se me ocurrió hacer fue tirar el móvil encima de la cama, con rabia. ¿Tan mal momento era para no querer hablar conmigo? Por lo menos podría haber dado alguna explicación mas allá...
No voy a mentir, lo primero que pensé fue que estaba con otra chica. Y me enfadé muchísimo por ello. Era muy desagradable imaginarte a la persona que quieres con otra...
Me tiré en la cama, apartando el teléfono e inevitablemente me puse a llorar. Porque al fin y al cabo yo tenía 16 años y en esa situación me vi totalmente indefensa sin nada que hacer. Esa era mi forma de descargar toda la ira y los sentimientos acumulados durante ese tiempo que estuve sin él...........................................
¡Nuevo capítulo! ¿Qué pasa con Alfred? ¿Por qué ha colgado a Amaia? ¿Y qué estaba haciendo? Amaia no entiende absolutamente nada...
Muchísimas gracias por leer y por todo el apoyo! Ya hay 5k de lecturas y es todo gracias a vosotros por confiar en la historia. Un abrazo!
Twitter: @MRY_4OT
![](https://img.wattpad.com/cover/142370882-288-k877958.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Por Si Te Hace Falta
Fanfiction[Historia Alternativa] Amaia, con 16 años tiene que irse a casa de su tía en Pamplona. La idea no parece gustarle mucho hasta que Alfred aparece en su vida de repente. Ya nada volverá a ser lo mismo, ni siquiera ella. - ¿Sabes? tú formas parte de es...