Capítulo 23

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Hola Aitana. Siento si estás enfadada conmigo, no era mi intención. El otro día discutí con Amaia, me dijo que se había equivocado conmigo. Ella cree que estoy con Raquel o algo parecido, pero no. No te voy a mentir, estoy cabreado con Amaia. Ni siquiera me dejó que le explicara todo... pero bueno, te lo cuento a ti:

Una de las condiciones de venir a Barcelona para hacer mi música era que estuviera con la hija de mi productor, Raquel. Su padre me explicó que ella no tenía muchos amigos y me pidió que yo fuera su amigo. Lo que pasa es que al final, Raquel quiere algo más que ser amigos y yo no hago más que darle largas para quitármela de encima. Por dentro me siento mala persona, pero todo esto lo hago por estar aquí, en Barcelona, con Amaia y también contigo.

Ojalá puedas entenderme. Ah, y, estoy quedándome en casa de mi productor. Pero le comenté que no dijera nada, así que por eso os contestó que no sabía dónde estaba. Lo siento.

Te quiero.

Tuve que pararme a leerlo otra vez porque no acababa de entenderlo. Alfred hacía todo eso, resumidamente, por Amaia. Era muy bonito a la vez que triste, porque los dos estaban enfadados por eso mismo.

[...]

(Narra Amaia)

Todo era una mierda sin Alfred. Parecía que le habían quitado el color a la vida... me levantaba sin ganas de hacer nada.
No tenía ni idea de dónde podría estar, y yo ya empezaba a sospechar de que se había ido a Pamplona y ya no le iba a ver más en mi vida. Pero mi prima me sacó esos pensamientos de la cabeza cuando entró en mi habitación.

– ¡No te vas a creer esto! – dijo señalando al móvil.

– ¿Qué pasa? – pregunté ansiosa.

– Vale, te tengo que contar algo. Cuando fui al supermercado a comprar, me encontré con Alfred. Le eché la bronca y te defendí. Bueno, también estaba Raquel y...

– ¿¡Raquel!? Así que es verdad que están saliendo... – me entristecí.

– ¡No! Amaia, lee esto. Es un mensaje de Alfred.

Leí todo el texto y me quedé sin nada que decir, salvo una cosa.

– Joder, Aitana... la he cagado muchísimo.

– Amaia, mira el lado bueno. Raquel no es nada para él más que la hija de su jefe. Todo lo está haciendo por ti.

– Sí, pero también está enfadado por lo que le dije.

– Normal...

– Yo no quería decirle eso, ¡Claro que no me he equivocado con él! – dije frustrada.

– Él lo sabe. Seguro que lo sabe.

– No sé, Aitana... ¿Cuándo va a volver?

– No tengo ni la más mínima idea, no me ha dicho nada. Supongo que hasta que no arregléis las cosas...

– ¿No le puedes decir que vuelva?

– Seguro que no quiere. Está enfadado, Amaia. Las cosas no son tan fáciles.

– Bueno, por probar... además, juro que no le diré nada al respecto. – insistí cual niña pequeña.

– Está bien, lo voy a intentar. – accedió mi prima.

(Narra Aitana)

Amaia me había pedido que llamase a Alfred para que volviera a casa, y yo la quería ayudar, pero no estaba muy segura de que aquello funcionara. De todas formas, lo hice. (Y por suerte, me respondió a la llamada)

– Hola Alfred.

– ¿Qué pasa Aitana?

– Nada... ¿Cómo estás? – intenté despistarle.

– Pues no sé, aquí.

– Pero, ¿Bien? – insistí.

– Todo lo bien que puedo estar.

– Ay Alfred... oye, ¿Por qué no vuelves? – pregunté algo entrecortada.

– No, Aitana. Lo mejor ahora mismo es estar separados. No quiero volver y tener que pelearme con una niña pequeña.

– Con esa actitud seguro que os peleáis. Lo he estado hablando con ella y me ha prometido que no te diría nada.

– ¿Y vamos a estar sin hablarnos hasta que nos volvamos a Navarra?

– Eso es cosa vuestra... yo no puedo hacer más de lo que estoy haciendo.

– Ya...

– Desde luego que así, separados, no vais a arreglar nada.

– Te lo agradezco, Aitana. Pero no creo que sea buena idea...

– ¡Queréis dejar de comportaros como niños pequeños! ¡Los dos estáis deseando veros! ¡Alfred, de verdad! – solté todo lo que quería decir.

– Joder, Aitana...

– Hazlo aunque sea por mí. Yo también quiero verte.

– De acuerdo... pero como pase algo más, me voy de allí.

– Acepto. Ya estás viniendo. – le metí prisa.

– Vale, a la hora de la cena estaré allí.

– Te quiero Alfred.

– Te quiero.

(Narra Amaia)

Aitana me había confirmado que Alfred iba a volver, y yo no podía estar más nerviosa. No sabía lo que podía pasar. Tenía una pequeña esperanza de que todo volviera a ser como antes, pero no fue así, ni mucho menos.

Cuando Alfred entró por la puerta, yo estaba cenando en la cocina, con mi prima. Aitana se levantó a abrazarlo y yo me quedé observando. Cuando se despegaron, noté como me miró levemente.

– Hola. – dije tímidamente.

Pero no obtuve una respuesta por su parte. Se dedicó a coger todo su equipaje para llevarlo a la habitación. A mi habitación.

¿Va a dormir en mi cuarto? Si ni siquiera me ha dicho ni hola..., pensé.

No estaba enfadada, entendía que no me hubiera respondido. Pero estaba algo decepcionada conmigo misma, todo eso había pasado por mi culpa.

Seguí cenando intentando concentrarme únicamente en mi plato, y no en lo que estuviera pasando en la planta de arriba de la casa. Aunque no fue muy fácil.

Después de unos diez minutos, los dos bajaron a cenar. Yo ya había terminado y estaba sentada en el sofá. De vez en cuando le miraba un poco de reojo, pero él estaba muy concentrado en la conversación que estaba teniendo con Aitana. Yo ni siquiera me fijé en el tema de la conversación. Lo único que me importaba era él, y si en algún momento hacía algún amago de mirarme o hablarme. Pero no.

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Hola chic@s!! Aquí está el nuevo capítulo. Muchísimas gracias a todos por los comentarios que me hacen tan feliz...
Y aprovechando que puedo transmitir cosas por aquí... estos días, hay mucha gente (por llamarles de alguna manera) que está en contra de Alfred y Amaia (y bueno, lo que todos sabemos ya). Por favor, quiero pedir que todos nos unamos para apoyarles, ahora más que nunca. Al final todas esas personas incoherentes se quedarán atrás, donde deben estar. Luchemos no sólo por ellos, también por nosotros y la supuesta libertad de expresión que tendríamos que tener! Por si les hace falta, nosotros estaremos allí.
"La música es lo único que nos hace libres"

Gracias a todos!

Twitter: @MRY_4OT

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