Epílogo

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Un buen matrimonio no requiere de un hombre perfecto, o de una mujer perfecta, sólo requiere de una pareja que esté dispuesta a esforzarse juntos por alcanzar la perfección.

Mis damas sostenían mi vestido, mientras mis pelos se ponían de punta.

Mi vestido era blanco, liso, largo y sumamente ampón; la parte de la falda tenía triple tela la última era brillosa, mientas que la parte de arriba era lisa y de ceda, las mangas eran cortas y dejaban al descubierto mis hombros. Llevaba unos tacones blancos de punta, y mi peinado era un chongo simple con una trenza alrededor de éste. El velo era aún más largo que mi vestido, pues era de aproximadamente quince centímetros. El tocado era de pequeñas rosas blancas. No llevaba mucho maquillaje, únicamente me había pintado la boca de color rojo y me delineé los ojos de color negro. Me sentía sumamente linda.

— ¡Abran la puerta! —Gritó Hannia la cual era mi dama de honor.

La puerta se abrió y la música comenzó a sonar. Ahí estaba él. Peter. Parado frente a mí, con su traje elegante y su sonrisa que me congelaba el alma.

Caminé hacia el frente, mis piernas temblaban, y aseguraba que el ramo de flores se me caería en cualquier momento. Las cámaras me seguían, pues la boda sería transmitida en vivo. La iglesia era hermosa y enorme, era totalmente blanca y tenía unas cuantas fuentes en las esquinas. Miré hacia los lados; Kalyn y Nancy se encontraban bellísimas, Kalyn llevaba un vestido azul con cinturón blanco que le llegaba hasta las rodillas, mientras que Nancy llevaba un vestido de rayas horizontales blancas y negras, le llegaba abajo de las rodillas, pero me sorprendió verlas tomadas de las manos ¡Tendrían que contármelo después!; mi madre estaba llorando de alegría mientras que papá intentaba calmarla y mi hermanito me miraba con admiración. Mi abuela estaba vestida con un vestido morado radiante, lucía espectacular. Jolan estaba acompañado de la chica de sus sueños, el chico perdió mi número y por eso nunca volvió a llamar, pero me alegraba que estuviese con aquella que alguna vez había llamado mi amiga; lucía bellísima, su vestido era largo y ajustado, de un color verde agua, su pelo era rosa pastel y se le veía hermoso, era delgada y tenía una enorme y reluciente sonrisa. Todos teníamos una vida feliz. <<Un comienzo feliz.>>

Llegué hasta el altar y miré a Peter fijamente a sus hermosos ojos verdes, el miraba con lujuria y amor a la vez, en sus ojos se reflejaba la plena felicidad de ver a su próxima esposa en el altar por primera vez. Mientras que yo, intentaba aguantar las lágrimas.

—Estamos aquí reunidos, para unir a esta hermosa mujer—comenzó a decir el padre—, y éste gran caballero, en sagrado matrimonio. Un sacramento que unirá dos caminos, para forjar uno solo. Comenzaremos con los votos. —Le pasó el micrófono a Peter el cual sacó una ficha de su saco en la cual se encontraban los votos.

—Catalina Rosewood, aún recuerdo la primera vez que te vi. Llevabas una bata de hospital, estabas descalza y te habías caído al frío suelo —lágrimas de felicidad brotaron de sus hermosos ojos—. Te ayudé y cuando te miré a los ojos vi una luz que no cualquiera logra ver. Fue así cuando me di cuenta de que quería conocerte más a fondo, pero tus puertas estaban completamente cerradas, pues tu corazón le pertenecía a alguien más. Recuerdo que pasaba horas esperando a que salieras de la sala de artes, para toparme contigo "Por accidente" —me sonrojé—, y la verdad es que sólo quería ver esos hermosos ojos cafés y un lindo cabello rojo —aquello hizo que no pudiese contener las lágrimas, pero ésta vez, ya eran lágrimas de plena felicidad—. Eres la clase de persona que tiene un corazón noble y valiente, y sé que cuidarás muy bien de mi corazón, porque te pertenece. —Aquello último provocó que todos dijeran un larguísimo "¡Awww!"

—Peter Lorey, mi chico de ojos verdes, no sabes cuanto te agradezco por haber aparecido en mi vida, desde que mi primer amor murió, jamás pensé encontrar el amor nuevamente, pensaba que fracasaría en todos mis intentos, pero me equivoqué, y sin darme cuenta, apareciste tú. —Peter sonrió tiernamente y nuevamente los "¡Awww!" Aparecieron.— Es por eso, que te entrego mi vida, mi corazón y mi ser. Porque te atreviste a llenar un vaso que estaba vacío, y es así, que hoy estoy aquí, parada en éste altar, diciéndote lo mucho que te amo.

—Si hay alguien que quiera oponerse que hable ahora o que calle para siempre —dijo el padre.

—¡Yo me opongo! —Gritó Hannia, lo que hizo que todos la miráramos fija y sorprendidamente—. Es broma, sigan con la boda —solté un suspiro y una risita, Peter hizo lo mismo.

—¡Los declaro marido y mujer! —concluyó el padre—. Puede besar a la novia.

Peter me tomó de la cintura y me dio un beso apasionado y dulce, un beso como marido y mujer.

Aplausos sonaron por toda la iglesia.

Peter me tomó de la mano y salimos de la iglesia mientras los padrinos y las damas de honor, las cuales la mayoría eran mis primas, nos llenaban de pétalos de rosas.

—Te amo. —Me susurró al oído.

—Te amo más.

Y así fue como me di cuenta, que estaba junto al amor de mi vida.

"Querido Tomas,

Sé que nunca más podremos estar juntos, al menos no en ésta vida. Pero escribo ésta carta porque es mi forma de desahogarme, no sabes lo mucho que te agradezco, gracias a ti ahora tengo la vida que siempre quise tener. Ya no somos una pareja debido a los azares del destino, pero aún somos el dúo dinámico que siempre fuimos, aún eres la persona a la que le debo mi vida, aún eres la persona que salvó mi vida. Y aunque sé que no leerás ésta carta, sé que aún sigues cuidándome como siempre lo hiciste, eres de esas personas que jamás se olvidan, te fuiste como un héroe y aún lo sigues siendo.

Con amor,
Tu mejor amiga."

Enrollé la carta y la metí en un frasco de vidrio. La arrojé al mar, mirando como el frasco se iba poco a poco, junto con los sentimientos que alguna vez sentí.

Sentí unos brazos rodeando mi cintura y un beso delicado en mi hombro izquierdo.

—¿Lista para la mejor luna de miel que el mundo haya visto? —Dijo mi amado esposo.

—Lista.

<<Y puede que tomemos caminos separados, pero siempre terminarán en un mismo lugar>>

Con amor, tu mejor amiga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora