Capítulo 4

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Narradora Alice.

Miro por la ventanilla del coche y sólo veo árboles y más árboles en el camino. Miro a mi derecha y veo como S mira también por la ventana. Delante va el chico rubí tarareando una canción y cuando miro al chico de los tatuajes veo como me mira por el retrovisor muy serio. Este aparta la mirada y yo suspiro.

Después de unos diez minutos más, el coche se para y yo frunzo el ceño. Miro al frente y veo una caseta de madera en mitad de la nada. S me mira y yo niego.

-Vamos.-dice y me mira nervioso. Miro al chico de los tatuajes y este me mira por el retrovisor de nuevo. Al ver que lo miro abre la puerta, sale y cierra de un portazo. El rubio hace lo mismo y andan hasta la caseta. Ando hacia allí mientras mis piernas tiemblan y mis ojos se llenan de lagrimas.

-Ehh Ehh tranquilizate.-dice S y yo lo miro.-No te van hacer nada malo te lo prometo, solo escucha.-asiento y este me sonríe. Me frota el brazo en modo de consuelo y le sonrio.-Venga.-asiento y respiro hondo. Abre la puerta y veo que dentro no hay nada solo una mesa y una silla delante y otra detrás. De repente un hombre aparece y me sorprendo.

-Hola Alice.-dice y siento como mis piernas empiezan a temblar mucho más.

-Tranquila. Toma asiento, no quiero que te caigas por el temblor de tus piernas.-asiento y le hago caso sentándome en la silla. Este hace lo mismo y me sonríe.-¿Sabes? Hace dieciséis años le juré a una persona que iba a pagar por lo que me había hecho.-me sonríe y se echa para atrás cruzando las piernas.-Y esa persona es tu padre. Tomas Fernández.-respiro hondo y mis ojos se llenan de lagrimas. Este se levanta y me sonríe de nuevo.-Éramos muy amigos, que digo amigos, éramos hermanos y sobretodo cuando era en el tema de vender droga en España.-frunzo el ceño y niego con la cabeza.

-Te estas equivocando de persona. Mi padre es uno de los jueces más importantes de europa. El no hace eso.-este suelta una carcajada y niega con la cabeza.

-Tu padre es un hijo de puta, un juez corrupto. Tú no sabes quién es verdaderamente tú padre.-respiro hondo y niego.

-¡NO!.-grito y me pongo de pie dando un golpe en la mesa.

-Tienes el mismo carácter que tú madre. Eres igualita a Emma.-frunzo el ceño y me río.

-Ahí te he pillado.-digo y este levanta las cejas.-Emma no es mi madre, es mi nana. Mi madre murió cuando yo tenia un año. Así que se terminó esta falsa te has equivocado de persona.-este ríe muy fuerte haciendo que yo frunza el ceño y se vuelve a sentar.

-Por favor siéntate.-dice y yo niego. De repente noto como alguien me agarra del brazo haciéndome que me siente y lo miro encontrándome de nuevo con esos ojos verdes.

-Te ha dicho que te sientes.-dice entre dientes y yo asiento asustada.

-Tu madre, querida Alice, es Emma, tú nana.-yo niego y este asiente.-tú padre quería quitarle a Emma su hija, ósea tú, entonces ella se negó y le suplico a tu padre porque sabía que él ganaría, ser juez es tener mucha ventaja, entonces hicieron un trato los dos. Ella sería tu cuidadora, pero nunca te diría que ella es tu madre.

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