24.

2.4K 426 107
                                    


[Jimin]

Después de ese día volvió a casa de sus padres, y yo me quedé solo en mi apartamento. Taehyung se enfadó conmigo por no haberle dicho la verdad, pero nada de eso me importaba. Realmente, nada me importaba. Se había ido, y no podía hacer nada para arreglarlo.

- ¡No puedes hacer nada para arreglarlo, entiéndelo de una maldita vez! –fue lo que me gritó después de que me encontrara por decimoséptima vez esperando en la puerta de su casa. – ¡Vete! ¡Déjame en paz!

- Perdóname.

- ¡Que te vayas te he dicho!

- Perdóname, perdóname. Perdóname.

- Te prometo que llamaré a la policía.

- Perdóname, Jungkook.

- Llamo a mis padres, eh. Te lo advierto. En un momento dejan su trabajo y vienen a echarte.

- Perdóname.

Solo repetía esa palabra. Había desistido en explicarme, en excusarme, en intentar que me entendiera, porque no había nada que entender. Había sido mi error. Una tontería, un fallo. Podía solucionarse. Solo necesitaba que me perdonara, que lo olvidara y me dejara estar con él de nuevo. Necesitaba estar con él de nuevo.

- ¡No! ¡No no no! –este grito fue desgarrador. Se acercó a mí con paso firme, con furia en cada zancada, y entonces me empujó. Tan solo fueron un par de centímetros lo que me moví, y más que nada por la sorpresa, pero suficiente para notar lo mucho que me odiaba. – ¡Jamás te voy a perdonar, tenlo por seguro! – seguía empujándome, y yo, sin defenderme, acataba cada golpe con la cabeza alta. Solo necesitaba que me perdonara. Podía matarme a golpes si era necesario, pues realmente solo buscaba su perdón. – ¡No voy a limpiar tu jodida conciencia! ¡Tú decidiste hacerlo! ¡Si la culpa te come por dentro, te lo tienes merecido! –cada grito era histeria pura. Jamás me había gritado como lo estaba haciendo en ese momento, y por algún motivo, me alegraba. Era un cambio, y tan solo eso, un cambio, era lo que podía incitar al perdón. – ¡Eres un mentiroso de mierda y mi peor error fue haber llegado a confiar en ti en algún momento!

- Perdóname, por favor –fue a gritar de nuevo, alzando ambas manos para empujarme, pero esta vez le detuve. Agarré sus muñecas y le miré fijamente. Sus ojos estaban más oscuros que nunca, y por primera vez, tras esa rabia latente, pude apreciar toda la tristeza que escondía. Estaba roto, completamente roto.

- No.

Sonó abatido. Se estaba rindiendo y su respuesta seguía siendo la misma. No iba a perdonarme, literalmente no parecía que pudiera hacerlo. Yo agarraba sus muñecas con tanta fuerza, con tanta frustración, que casi me gustaba pensar que ese era el motivo por el cual el pelinegro lloraba.

Entonces no pensé. No pensé en absoluto, y le besé. Y él me correspondió. Y realmente, tal y como dicen en las películas, el mundo se paró. No había nadie, pero incluso ese silencio de nuestro alrededor, parecía mas estático de lo normal. Fue el beso más largo del mundo, porque ninguno quería separarse, ninguno quería lo que había después de eso.

Pero llegó. Tras el último roce de nuestros labios, Jungkook se soltó, apartó la cabeza y fue directo a su portal. Consideré todo eso como el 'no' definitivo.

Y poco a poco fui dejando de perseguirle. Ya no le esperaba a la salida del colegio. Ya no le seguía con el coche, implorando que me perdonara. Los regalos también habían desaparecido de la lista, harto de encontrarlos constantemente en la basura. Fuera llamadas y mensajes, ambos quedaron en el olvido, aunque nunca llegué a borrar su número de móvil.

Lo último que le mandé, fue una carta. Una simple carta en blanco con una simple frase en medio.

'Perdón'

Así de simple. Dos simples palabras en una simple carta que significaban toda mi persona en esos momentos. Porque lo sentía. Lo sentía más que nada. Cada noche soñaba con que me perdonara. Cada noche lloraba pensando en lo mismo. Le imploraba que me perdonara hasta mentalmente. Lo intenté con todas mis fuerzas.

Pero jamás lo hizo. 

Toxic ☠ JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora