Seek And Destroy [James Hetfield y Tú]

Capítulo 20

Desperté de mi largo y profundo sueño. Giré para ver a la persona que me acompañaba, James dormía plácidamente. Se quejó un poco porque me había movido, me daba ternura verlo así, con la boca medio abierta y haciendo un leve sonido para dormir, similar a un ronquido, pero no era molesto. Sonreí y le di un beso en la mejilla. Todavía dormido, se acurrucó en mi pecho y siguió durmiendo. Me encantaba estar así con el, podría quedarme así todo el día.

Sentí que alguien tocaba la puerta de la habitación. Del otro lado de la puerta, escuché a Lars hablar.

Lars: Chicos, levántese. Hay que empezar a empacar, hoy viene el camión para llevarse las cosas.

Yo: En un rato vamos.

Odio que los camiones de mudanza vengan tan temprano. Bueno, no era temprano, eran las 11.30, pero igual.
Dejé a James durmiendo unos tres minutos más, mientras le hacía caricias en la cabeza. Observaba para la ventana, la persiana hacía que no hubiera tanto sol y solo traspasaran algunos rayos pequeños.
Cuando los tres minutos pasaron, decidí despertar a James con un beso en los labios.

Yo: A levantarse.

James: Tengo fiebre, no quiero ir a la escuela. - reí con su comentario y lo sacudí un poco.

Yo: A levantarse, dormilón. - me subí sobre el, y el cubría su rostro con sus brazos por el cansancio.

James: Quedemos así. - dijo tratando de abrir los ojos y acariciando mi cintura.

Yo: Va a pasar el camión de mudanza, hay que empacar. - le dije dándole un beso en la nariz.

James: Me levanto si te bañas conmigo. - dijo sonriendo como un niño pequeño.

Yo: Claro - sonrió aún más - pero ahora no - hizo puchero, yo reí. - Hay que empacar. En serio, Hetfield. Sino, no nos vamos a ir más de acá. - reí.

James: Está bien. - resopló y se levantó. Comenzamos a cambiarnos juntos, mientras hablábamos y nos reíamos por hacernos algunos chistes.

Salimos de la habitación abrazados y riendo, James me hacía chistes desde temprano y ya me dolía la panza. Los chicos estaban sentados desayunando, escuchando música, como solía ser todas las mañanas, me encantaba despertar así.

Cliff: Miren a los enamorados. - dijo Cliff tratando de incomodarnos.

James: No lo intentes, Cliff. Ya le pedí que sea mi novia, ya no van a poder incomodarnos. - los chicos resoplaron.

Kirk: Ya no habrá diversión. - dijo Kirk cruzados de brazos.

Lars: Pero es genial, chicos. Al fin, pensé que jamás se lo iban a pedir.

Kirk: Sí, es genial. Aunque voy a extrañar lo roja que se ponía An cuando le hacíamos esos chistes.

Yo: Callate, Kirk. Te estoy escuchando. - dije desde la cocina, mientras preparaba un café.

Lars: "Callense, idiotas. No me gusta James." - dijo Lars imitando mi voz.

Yo: ¿En serio hablo como una ardilla en apareamiento? - Cliff escupió su café para reírse, al igual que Kirk se tentó.

Luego de desayunar, hablar mucho, reírnos, y obviamente, porro va, cerveza viene, terminamos de empacar todo. Mañana temprano ya tendríamos habilitada la casa para vivir, y estábamos muy emocionado por ello. Obviamente les dije a los chicos que podía vivir en otro lado, pero ellos siempre dicen que quieren vivir conmigo, porque soy como su mamá. A decir verdad, aunque no me siento su madre, si me encanta vivir con ellos.