Caribe.

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Apenas se percató de lo que ocurría debajo de las sabanas en la cama de Dana, un cuerpo sobre el otro, algunos murmullos extraños, volvió abrir la puerta y salió.

—Solo unos minutos más chicos —grito cerrando la puerta.

Camino por el pasillo hasta un ventanal, podía notar las estrellas, hacía tiempo que no las contemplaba, busco en su bolso un cigarrillo pero no lo encontró, recordó que hacía tiempo lo había dejado pero por alguna razón en ese momento sentía la necesidad de uno.

Pensó en Norman, el fumaba si estuviera ahí le pediría uno aunque haya olvidado cómo fumar de forma correcta.

Suspiro de nuevo al recordar al hombre del que acababa de despedirse, no sólo era atractivo por fuera, lo era también por dentro, quizá esa forma de ser entre dulce y sarcástica lo hacían irresistible, algo que sin duda era nuevo en su vida, sus antiguos amores no solían ser así, esa mezcla explosiva que sin duda era lo que la enloquecía.

Por unos segundos se sintió arrepentida de haberle dicho que iría con él pues eso hacía más difícil la despedida, pensaba algo que le había mantenido a salvo de mal de amores, cuando comenzaba a sentir esa punzada en el estomago ella simplemente salía huyendo, si el hombre insistía en buscarla, simplemente mentía diciendo que era lesbiana, eso le había servido un par de veces, los mantenía lo suficientemente alejados como para volver a respirar tranquila, pero con Norman la cosa era difícil.

No quería mentir, no quería alejarlo, ahora él sabía quién era ella y seguramente sabrá que no se quedará  con él eternamente, ante todo Melissa era profesional y amaba su trabajo más que a otra cosa, Norman no sabía eso y no tenía por qué saberlo pues después de aquella cita improvisada, volvería a Atlanta, volvería a su vida de siempre y él la podría olvidar, tiene la manera de hacerlo, y ella, ella podría guardarlo como un hermoso recuerdo.

Noto que Andy abandonaba su habitación agradeciéndole el tiempo y dejándole el paso libre.

Dana seguía desnuda en la cama, se cubría con la sábana blanca hasta el pecho mientras guardaba una sonrisa satisfecha.

—Qué tal la pasaste Mel todo bien con nuestro amigo.

Melissa disimulo el sonrojo de sus mejillas mientras se colocaba el camisón.

—Bien supongo —soltó mientras se descalzaba— lo veré mañana temprano dice que iremos a una isla cercana, quieren venir tú y Andy quizás sea interesante.

Dana medito unos segundos antes de responder de forma negativa argumentando que ya tenían un plan pero le dio las gracias.

Melissa subió a su cama y trato de conciliar el sueño, pero su imaginación era rápida, le daba mil escenarios y en cada uno de ellos, ella terminaba enredándose en los brazos que aquel rudo apuesto, besando su barbilla, mirando de cerca el brillo de sus ojos, el sueño le llego de repente mientras seguía soñando con Norman.

La chaqueta al hombro, gafas obscuras, los pantalones entallados, esperaba a Melissa afuera del hostal casi desesperado cuando la vio aparecer, un vestido largo de telas vaporosas que parecían volar con cada paso que daba, un enorme sombrero sobre su cabeza, y un gran bolso colgándole del brazo, llevaba sandalias y pudo notar lo hermosos que eran sus pies, delgados y con bellas uñas pintadas de un tono carmín encendido.

—Llevabas mucho esperando.

—¡Nah! apenas un par de minutos, estás lista espero lleves traje de baño.

Melissa le mostró uno de los tirantes de su bañador debajo del vestido.

—No sabía a dónde íbamos así que traigo algunas cosas que podría necesitar.

Caribe (Mcreedus  AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora