Manjar.

305 23 2
                                    

Los párpados le pesaban, no quería dejarse llevar por el sueño, aquel lugar era maravilloso y excitante al mismo tiempo, Norman le había pedido que durmiera dentro de la avioneta, había un pequeño espacio entre los asientos que adaptó de forma perfecta para que pudiera descansar, pero ella no podía hacerlo pensando en que él estaba solo afuera.

Se asomó por la ventanilla y lo encontró, seguía despierto con las manos debajo de la cabeza y mirando al cielo estrellado, más maravillosos que nunca.

Abrió la puerta, el crujir del metal llamó la atención del hombre y se incorporó en seguida.

—Necesitas algo...—dijo con voz sutil.

Melissa se llevó las manos a los brazos y parecía acariciarse a sí misma, no llevaba calzado.

—No puedo dormir —respondió aunque su respuesta era otra no lo diría.

—Si yo tampoco.

—Podríamos dormir juntos, es decir adentro hay espacio para los dos, me sentiría más segura si estuvieras conmigo.

Norman la miro fascinado, la luz de la luna iluminaba de forma más que hermosa la piel y el cabello de la mujer, le sonrió y se acercó.

—Ven conmigo. — dijo Norman.

Caminaron de nuevo de la mano hasta el interior del avión, lograron acomodarse uno a lado del otro.

—Bueno el paisaje era mucho más bello afuera, pero sin duda prefiero estar aquí dentro.

La miro colocando el rostro sobre la palma de su mano, Melissa le devolvió la mirada, estaban frente a frente, su piel se erizo, la distancia parecía acortarse entre ellos.

—Que descanses Norman —Melissa dio media vuelta y le dio la espalda a el hombre, quien solo dejó escapar un ligero bufido antes de ponerse a roncar.

No podía enamorarse de él, ni de nadie, no podía imaginarse a la producción conociendo aquel hombre que descansaba a su lado, apenas le habían propuesto salir con un miembro del programa, el raiting estaba por los suelos, creían que un romance le daría un giro aquellos curiosos volverían a seguir la serie solo por el morbo de saber que continúa con la actriz, un truco muy usado en el marketing de la televisión, pero ella había rechazado la oferta aún con todo el dinero que le prometían.

Por eso no podía enamorarse, eso significaba acoso de parte de los periodistas, de la gente que a menudo la buscaba, Norman no merecía aquello, la relación que pudieran tener entre ambos terminaría más rápido de lo que tardaría en comenzar.

Se dejó llevar por el sueño al fin, estaba con él y eso la hacía sentir más segura.

Un rayo de sol la obligó a despertar, Norman no se encontraba a su lado, se levanto inquieta. Lo encontró en bañador dentro del mar no llevaba camisa y pudo admirar ese torso perfecto, noto algunas figuras dibujadas en la espalda y como se frotaba las manos en el agua.

—Buen día —le gritó mientras se tiraba el vestido para quedar en bañador también y emprendió hasta donde se encontraba él.

—Tenemos que pensar en que haremos, estoy a punto de acabarme la batería del móvil, aún no tengo señal es inútil seguir intentando, podrían venir pero no sé si hoy o mañana y tampoco sé cuánto duraremos sin comer.

—Me gustan los mangos —susurro Melissa entrando en el agua fresca a esa hora de la mañana.

—Sí pero no es suficiente.

Melissa lo escuchaba hablar, su voz sonaba hostil, como si algo le molestara.

—Podemos buscar algo más.

Caribe (Mcreedus  AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora