Tres tragos.

448 28 16
                                    

Se levanto temprano y se sorprendió encontrar su valija repleta de ropa inservible, al menos para ese lugar, bufandas finas, pantalones obscuros, blusas altas de mangas largas, devolvió todo a su lugar y se tiro al piso tendría que ir de compras si quería estar a gusto.

Tomo el bolso de mano y la llave de la habitación y salió caminando decidida con una falda larga hasta las pantorrillas y la playera de tirantes que le pareció la única buena opción a su alcance y camino.

Los locales del centro comenzaban a abrir sus puertas aunque en su mayoría permanecían cerrados pues todos eran centros nocturnos. Al fin encontró lo que parecía una tienda de ropa de dama y entro sin perder más tiempo.

Busco un par de modelos sencillos de algodón y después llegó hasta el área de bañadores, los miro mientras trataba de imaginarse dentro de cada uno.

—Por qué no pruebas con algo más pequeño como esto. —Dijo Norman.

—Por favor de nuevo tú aquí —le arrebató el diminuto biquini que llevaba entre los dedos— me sigues acaso.

—Para, es una isla pequeña a penas volteas a la esquina y te encuentras con alguien conocido —levanto la mano en el aire y saludo, un hombre a la distancia le respondió.

—Vaya no sabía que conocías a alguien aquí. —Observaba el bikini.

—De hecho no lo conozco pero a ti sí y es por eso que me acerqué a saludar  y sirve que te ayudo a elegir el mejor modelo. Vamos espero aquí el cambiador está por la derecha.

Melissa soltó una risita tonta y al mismo tiempo el bikini.

—No lo haré solo llevaré esto —le mostró la ropa— y quizá este —tomo uno de los trajes de baño de una pieza en color negro y comenzó a dar zancadas hasta la caja.

—Esa es una buena elección a dónde irás hoy, tienes ya planes.

—Norman —lo miro de inmediato— si ya tengo planes y lamentablemente no te incluyen acaso no tienes alguien más a quien molestar.

—Te estoy molestando...—se llevó la mano a la boca— Dios olvide tu nombre eso no es normal.

—Bien pues déjalo así —dijo Melissa saliendo de la tienda— nos vemos después —agito los dedos en el aire.

De alguna manera se sintió nerviosa al verlo y eso la confundía, entre más distancia pusiera entre ese atractivo hombre y ella estaría mejor y más segura.

Sus relaciones personales habían sido un rotundo fracaso jamás se entendían del todo, falta de tiempo, falta de emoción, jamás les prestaba la suficiente atención a sus parejas y es que siempre le parecieron una pérdida de tiempo pues parecían ser hombres fríos y aburridos.

Dejó eso atrás y se dedicó solo a ella misma eso la llenaba de satisfacción y de alegría.

Cambió su ropa y decidió tirarse bajo el sol cerca de la alberca, no había gente, todos preferían ir a la playa ella simplemente se quedo recostada con un mojito en la mano y las gafas de sol.

Cerró los ojos y lo único que logró enfocar fueron los ojos azules de Norman, la boca, la barba que cubría su mentón, su voz, sus manos...suspiro antes de seguir, abrió los ojos como castigándose por su falta, simplemente le llamaba la atención pero no podía seguir pensando en él.

Se zambulló en el agua dejando que con eso sus pensamientos se limpiaran pero fue más que imposible pues comenzó a imaginarlo, muy cerca de ella, besando su cuello y saboreando su piel, Norman realmente le gustaba, no quería verlo de nuevo.

Caribe (Mcreedus  AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora