Despertar.

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Estaba despierta, contemplándolo fijamente el movimiento lento de sus ojos bajo los párpados, su respirar apacible, su boca que de repente se quedaba por segundos abierta y por segundos completamente cerrada.

Le pasó las yemas de los dedos de forma delicada por el rostro, bajando suavemente por el cuello hasta el pecho, pensaba en cómo se vería más joven tal vez aún más apuesto, suspiro.

Se mantenía desnuda muy cerca del cuerpo caliente de Norman, había sido la mejor de las noches a su lado todo parecía mejor, perfecto, el mundo se movía en sincronía con sus necesidades y deseos.

Pudo haber pasado la vida entera ahí a solas con él durmiendo bajo el resguardo de su calor, pero el sonido del móvil volvió a recordarle su vida profesional y todas las prioridades, Norman ahora era su primer prioridad, pero las demás también tenían una importancia grande.

No se movió, el móvil seguía vibrando pero no se movió,no quería alejarse de aquellos dulces brazos.

Cuando lo descubrió mirándola con una sonrisa discreta, sus ojos revelaban cuan enamorado estaba de ella, ante sus ojos ella era la luna, el sol y las estrellas todo junto y al mismo tiempo.

Melissa le beso los labios con ternura, sus labios se entrelazaron unos segundos y después la punta de sus narices.

—Buen día hermosa.

—Buen día —lo abrazo pasándole por encima del pecho.

—Cómo dormiste.

Melissa soltó un soplido —mejor que nunca creo que en años me había sentido como ahora.

—Será por qué no habías pasado una noche con alguien como yo —hablaba entusiasmado.

—Obviamente no cariño, tú sí sabes lo que haces.

Norman la levanto sobre de él, Melissa se sentía tímida pues estaba desnuda sobre el cuerpo igualmente desnudo de Norman.

—¡Oh Dios! estas desnuda —la miraba Norman— dónde está la bella lencería con la que te deje.

Melissa se mordió el labio — me estorbaba en la noche tuve que quitármela.

—Y sin duda fue la mejor decisión de tu vida.

Le miro los senos recargados sobre su pecho, se animó a acariciar su espalda y de ahí lentamente bajaba los dedos hasta su baja espalda, Melissa volvió a sentir deseos.

Lentamente bajo las manos hasta sus nalgas, Melissa soltó un ligero quejido de placer el cual Norman no soporto y comenzó a besarla con pasión.

Se concentró en esa parte de su cuerpo, masajeaba sus glúteos con fuerza, Melissa se encendió, cuando de forma delicada pasó los dedos por su entre pierna. La mujer volvió a suspirar mientras cerraba los ojos.

—Ayer te veías increíble pero ahora Meli estas ¡wow! —dijo en su oído mientras le dedicaba tiempo al espacio entre sus piernas.

Melissa elevó las rodillas a su costado, lo que permitió que Norman fuera más adentro, Melissa no podía guardar sus gestos, los gritos de placer que en ese momento estaba sintiendo.

—Basta Norman déjame sentirte dentro.

Norman no espero y la penetro en seguida, se movía con más fuerza, la noche anterior había sido algo maravilloso pero ahora la confianza había crecido entre los dos y la tomaba, la reclamaba mientras Melissa iba y venía sobre sus piernas.

La vista de los senos de Melissa elevándose firmes lo excitaba más y más, estaba enloqueciendo de deseos, cuando ella tomó una de sus manos y se llevó a la boca cada uno de sus dedos, la presión fue tan grande que se dejó llevar por el placer.

Melissa sonrio esperaba aquella reacción de su hombre. Lo beso en la boca y se levanto tranquila.

Norman la veía pasearse desnuda sin pudor delante de él caminando hasta el sanitario, la amaba demasiado.

El móvil volvió a vibrar, Melissa seguía dentro del sanitario y Norman decidió asomarse solo para saber de qué se trataba, el nombre de Khary parpadeaba en la pequeña pantalla del móvil.

Pensó en responder y pedirle que no la buscará más, pero sería una falta de respeto a la confianza de Melissa, a demás seguramente lo que había entre ese hombre y su chica era meramente platónico, una ilusión propuesta por los productores.

Melissa lo encontró mirando como dejaba de parpadear la llamada.

—Yo solo...—dijo Norman sabiéndose descubierto— lo siento pero no respondí.

—No hay problemas Norman te lo ha dicho entre ese joven y yo no existe más que una amistad profesional.

Se acercó a él y lo beso antes de tomar el móvil de su mano. Norman la observaba detenidamente, mientras se vestía no podía dejar de mirar aquel cuerpo que había sido suyo.

Melissa envió un mensaje a Lauren informando que estaba bien y sobre todo preguntando si existía algún problema por el que era requerida con tanta premura. Él mensaje revivió su respuesta en seguida, "Scott está cansado de ti, decidió cambiar el guión va a matar a tu personaje"

Eso dejó fría a Melissa hasta la punta de los dedos, miro de reojo a Norman, estaba feliz pero también temerosa había luchado demasiado por aquel sueño y no podía dejar que se fuera simplemente por un arranque de adolescencia en plena madures.

Miro a Norman sin decirle nada, quería regresar a Atlanta de inmediato para poder aclarar las cosas, pero no podía irse simplemente así y dejar al hombre de su vida solo, aunque la idea de llevarlo con ella le causaba fascinación aún no sabía que era lo que él quería.

Pensó en sus exposiciones, podría hacer algunas en Georgia, ella podría conseguirle un buen contacto, alguien que pudiera apoyarlo y entonces fuera así más fácil la decisión.

—Todo bien —al fin se dio cuenta de lo que sucedía y la miró.

—No...debo volver ahora mismo a Atlanta Norman.

Esperaba su reacción, Norman también esperaba algo más, estaba deseoso de ir con ella, pero solo si ella lo pedía.

—Sé que no debo decirte esto después de todo esto y de lo que a pasado entre nosotros Norman pero me gustaría que vinieras conmigo. —Desvío la mirada para no sentir de forma tosca el rechazo.

Pero Norman comenzó a sonreír y a llamarla para que volviera a la cama. Ella camino de manera pesada arrastrando los pies intentando no gritar de emoción hasta tirarse de nuevo entre sus brazos.

—Entonces tendremos que ir a Atlanta ahora mismo cariño —respondió, Melissa elevó el rostro y lo beso, sus labios que sonreían al mismo tiempo que se besaban.

Norman comenzó a cosquillear su vientre y a intentar volver a quitarle la ropa, Melissa se resistió un poco.

—Debemos marcharnos Norman. —Enunció Melissa sintiéndose llena de pasión.

—Lo sé Meli Mel pero Atlanta no se irá y este lugar solo lo tendremos ahora así que ven aquí.

Melissa grito suavemente al sentirse tomada por la cintura. Las risas los llevaron de nuevo a un ambiente de pasión y caricias que consumieron de nuevo.

Para el medio día estaban listos de vuelta en la Habana, Norman la esperaba fuera del hotel con la vieja mochila al hombro y una más llena de esperanzas.

Melissa salió, tomando la mano rumbo a Atlanta, estaba dispuesta a luchar por lo que se merecía, por fin todo estaba tomando su rumbo, no permitiría que la felicidad se le escapara de las manos.

Caribe (Mcreedus  AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora