De vuelta al paraiso.

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"No me dejes...quédate, Melissa...por favor quédate".

Las noticias de espectáculos lo anunciaban, la actriz Melissa Mcbride se encontraba gravemente herida después de un asalto a su domicilio.

Norman camino por la sala de espera, no quería seguir escuchando mentiras en la televisión, al menos Scott estaba bajo arresto, aunque no dudaba en que lo dejarían libre en algunos días.

Melissa seguía luchando por su vida, la bala que se había alojado en su costado derecho. "Tuvo suerte después de todo" dijo el médico a Norman "si hubiera sido del otro lado estaría muerta ahora".

Aquellas frases le daban vuelta en la mente una y otra vez, solo quería que viviera que estuviera bien, verla sonreír de nuevo.

No conocía bien a los miembros del equipo pero algunos lo saludaron de forma amigable. Incluso Khary quien le estrechó la mano en son de paz.

—Se repondrá ella es fuerte —dijo Lauren a Norman había sido la única que permaneció a su lado por más tiempo.

Norman no respondía, cuando vio llegar a Robert casi salta sobre de él pero Kirkman se escudó diciendo que no conocía nada de lo que Scott hacía y probablemente era cierto.

Melissa permaneció tres días en terapia intensiva hasta que mostró mejoría, el doctor le dio esperanzas de que se repondría pronto, Norman no podía esperar para verla.

Tendida en la cama, con aquellas sabanas sobre su pecho, el rostro limpio, las manos a los costados, descansaba, Melissa con una suave respiración que era como una bella melodía para el hombre que la amaba.

—Despierta cariño —dijo de forma suave— si lo haces te llevaré de aquí lo prometo, iremos a donde la brisa es más ligera y el aire huele a mar, te llevaré por aquel lugar que tanto te gusta y caminaremos descalzos —le tomó la mano—lo siento mucho Meli Mel —se llevó a los labios aquella mano y la beso.

—Nos iremos Norman...—escucho que hablaba con suavidad. —Vámonos de vuelta al Caribe.

Lo miraba con una sonrisa en los labios, Norman no pudo controlarse y la beso en seguida, Melissa correspondió aquel beso con intensidad.

—Nos iremos lo prometo solo recupérate pronto quieres, Lincoln te extraña demasiado nena y yo creo que un poco más que él, por favor Melissa —colocó su frente sobre la de ella— te amo cariño, te amo demasiado.

—Yo también te amo Norman es en serio —le acarició el rostro— que sucedió con...bueno que sucedió después.

—Está en prision, bueno espero que se quede ahí debe pagar por lo que te hizo aunque en las noticias no dicen nada, entiendo que son cosas de las que no sé muy bien solo espero no volver a ver a ese idiota.

—No pasará levantare una denuncia no lo quiero cerca de mí tampoco. —Lo miro, las bolsas de bajo de los ojos. —Ve a dormir cielo mírate pareces un zombie.

—Bueno podrían darme empleo en tu serie.

—No mejor vámonos, como has dicho tú de vuelta al Caribe y quedémonos ahí por siempre.

—Eso es algo que me gustaría que sucediera, una luna de miel eterna.

—Para que sea una luna de miel primero deberíamos casarnos.

—Que es lo que haremos —Norman le mostró una caja pequeña color azul marino, Melissa sonrió al imaginarse el contenido. —Sé que no es el lugar perfecto pero Melissa no puedo dejar que pase un día más sin preguntártelo —abrió la caja y dejó que el brillo del diamante se reflejará en los ojos cristalinos de Melissa— Melissa Mcbride me harías el honor de casarte conmigo y vivir una luna de miel eterna en el Caribe.

Melissa sonreía— Norman Reedus aceptó ser tu mujer para siempre.

La prensa solo hacía su trabajo, los rumores se esparcieron rápidamente, Melissa Mcbride había sido atacada por el propio productor de su programa, las preguntas incómodas mantuvieron a la producción alejada por un tiempo de las cámaras, ni Robert ni ningún miembro del cast podía dar declaraciones hasta que dieran el veredicto, ya no había más que ocultar.

Robert Kirkman apareció a lado de Melissa el día que la dieron de alta, esta vez de mano de Norman y sin dejar que se alejara, Rob aceptó responder algunos asuntos, pero Melissa simplemente no se sentía de ánimos para aclarar nada, lo haría a su debido tiempo pero ahora solo quería ir a casa y descansar.

"Melissa Mcbride y Norman Reedus tienen el honor de invitarle a su enlace matrimonial el próximo sábado"

Solo algunos fueron invitados, Melissa pidió que fuera un evento pequeño, lo más privado posible, algunos amigos, poca familia entre ellos Mingus Reedus quien quedó más que maravillado con la mujer que su padre había elegido para pasar el resto de su vida.

Y después de aquella romántica celebración, el jet que Robert le ofreció a los recién casados para viajar a su lugar favorito, aquel en donde se enamoraron y se entregaron por completo. El Caribe.

—Siempre soñé con esto —dijo Melissa recostándose sobre el hombro de Norman mirando el atardecer detrás del enorme océano —siempre soñé contigo por eso jamás funcionó con nadie más.

—Sí me siento igual que tú Mel me alegra haberte encontrado —le busco los labios y la beso— ahora mi vida está completa.

—Sí la mía también pero le hace falta algo más.

Se levanto y le tendió una mano, Norman la tomo, se miraban a los ojos eran felices y ya no había nadie que lo impidiera.

—Quieres bailar...—dijo Melissa.

—Contigo toda la vida.

Le tomó la cintura y comenzaron a bailar aquella romántica melodía que alguna vez los unió, volverían a la ciudad sin duda, pero mientras vivirían como si no hubiera un mañana ahí, en su lugar favorito aquella isla del Caribe.

                                                                                  Fin.

Que gusto saludarles  de nuevo mis queridas lectoras solo paso a saludar y decirles lo tan agradecida que me siento por la aceptación de esta historia ya que es mi primera historia McReedus y la verdad es que si le fue bien fue gracias a todo ese apoyo que me dieron.

Espero les haya gustado y que sigan apoyándome tanto como ahora la verdad es que soy su fan ;)

Gracias por todo. Besos y abrazos

Elizabeth P.Gil. 

Caribe (Mcreedus  AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora