Caribe (Mcreedus AU)

Mejor que nunca.

Una niña, se sentía como una niña que va a su primer baile con el chico que tanto le gusta, se mordía las uñas con ansias solo pensando en si el atuendo que había escogido era el adecuado, no quería parecer una frívola seductora algo así como Diane, quería ser ella misma, sencilla pero elegante a la vez, se acomodó el cabello lo mejor que pudo intentando que quedara natural.

El movimiento de sus rizos la hicieron sonreír, algunas veces se había planteado teñirse de nuevo el cabello, regresar a aquel bello color castaño cobrizo que alguna vez llevo, pero le gustaba demasiado lo que veía y así lo aceptaba además no tenía caso engañar al tiempo, todo lo que quería era vivir la vida como se debía.

Tomo el bolso de mano y espero el mensaje de Norman en el móvil, pero no llegaba, pensó en ir a buscarlo pero no quería parecer una joven desesperada aunque sin duda la noche anterior y la sesión de caricias candentes la habían dejado con más ganas que nunca, respiro profundo y espero.

Cerca de las nueve llamaron a su puerta, un chico con uniforme del hotel la esperaba, le entregó lo que a su parecer era una carta, el sobre beige que de pronto le dio temor tocar, pero que tomó fingiendo que todo estaba bien.

Abrió despacio y tomo la hoja de papel dentro.

"Cambio de planes domadora, te veré en la terraza del Resort, no tardes.

Tú Norman"

Sonrió complacida, el joven aún la esperaba para escoltarla hasta el lugar. Tomo a prisa sus cosas y lo siguió por el ascensor hasta el último piso, para llegar a la terraza debía subir los últimos escalones a pie.

Agradeció al chico y sujetándose el bello vestido azul subió, el calor le golpeó el rostro y sintió como cada poro se iba encendiendo más cuando lo vio.

Estaba ahí, con una bella rosa en las manos, más apuesto que nunca, un traje negro, corbata de moño sin duda había elegido bien el modelito a usar pues sintió que Norman completaba aquella romántica escena.

—Mi Lady —Norman le beso la mano y le entregó la rosa —estabas tardando.

—Esperaba tu mensaje.

—Y lo recibiste no es así. —Camino con ella de la mano.

—Cenaremos aquí —pregunto Melissa dándose cuenta de que desde ahí podía mirar las luces de la ciudad.

—No precisamente —dio media vuelta— eso nos llevará al lugar en donde cenaremos.

Melissa quedo boquiabierta cuando se percató de que un helicóptero los esperaba.

—Norman jura que no pilotearas tu —dijo en tono burlón.

—Lo hago bien cariño pero no esta vez alguien más lo hará, vamos.

Norman ayudo a su chica a subir y después la siguió, algunos protocolos de seguridad y después subieron unos metros. Melissa asomaba la cabeza, empezaba a amar tanto ese lugar, miro como Norman también sonreía con el paisaje.

—Comienzo a pensar en venir a vivir aquí —dijo a gritos Melissa pues el sonido de las aspas era intenso.

—Sí es un lugar increíble, pero aún nos faltan muchos más por descubrir juntos.

Le tomó la mano y entrelazaron los dedos.

Apenas unos minutos más tarde el helicóptero comenzó a descender cuando tocó tierra, Melissa creyó que habían llegado a la misma isla en donde quisieron matarlos, la misma en donde Diane tenía su famoso chalet, pero no era así, si era una isla pero estaba iluminada por antorchas que marcaban un camino.