El comité de la preparatoria constaba de los dos prefectos de disciplina, la psicóloga de consejería y la misma rectora de la institución. Esa mañana se encontraban todos reunidos en la oficina de dirección; las sillas en las que se acomodaron estaban pegadas a las paredes, dejando al centro el espacio para que el alumno a entrevistar se sentara y estuviera justo enfrente del escritorio de la directora y con las miradas de los demás educadores encima.
Cecilia, la máxima autoridad de la institución, dio un panorama general del caso. Les explicó primero lo de la pelea entre Leonardo y Gustavo, el embarazo de Paula y las acusaciones de esta sobre acoso tanto dentro de la institución como por mensajes. Señaló, además, que se tenía de principales incitadores a Gustavo Domínguez y a Gabriela Rojano, y que de ser verdad aquello, el castigo sería más que una simple suspensión.
Se decidió que se pasara de uno a uno, porque así se ahorrarían de disputas entre los estudiantes o sus padres. Además, sería más difícil para ellos ocultar la verdad o confabular sus testimonios, haciéndolos coincidir sin comprometerlos del todo.
La primera en pasar fue Paula, quien venía acompañada de sus progenitores. Al instante el comité notó la indiferencia del padre a con el caso de su hija. Mientras se sabía que la mujer se mantuvo al pendiente y fue a hablar con las autoridades para frenar el acoso, el hombre parecía estar ahí a regañadientes.
—¿Me puedes decir qué pasó el día de la pelea? —le preguntó uno de los prefectos a la joven.
Paula tenía las manos en su regazo, miró a Carmen, que estaba recargada en la pared y le hizo una seña incitándola a que hablara sin miedos, ella se encontraría ahí para apoyarla en cualquier inconveniente que se les presentara.
—Estaba caminando a mi clase cuando Gustavo y Carlos se aparecieron detrás —habló en tono bajo—, el segundo empezó a hacerme preguntas sobre... —Tragó saliva y bajó la cabeza—. El embarazo. Entonces, dijo que yo era una promiscua y que seguro no era de mi novio. —Miró a Cecilia y frunció los labios—. Leonardo estaba ahí, escuchando como Gustavo también lo insultaba; Carlos se acercó mucho a mí, deseaba tocarme sin mi permiso. —Un nudo se formó en su garganta, el llanto quería salir—. Y Leonardo se lanzó contra Gustavo.
Las personas dentro de la habitación se quedaron en silencio por unos segundos, algunos hacían anotaciones y otros se mantenían pensativos. Mientras tanto, Carmen quería darle un abrazo a su hija para que se tranquilizara.
—¿Y por qué Leonardo se lanzó contra Gustavo y no contra Carlos? —le preguntó la psicóloga.
—Porque él siempre ha sido el que nos fastidia —respondió la joven—, él fue el que esparció la noticia de que estoy embarazada y propagando mentiras sobre mí.
—¿Y cómo sabes que fue él? —la interrogó Cecilia.
Paula metió la mano dentro del bolsillo de su chaqueta y sacó su celular. Pidió unos segundos al comité, en lo que buscaba la captura que tomó ayer del mensaje que le mandó Gustavo. No habían recibido otro desde que lo engañaron, por eso creían fervientemente que todo se encontraba bajo control y que tenían las de ganar.
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Lo que se diga de Paula | ✅ |
Novela JuvenilPaula es señalada como la chica fácil del instituto; creía ser capaz de soportarlo y hacer oídos sordos, pero ahora está embarazada, su novio duda de ella y nuevos rumores amenazan con manchar aún más su reputación. ■■■ La vida de Paula mejoró cuand...