IV

1K 77 23
                                    

“Mi noche perfecta no necesita fuegos
artificiales, solo tu compañía.”

Parte I:

—Vanessa… —interrumpió Pedro el abrazo entre las dos amigas —. Perdón, no quisiera incomodar —se disculpó.

—No molestas, Pedro, pero te advierto que mi amiga no es una chica fácil —bromeó Eli.

—¡Eli! —exclamó Vanessa, completamente avergonzada, golpeando el hombro de su amiga y Pedro se limitó a reír ligeramente.

—Os dejo solos un rato —Eli se apartó unos metros, dejando algo de intimidad para Vanessa y Pedro.

—Ha sido un espectáculo fantástico. Enhorabuena —felicitó Vanessa a Pedro.

—Gracias. Me alegro que te haya gustado… —respondió titubeante.

—¿Te ocurre algo? —preguntó Vanessa observando cómo gesticulaba Pedro, tratando de seguir hablando.

—Me preguntaba si… cenarías conmigo — respondió algo tímido.

—¿Ahora? —dijo Vanessa acordándose de la promesa que le hizo a Eli.

—Sí, claro… creo que es una buena hora para eso, a no ser que prefieras desayunar en este momento —rio Pedro viendo su reloj y Vanessa sonrió ampliamente ante su ocurrencia.

—Prefiero cenar, pero es que le prometí a mi amiga que la invitaría a cenar —comentó Vanessa queriendo no resultar grosera.

—En ese caso, no quisiera molestar. Podemos cenar otro día —habló dejando caer la sugerencia.

—Claro, habrá más noches para cenar… o para desayunar —bromeó ahora Vanessa.

—Perdón… —intervino Eli —¿Recuerdas esa cena a la que me ibas a invitar?

—Ahora nos vamos. No seas impaciente —se quejó ligeramente Vanessa.

—No, no es necesario —Vanessa alzó una ceja sin entender nada —. Es que… ese chico tan agradable —dijo señalando a un chico con gafas que ojeaba su móvil —, me ha invitado a cenar.

—¿Me vas a cambiar por un desconocido que te acabas de encontrar? —preguntó Vanessa con el ceño fruncido, mientras Pedro escuchaba divertido.

—En realidad no es un desconocido. Es alguien que conocí hace un tiempo, pero por cosas de la vida dejamos de hablarnos y… me muero de ganas de cenar con él. Tengo ciertas cosas pendientes —sonrió inocente mordiéndose el labio —. Además, así podrás ir con Pedro, que se nota que quiere estar a solas contigo —Pedro rio nervioso y Vanessa volvió a ruborizarse.

—Lárgate ya —dijo Vanessa fingiendo estar molesta.

—Te quiero —y Eli le dio un beso en la mejilla a Vanessa antes de irse.

—¿Sigue en pie la invitación a cenar?

—Por supuesto. Después de este desplante no podría dejarte sola.

—¿A dónde vamos? —preguntó curiosa Vanessa mientras comenzaban a caminar.

—Conozco un lugar donde sirven la mejor comida de Boston.

—¿Cuál?

—‘Fast & Delicious’. Te va a encantar.

—¿En serio se llama así el restaurante? —preguntó Vanessa sin parar de reír y Pedro asintió —. Me muero por conocer ese lugar. Me encanta la comida rápida.

Un secreto a voces Donde viven las historias. Descúbrelo ahora