🌙17🌙

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-A-Ah... ¿Que pasó...?-murmuró en un quejido Meg, estaba sobre el suelo, tenia frío y se sentía algo adolorida y cansada.

Fue sentándose lentamente, al parecer se había quedado dormida con la ventana abierta y ella en el suelo. Bostezando miró la hora en su celular, aun era temprano así que no se molesto en eso.

Cerró la ventana y se giró para meterse a la cama cerrando sus ojos, necesitaba dormir un poco más y recuperar el calor de su cuerpo.

Pero, no iba a ser posible. Le llegaron mensajes varios y al levantarse nuevamente notó que no era tan temprano como creía ¡Ya eran las 12! ¡Su cita era en 15 minutos!

De un salto se levantó de la cama, respondiendo al mensaje del azabache que ya estaba esperándolo. Se dio una ducha rápida, se vistió y al verse al espejo suspiro.

Decidió dejar su cabello suelto, siempre cubriendo aquel ojo "defectuoso" que tenía, se maquillo un poco en un vago y desesperado intento de cubrir las ojeras y su cansancio.

Cuando estuvo lista fue justo cuando tocaron el timbre de su casa  tomó aire preparada para salir y abrió lentamente la puerta.

Podía jurar que su corazón no había latido tan fuerte desde que conoció al azabache. Y verlo allí, frente a ella mostrándose tan galante y seguro de si mismo a había hecho temblar un poco.

¿Cómo alguien como él se fijaba en ella?

Sólo era una chica común, con un cabello raro, un cuerpo que a veces encontraba "feo", pocos amigos, un carácter de mierda y tuerta.

-Hola Meg... Te ves hermosa...-saludo el azabache tomando su mano, inclinándose para darle un beso suave en esta.

Pero... Con defectos y temores, ella era hermosa para Fred.

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