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Uno y dos...

Unos dos meses habían pasado.

Fred ya era conocido en la escuela por su gran voz y por ser un gran chico para la música y el arte en general, pero más que nada era conocido por...

-¡DEJA DE SEGUIRME!-gritó la albina, dándole un golpe en la cabeza y metiendo al azabache dentro de un bote de basura.

¿Ya saben por que? Si, por ser un acosador, pero no de cualquiera, por ser el acosador número uno de Mangle, la líder del grupo "Toy".

Aunque eso le había servido para recolectar información, y una buena colección de moretones en su cuerpo.

Ya sabía su nombre, Mangle.

No tenía apellido pues su familia había muerto en un incendio, su único familiar de sangre era Foxy, su compañero de clase y el triángulo de la banda, y anterior mente había vivido con Springtrap, el chico tomate.

Vivía sola en una casa en la zona mala de la ciudad. Pero se había ganado su reputación y nadie se atrevía a molestarla.

Perdió la vista de uno de sus ojos en aquel accidente. Pero eso no evitaba que lo hiciera pensar que, aunque tuviera sólo un ojo bueno, ambos eran hermosos para él.

Podía ser tsundere y algo brusca, también burlona e incluso algo hiriente algunas veces. Pero también tenía un lado infantil y aniñado.

Anteriormente había salido con un tal Deuz, el mismo chico que se hacía el malote molestando al guitarrista. Ya se habían encontrado y lo había dejado humillado en los concursos nocturnos del muelle, así que no sé preocupaba por él.

Su problema era la rubia de la otra banda, su voz lo hacía desesperar y le daban ganas de golpearla. ¡Parecía que sólo quería interrumpir su confesión! Y otro problema, era el rubio cenizo, que parecía querer hacer sonreír a "su" chica con coqueteos baratos.

Ya tenia la información necesaria, era ahora de invitarla a salir intentando evitar a esos dos insoportables y a su hermano.

🌙Nictofilia🌙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora