La historia de dos hermanas que se quieren, se cuidan, empiezan a descubrir los sentimientos del corazón y secretos.
Creación propia a partir de personajes de la película frozen y con inspiración o experiencias propias o de otras personas.
Después de pasarnos la noche bailando, aunque yo andaba cansada de todo, aun así, me quedaron fuerzas a para llevar a la princesita, a su cama. Ella, como no llega a tener tanta energía como yo en el baile, aunque tiene sus toques de energía cuando quiere o cuando menos esperamos, no hay que menospreciar a nadie por su estatura o su supuesto estado de cuerpo a primera vista, puede tener mucho por esconder en su interior y un gran potencial.
Avisé a nuestros padres de que ella estaba agotada y se había quedado dormida en una silla, mientras me esperaba a que les avisará de irnos a dormir.
-¿Princesa, entonces lo habéis disfrutado? Seguro que sí, estáis tan agotadas, tanto tú como Ana, espero que descanséis y tengáis dulces sueños. Nosotros nos iremos en breves, te encargamos de que la lleves a dormir a su cama.- Me dieron un abrazo los dos y se despidieron con el beso en la mejilla.
-¡Claro, yo la cuidaré y la llevaré a la cama, no es molestia, vosotros también descansad mucho, lo necesitáis, dulces sueños. Hasta mañana!
Al instante, ya me encontré con mi pequeña princesita, estaba adorable, pero esa postura en la silla, le haría daño, si seguía así, así que le acaricie la mejilla, para ver si se despertaba pero ni modo, así que le susurre al oído.
-Princesita, te llevaré a la cama, para que puedas dormir, más a gusto y calentita.-
-mmm...- Pareció que se estremeció su piel, ante mi susurro y murmuro algo que no se entendió como si fuera un asentimiento en pleno sueño, así que la agarre en brazos y la subí al piso donde estaban nuestras habitaciones y la lleve a su cama, la tendí de la mejor forma posible, intente quitarle las prendas para ponerle el pijama, pero no lo encontré, así que agarre una camiseta y un pantalón cómodo para cambiárselos.
Mientras con mis intentos de hacer ese proceso de cambio de ropas, ella se retorcía y a veces, me daba la sensación de que sentía gusto con mis roces en su piel. Cuando acabe, me fui un instante a mi habitación para cambiarme con rapidez y volví a la suya, para arroparla y darle el beso de buenas noches, en la frente.
Pero justo cuando iba a dárselo, me agarro del cuello, me acerco a ella, su boca susurro en mi oído, diciéndome.
-¿Mi princesa, me harías el honor de dormir conmigo esta noche, por favor?- Me mordió, la oreja y se alejó un poco para observar mis ojos, mientras que me guiñaba un ojo provocativamente.
-Sus deseos serán cumplidos, si así sueñas cosas bonitas y descansas, esta noche.- Le susurré yo. Y le seguí la tontería de morderle su oreja, terminando con un guiño de mi ojo.
Después me abrí un hueco entre las sábanas y meacosté, ella se acercó a mí. Se colocó encima de mi pecho, para acomodarse encompleta armonía con mi cuerpo. Yo al sentirla, ya más quieta, le dije. –Buenasnoches, princesita, ten dulces sueños.- Y le bese, en la frente. Ella se levantó un poco la cara, sonrió pícaray me contesto. –Buenas noches, mi princesa. Aquí tienes tu beso de ir adormir.- Entonces, me dio un casto beso en mis labios, que se sintió calidez alinstante y se volvió frió al separarse. Fue una sensación extraña, cálida perorealmente interesante y adorable. Aunque no entendía porque me dio ese beso deesa forma. Aun así, me dormí al instante, sintiendo ese aroma que me subía desu cuerpo y pensando en lo sucedido con el ese beso.
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