Just a few days in Busan | Kookmin | EN EDICIÓN

11: anillo escurridizo

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Si bien, cuando Jungkook pensó que tendría algún conflicto con sus padres al revelarles que Jimin le gustaba, había suspirado mil veces de alivio, al ver la cálida bienvenida acompañada con sonrisas de parte de ambos. Su madre había caído enamorada de su novio; incluso, había estado nervioso de que Jimin no se llegara a agobiar con la intensidad que su madre ponía al apretar sus rellenas mejillas.

Y su padre había sido la mejor parte. Sus músculos habrían estado tensos todo el día, si su padre no hubiera dejado su actitud rígida y extremadamente seria al conocerle. Al contrario, lo había visto platicar animadamente con Jimin mientras le ayudaba a su madre en la cocina.

Tal ves había sido por la cálida personalidad de su novio, cualquiera le devolvería una sonrisa al ver lo hermosa que era la de el. Una sonrisa hermosamente contagiable.

Entonces, ese día descubrió que su padre se podía divertir con sus amigos, que esa cara dura que tenía, no era nada más que un invento para parecer un hombre de negocios serio y sin sentimientos.

Pero, cuando Jimin lo llevo a conocer a sus "suegros", la inquietud que sentía debajo de la espesa mirada del señor Park, casi había hecho que el vaso que le ofreció la madre de Jimin se le resbalara de los dedos.

Nunca había querido mostrar una buena imagen como ese día. Realmente le importaban las opiniones que tenían los padres de su novio sobre el.

Y de repente recordó, que ni siquiera sus padres estaban enterados de que estaba a punto de contraer matrimonio.

Jungkook ya había salido de la ducha, casi volando, después de que SeokJin le advirtiera que faltaba poquísimo tiempo, y que Jimin podría llegar en cualquier momento.
En verdad, agradecía a él y a Namjoon.

Trató de secar su cuerpo lo mejor posible en un tiempo récord. Se vistió, comenzando con unos pantalones, cortesía de Nam; ya que el solo sobrevivía a base de ropa deportiva y blusas blancas.
Y cuando llegó a la camisa de manga larga, se desesperó al no poder abotonar los malditos botones, eran demasiado pequeños, y su inquietud no ayudaba en nada. Sus temblorosos dedos no le permitían meterlos por las pequeñas aberturas para poder abrocharlos.

Así que , solo la dejó como pudo, se colocó unos zapatos negros y bajo corriendo hacia SeokJin para que abotonara la camisa por el.

—relájate un poco querido, estás demasiado tenso— le dijo. Daba pequeños brincoteos en su lugar, y eso complicaba el trabajo de SeokJin —¡por Dios! Quédate quieto, todo va a salir bien— le regañó poniendo presión en sus hombros para poder detener sus saltos.

En ese momento, si estaba muriendo de nervios.

— realmente...no creí verte así Jungkook. En este momento, me siento, como una madre que observa a su hijo dejar la casa e irse a estudiar a otro país—  observó con una pequeña sonrisa a Namjoon después de escuchar sus palabras y se encogió de hombros — amigo...este es un paso muy grande— y si, él nunca se lo había imaginado.
Siempre había creído que el resto de su vida sería feliz, con un cachorro y una consola de videojuegos.
Pero ahora no podía imaginarse esa vida sin Jimin. Incluso no la imaginaba sin Chim Chim.
Estaba aprendido a querer a ese molesto gato..corrección, a esa gata.
Y tendría que hacerlo, pues, habrían más crías que también debía querer si quería mantener a su...futuro esposo, feliz.
Una buena relación con su gato sería...¿un buen comienzo?

—¿ya tienes el anillo...verdad?— le dijo SeokJin, terminando con la camisa y dando unas pequeñas palmadas en su pecho.

— claro, aquí está... — palpó en los bolsillos del pantalón de vestir con una gran sonrisa — aquí debería... — volvió a repetir entrando rápidamente en pánico.

Espectacular, como si todos esos días no hubieran sido fatales. Ahora, no recordaba en donde había puesto el anillo.

— ¡perdiste el anillo! — SeokJin suspiró fuerte, y salió de la cocina comenzando por revisar por debajo de los cojines del sillón para tratar de encontrarlo.  Kook estaba acabando con su paciencia.

El castaño ni siquiera supo cuándo quedó solo, parado en medio de la cocina mientras los otros dos habían salido corriendo en busca del anillo.

¿¡Enserio!?

La vida lo estaba pateando y se estaba burlando muy fuerte.
Y pareció que se carcajeó en su cara, cuando, sintió su teléfono vibrar en su bolsillo, y vió el contacto de Jimin en el.

— amor...ya estoy llegando, en diez minutos estoy ahí. ¡Estoy emocionado!, por fin te veré... ¿tu lo estás igual?— 

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¡Esta obra por fin está terminando!

Enserio me hacen muy felices las vistas que está teniendo, al igual que los votos. 😭

Espero que también la apoyen y que les guste.
🐰🐥