Just a few days in Busan | Kookmin | EN EDICIÓN

6 : un paso más

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Jungkook se aseguraba de cerrar correctamente las ventanas y las puertas, no quería que Chim Chim se fuese a escapar de alguna manera.
Aunque ayer lo hubiera recuperado, "a la mala", nunca supo cómo es que el gato gordo, había caído en las garras de el odioso de Taehyung. Por eso bufaba cada minuto y seguramente, su mejilla tendría un agujero por tanto que su lengua la golpeaba.

Y no sabía si tomar como un cumplido, cada ves se Jimin le decía que, sus celos eran "lindos", los celos eran celos y eran feos. A pesar que no lo demostrase tanto -o eso es lo que él creía- , se sentía arder por dentro cada ves que veía a su novio interactuar lo suficientemente cerca de algún otro chico o chica.

Recordar el día anterior lo hacía torcer los ojos y gruñir en voz baja.

Estaba extrañado, pues desde que había dejado al gato gris en su camita, no había salido de ella. Tal ves ese maniático le había dado comida hasta reventar, Chim Chim se veía más gordo y eso lo venía notando desde hace unos días. Además, estaba más flojo de lo normal, El gato estaba durmiendo demasiado.

No habían sido sus mejores días los de esa semana. De hecho, habían sido desastrosos.

Pero, el gran día se acercaba, su Minnie llegaría mañana, ansiaba el regreso de su novio. Por más que lo había negado, antes de que Jimin partiera de Seúl hacía Busan, Jungkook estaba seguro de que no habría problema, que serían tranquilos y podría haber cosas que su novio no le dejaba hacer.

Como comer en la mesita de la sala, aunque,bueno, en verdad no había sido una buena idea. Se había sentido celoso de que él gato gozara del delicioso estofado que Jimin había preparado, y el solo pudiera ver como el felino comía sus últimos trozos de carne.

Fue un momento con el felino y se agachó en cuclillas para acariciar la suave cabecita de este, le pareció algo sorprendente que Chim Chim moviera su cabeza para restregarse en su mano. Incluso estaba ronroneando, así que solo aprovechó el momento, seguramente se comportaba así porque había extrañado casa.

Ya que había terminado de cerrar por completo y asegurar de que nada estuviera abierto, caminó hacia su habitación y pensó en lo que había tenido planeado desde un par de meses.
Suspiró sacando todo el aire que tenía en sus pulmones y se acosto arrojándose hacia atrás en la suave cama.

Observó el techo por unos segundos y se levantó de la cama con toda la felicidad del mundo.

Estaba tan seguro de lo que haría.

...

La llamada que había tenido hace unos minutos con Jimin, le había confirmado que llegaría a las nueve de la noche el día de mañana.

Ese sábado estaba de nervios, pero seguramente mañana estaría muriéndose a cualquier momento.

Le aterraba pensar que no funcionaría, volvía a morder sus uñas.
Su seguridad se desvanecía poco a poco, dudando hasta de él mismo.

Quien lo diría, Jungkook, Jimin...¿casados?

No tenía dudas de que el rubio lo amase, los dos se lo demostraban a cada segundo en el que estaban juntos. Y todos podían observar, el brillo en los ojos de ambos al mirarse con tanta ternura. Quería que los problemas de Jimin se hiciesen suyos, pues odiaba cuando su novio se iba de casa por unos días a su antiguo apartamento a sufrir, solo; no, quería estar con él en los buenos y malos momentos. Y que él también estuviese con el.

Si hacía falta mudarse a un espacio más grande, trabajaría lo doble.

Ansiaba con ganas el día de mañana. Y agradecía a SeokJin por ayudarle a preparar la deliciosa cena que comería la pareja. Todo saldría bien...todo saldría bien.

Sería feliz por el resto de su vida...junto con Jimin.

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