Just a few days in Busan | Kookmin | EN EDICIÓN

7 : todo va perfecto... pt. 1

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Durante toda la semana se había preguntado si en verdad era una buena idea, sabía que era muy joven, y que Jimin no estaba tan alejado de su edad. Planeaba hacer que las cosas salieran adelante como siempre había sido. Pero no sabía si habría un cambio en la relación si Jimin decidiera decir que si.

No es que se sintiera inseguro, estaba decidido al cien por ciento de que le pediría matrimonio al amor de su vida. Es solo que, estaba pensando demasiado, y nunca le favorecía hacerlo. Ahora mismo dudaba de la respuesta de su amado.

¿No estaba siendo demasiado arriesgado? Jungkook y el lindo rubio, dentro de poco cumplirían dos años de relación, pero ahora que faltaba poco para que su novio llegase, -"poco" a pesar de que tendría que esperar todo el día y verlo en la noche- su cabeza estaba dando demasiados rodeos. Ahora era el momento en donde cuestionaba todo, le encontraba un "pero" a todo. Una cosa positiva y una cosa negativa. Aunque, realmente ¿habría cosas negativas al casarse con su novio?

Esta ves no se había levantado de la cama. Era más de medio día, y aunque no hubiera visto el reloj, los autos de afuera daban a entender que todos habían comenzado su rutina. Todas las personas comenzaban a salir para visitar algún lugar, pues era domingo.

Cubría sus ojos con el torso de su mano, mientras acariciaba a Chim Chim, que se había mudado hacia su habitación en la noche. Jungkook no había tenido otra opción que abrir la puerta y dejar entrar al gato, no quería escuchar sus maullidos toda la noche. Además, Namjoon le había llamado y reclamado para que callara al gato.

Escuchaba los tranquilos ronroneos del felino. Que apaciguaban su interior de alguna manera. Hacía mucho calor en la habitación, y no solo se había destapado en la madrugada tirando las sábanas al piso. Su playera y shorts habían quedado aventados en algún sitio del cuarto.

Ni siquiera había podido dormir bien del todo, se removía en el colchón sin poder encontrar una posición cómoda que por fin le dejara descansar.

Se la había pasado pensando en el día perfecto.
Sabía que SeokJin -el novio de Namjoon- tenía grandes dotes para la cocina, a su lindo Jimin le encantaba probar los sabrosos platillos de el.
Así que, en ves de invitarlo a algún restaurante, por la noche, cenarían en casa. Además, podría ser más romántico, de alguna manera.

Planeaba muchas cosas, quería que en verdad todo estuviera perfecto. Todo tendría que ser como lo tuviera en mente. Y tal ves, Chim Chim podría usar un moño en su cabeza, probablemente eso haría que su novio se derritiera de ternura. Trataría de hacerlo lo más apegado a sus gustos.

Así que ese día, pasó toda la tarde comprando cosas que hicieran a la pequeña casa, más hogareña, algo de velas de vainilla y nuevos utensilios que compró para que la mesa se viera elegante. Casi nunca era romántico como su novio merecía que fuese, así que, sería un poco empalagoso ese día.

...

Dentro del centro comercial en donde compraba todos los preparativos, Jungkook escogía con sumo cuidado las cosas. Pensaba en los colores favoritos de su novio, en los aromas que le gustaban. Y también, ¿por qué no?, compró varios moños para Chim Chim, en casa vería que color le quedase mejor.

Llegó a casa metiendo todas las bolsas con una sonrisa que mostraba sus lindos dientes "de conejo" según su novio. Las dejo encima de la pequeña mesa que tenían en la cocina/comedor.

Sacó las cosas una por una y decidió darle algunos de los premios que había encontrado en una pequeña tienda de mascotas de camino a casa a Chim Chim. Caminó hacia la camita del felino, y se extrañó al no encontrarlo flojeando como había estado haciendo.

—¿Chim Chim?...¡gatito!, ¡gatito!— le llamó en voz alta Jungkook, silbando, aunque, en realidad no era un perro.

Caminó hacia su habitación, de donde había escuchado un maullido de la mascota. Llevó consigo los pequeños bocadillos, distraído en los escalones mientras trataba de abrir el paquete sin usar tijeras, no como la bolsa indicaba que se hiciera. Tomando como ultima medida, sus dientes.

Jeon se paró en frente de su habitación, dejando su vista en la bolsa aún. Y cuando escuchó otro maullido de Chim Chim, la fijó en la cama.

Y oh Dios...

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Hoy mismo subiré la segunda parte, y enserio perdón por no actualizar.
Lo haré más seguido ya que los proyectos de la escuela se han acabado.
También publicaré otra historia pronto. Y esperen más fics!