¿A Ella Mi Lealtad? ¡Claro Que No! [2Da TEMPORADA]

No lo permitiré

No lo puedo permitir, no ahora que estoy tan cerca de conseguir mi objetivo.  Deberé de tomar las medidas pertinentes para que todo vaya según el plan,  debe de ser así, las estrellas y el universo lo quieren así y me encargaré de que nada malo suceda. 

Camino en círculos por esta antigua habitación, observo aquellos pilares ya gastados y muchos recuerdos vienen a mi mente, ajenos y propios pero todos tienen una mancha que estorba.  Solo me quedan Mü de Aries, Aldebarán de Tauro,  Aioria de Leo, Shaka de Virgo, Dohko de Libra y a Milo de Escorpio... Serán suficientes y me aseguraré que él esta vez no alcance a despertar, no me importa si...

———— No importa si tengo que asesinarte Shun,  tú no arruinarás mis planes.  —susurro al aire,  dejo de hacer círculos con mis pies y me dirijo a mis aposentos en mi templo,  llegando a la habitación me encierro con llave, con Niké en mano me acerco al espejo de cuerpo completo que tengo. — Por favor, ¿Cómo no estar a mis pies?  Soy perfecta...  —toco el rostro de mi reflejo, este se distorsiona mostrando a mi antigua Yo— Pronto lo conseguiremos

———— Seiya está comenzando a recordar,  debes acabar con Shun antes de que despierte ese malnacido de Hades— Ella está enojada, tiene razón. Estoy tardandome mucho,  el alma de Tenma y los antiguos Pegasos se están revelando ante mi cosmo divino, haciendo que mi técnica que le elimina esos recuerdos se vea anulada cada vez más, hasta el punto de reconstruir esos recuerdos perdidos.

———— No, Sasha, no dejaré que eso pase pero... ¿Acaso no sería espléndido el acabar con su cuerpo original además del contenedor?  —sonrío ante esa idea. Debo buscar la forma de llegar al Inframundo, encontrar su cuerpo y hacerlo pedazos.  Solo así Seiya será totalmente mío.  Por lo mientras... 

————No deben venir,  nadie.  Debo impedir que Seiya se entrometa,  es testarudo y si sobrepasa los límites, recordará todo.  —susurro angustiada mientras salgo de mis aposentos para dirigirme a la cámara del Patriarca, donde al estar ya frente al trono del Sumo Pontífice enciendo mis cosmos hasta los cielos, logrando contactar con todos y cada uno de mis fieles caballeros. No dejaré que Hades gane esta vez, su maldita advertencia no me detendrá.

————Escuchen muy bien, mis amados y fieles Caballeros de Athena.  Temo que una nueva tormenta se avecina a nuestro hogar amenazando con acabar a nuestro mundo y toda nuestra existencia.  —suspiro y cierro los ojos,  debo de usar un tono angustiado y valiente a la vez para que me crean—Esta vez, nuestro enemigo se trata del mismísimo dios del Inframundo, Hades.  Solicito que me presten de sus grandiosos servicios, de su enorme fuerza y maravillosa valentía.  Perdonenme por no dejar siquiera tomar un respiro, pero después de esto solo un futuro mejor nos espera. 

>>> Por ahora,  también he de decretar una nueva ley: Los caballeros de Bronce Ikki de Fénix, Hyoga de Cisne,  Shiryu de Dragón, Shun de Andrómeda y Seiya de Pegaso,  tienen severamente prohibido pisar este Santuario.  Es por su seguridad, bien lo saben que han quedado gravemente heridos por culpa de la antigua batalla con Poseidón, es por ello que no deseo que intervengan,  no debemos seguir dependiendo de ellos y creo que ya es hora de devolverles todos los favores que nos han dado.>>>

Suspiro nerviosa, ojalá me hayan creído. Siento todos sus cosmos,  los de bronce, plata y por supuesto, los de oro. Una enorme sonrisa adorna mi rostro al escuchar en un perfecto coro la siguiente afirmación.

———— ¡¡Si diosa Athena!!