Gran Encuentro

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♎Narradora♎










La habitación del trono de Hades, antes habitada solo por él y su portador, se vio interrumpida la calma existente por la invasión de cierta diosa de cabellos lilas, ella tenía una sola intención: Acabar de una vez por todas con su némesis, el dios y amo del Inframundo, Hades. 





En un principio,  el caballero que venía a su lado,  Shaka de Virgo, sería el primero en enfrentarse ante el dios de esas tierras.  No dudaba en hacer todo lo que esté al alcance de sus manos para derrotar al enemigo de su diosa y  al líder de aquellos que osaron tocar a quien fuera su único y verdadero amor,  aquél que le demostró que los sentimientos no son un estorbo, aquél que jamás le mentiría ni traicionaría. 




Una batalla verbal se llevó a cabo,  en resultado un tridente fue lanzado en direcciones contrarias para dar fin a una discusión. Sin embargo...





———¡Seiya! 



Una rápida y ágil mano detuvo el tridente que había sido lanzado hacia el alma de aquél dios.  El dueño de dicha mano,  un castaño de ojos chocolates brillantes de sensaciones que alguna vez creyó que jamás expresaría.
  Su tez antes era trigueña, ahora había adquirido un poco de palidez, portaba una armadura divina de enormes alas negras, una corona  con un par de alas en oro negro, un símbolo de un pegaso oscuro a ojos rubí y un gran cosmos gris-rojizo. 


Era leve el marco de cosmos que le rodeaba, pero el poder que demostraba no se comparaba con nada.  Hizo trizas el tridente cuando dirigió su mirada a la diosa de cabellos lilas, notó la mirada de estupefacción que le regalaban sus dos invitados;  retomó una postura recta y despreocupada, la sonrisa burlona tatuada en su rostro mostraba gran superioridad.




——— Es de pésima educación atacar al anfitrión, querida.  —suspiró mientras negaba con gran desaprobación. El alma de aquél dios aún seguía detrás suyo, miró con cansancio el cuerpo de quien le apoyó más después a la espesa masa de humo oscura —Es hora de que vayas a descansar un poco amor.  Me ocuparé de esto.  —el tono y emoción que usó fue distinto al que ocupó cuando se dirigió a su invitada.  La de ojos jade pudo notar que aquella alma se comunicaba con el caballero Seiya por algún medio del cual no podía incluirse.— No te preocupes cariño,  tengo todo bajo control. 




La gran nube desapareció de su vista en un par de segundos  así como el cosmos divino.  Shaka, quien estaba hasta atrás mirando como al que un día aseguró dar si vida por la diosa Athena,  ahora estaba sentado en el trono de Hades y encima le llamó al mismo <<Cariño>> y <<Amor>>. Dio unos cuantos pasos para avanzar hacia el caballero traidor  y encararle.


———Hey, ¿Quién te dio el permiso de avanzar?  —espetó molesto,  sin embargo algo recordó y sonrío más.



——— Haré cualquier cosa para defender a Athena,  de todos y más de ti.  Traidor.  —comentó con decepción y neutralidad.  Seiya, solo alzó su mano como llamando a alguien. ¿Y la diosa?  Dirán, bueno,  ella no podía hablar,  estaba inmóvil tratando de buscar alguna solución. La tenía pero el shock que le provocó Pegaso, no le dejaban pensar.





——— ¿Traidor?  Vaya, lo diré sin titubeos.  Esa diosa no es más que una zorra sin escrúpulos, sin dignidad y mucho menos decencia. Se atrevió a engañarlos a todos,  —debatió directo,  frío y burlón.  Justo cuando el rubio iba a debatir sus palabras, se vio interrumpido por Seiya— Espectros,  vengan que necesito sus servicios.






El rubio abrió más sus ojos,  si es que se podía, al ver como en fila llegaban 16 Espectros en Armaduras Sapuris.  Helado, sin habla ni reacción alguna miraba a cada uno, se quitaban sus cascos y se arrodillaban ante Seiya,  sus cosmos oscuros relucian espléndidamente, era un gran espectáculo.

La diosa llevó su mano a su boca,  estaban ahí todos y cada uno de sus caballeros más poderosos a lado de aquél de ojos castaños. Y, para empeorar,  estaba también a quien se decía,le era fiel hasta después de su muerte.



Decir que estaba contento era poco,  no cabía la alegría y el gozo en su ser al ver los rostros de ambos cuando vieron a su nueva armada. 






——— Ikki,  lleva a Shun a descansar.  Mucho a hecho con enfrentarse a esta zorra. — habló en voz tranquila dirigiendo su atención en el Espectro de Armadura Sapuri de Fénix, el azabache azul  asintió y rápidamente tomó en brazos a su hermano desmayado.  Luego de que ambos se retiraran,  señaló al primer espectro de su izquierda a derecha— Se los presentaré, los que se acaban de marchar son Shun,  Espectro de Andrómeda e Ikki,  Espectro de Fénix.


<<Le siguen Shiryu, Espectro de Dragón. Hyoga,  Espectro de Cisne.  Mü, Espectro de Aries. Aldebaran, Espectro de Tauro. Saga y Kanon,  Espectros de Géminis.  –por cada mención a sus nombres,  cada ex-caballero comenzó a ponerse de pie atrás de su señor.— DeathMask, Espectro de Cáncer. Aioria, Espectro de Leo. Dohko,  Espectro de Libra.  Milo,  Espectro de Escorpio.  —cuando llegó al décimo, sonrió más que antes— Aioros, Espectro de Sagitario... Shura, Espectro de Capricornio.  Camus, Espectro de Acuario.  Afrodita,  Espectro de Piscis y Shion, Espectro de Aries y... Mi Patriarca de Mi Santuario.  >>



El castaño centra ahora su atención en el rubio que no despegaba su mirada del Aries violeta, éste a su vez también le miraba.

———Shaka de Virgo –toma voz el Aries— Ven,  abre tus ojos a la verdad.  Sabes bien que jamás te he mentido ni te mentiría, ven a mi lado, al bando correcto.









——— ¿Qué decides Shaka?  Te has de quedar a lado de la traidora y degenerada de Saori Kido o... Vendrás a los brazos de tu amado Mü.  —ve que iba a hablar el rubio pero no emite sonido alguno— Por cierto,  ¿A que no tenías idea que Athena le hizo la misma sucia jugada que sufrió Dohko, a Mü? 






——— ¿Qué-é?...  —no entendía, era absurdo entrar en tanto pánico siendo alguien tan iluminado pero tratándose de Mü, se descolocaba.  ¿A qué se referirá el Pegaso con esas palabras?  ¿Qué le hizo Athena a Dohko? 

El castaño hizo una seña con sus manos y el Librano dio varios pasos adelante para dar la respuesta a las interrogantes de Shaka. 




——— Ella,  provocó que mi primer hijo jamás conociera la luz del día... Ella es la causante.  —no daría explicaciones, solo deseaba ver la muerta de esa asesina. Shaka solo miraba más que pálido a Mü ,quien derramó una lágrima, y a Athena,  la cual estaba en el suelo y negando varias veces en silencio.









——— ¿Aceptas? Shaka de Virgo






















































¿A Ella Mi Lealtad? ¡Claro Que No! [2Da TEMPORADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora