Tiempo Perdido ~Antepenúltimo Capítulo~

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Fue una gran odisea el poder calmar a Hades.  Miento,  solo le prometí complacerlo de la mejor manera y listo, aunque si tuve que hablar con Luka para que fuera más discreta y que esperara unos años para tener su primera cita.  


Ella prometió esperar a ser un poco más grande,  no había prisas y en cuanto al pequeño Dante, fue a competir contra Hypnos y Thanatos en varias partidas de ajedrez. Es medio día, Nix llegó y se llevó a Luka para pasar el rato y agradezco el pequeño tiempo libre, además le pedí que les diera una edad adecuada a mis hijos por si algo sucede. Oh vaya, necesito una ducha caliente para quitarme el estrés que me produce la sola presencia de esa Zorra Kido. 




Me preguntarán, ¿Seiya en dónde dejaste a Hades?  Pues mi gruñón futuro esposo está ordenando un poco todo su imperio el cual puede expander más rápido con el eclipse, así que puedo hacer lo que deseo.  Aunque pensándolo bien, provecharé que los niños están distraídos y lejos con gente de nuestra confianza, para recuperar el tiempo perdido con mi prometido, y sí, nos casaremos otra vez.  


Así que preparo algunas cosillas que usaré para jugar.  Espero no haber perdido el toque,  extraño sus grandes y fuertes manos sobre mi piel, profanándola de mil maneras exquisitas.  Pronto estaremos unidos,  lo mejor y a la vez peor es que soy virgen,  así tendré de nuevo mi primera vez con Hades;  y lo malo es que dolerá como hace más de doscientos años pero valdrá la pena totalmente. 


Me tomo el tiempo entrar al cuarto de baño, llenar el jacuzzi con agua exquisita en temperatura, agregar las esencias que me agraden y elegir que juguetes usaremos. Río un poco ante unos juegos que se me vienen a la mente, pero conociendo a Hades de seguro se preocupará más por tomar otra cosa que un utensilio de juegos. 


Suspiro divertido, cuando termino de hacer todo lo que planeaba es que salgo del cuarto de baño y busco a quien me va a ayudar a desestresarme. Lo encuentro en su trono por lo que voy y me siento en su regazo, moviéndome a propósito encima suyo para tocar algo con mi trasero.  Él se muerde el labio y despide a los espectros que se encontraban en la sala del trono. 


--- Decide, ¿En el trono o en el jacuzzi? - Interrumpo cualquier intención de reclamo. 


--- ¿Por qué no en ambos sitios? - Me susurra al oído, eso me gusta así que no pierdo tiempo en sentarme a piernas abiertas encima suyo, restregarme lentamente en su hombría y atacar sus labios con verdadera necesidad. Entiendanme, he estado reservándome para mi amante durante mas de doscientos años y es obvio que estamos urgidos, lo que menos necesitamos es cursilería y dulzura, al menos no para empezar. - No sabes cuanto extrañé poder tocarte... Besar hasta la piel más escondida que existe en tu cuerpo, hacertelo como animales salvajes en pleno celo.


Me dice hablando entre besos, río comprendiendo sus sentimientos y ansías. 


--- Mejor callate y haz hasta lo que menos habías soñado  con mi cuerpo. -Demando dando una sensual mordida a su labio inferior.


 Cuando reacciono, ya estoy en sus piernas sino incado ante él y con la mirada señala su entrepierna, gateo un poco hasta apartar su túnica negra y deslizar mis manos entre sus ropas. Busco con mucha diversión aquella extensión de su cuerpo que requiere de algo de mimos, los cuales me encargaré de darle. Comienzo con algo sencillo, acaricio todo su largo y ancho hasta donde se me hes permitido, subiendo y bajando mi mano en un patrón que incluye unos fuertes apretones. 

¿A Ella Mi Lealtad? ¡Claro Que No! [2Da TEMPORADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora