Capítulo 20

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Joel se limitó a seguir a su madre quien caminaba imponente haciendo que sus tacones resonasen a cada paso, dando órdenes a los subalternos que se cruzaban en el camino y la saludaban entusiastas y respetuosos, le había dicho que necesitaba información para un trabajo del colegio, con una nota que contaba en el promedio final y si gustaba su informe, podría ayudarle a ingresar a una buena Universidad. ¿Desde cuándo se había vuelto un mentiroso compulsivo? No quiso meditar demasiado al respecto, no había espacio para pensar en éticas moralistas ahora, no cuando el chico al que quería estaba en peligro, él tenía que asegurarse de su seguridad, de que estuviera a salvo sin importar qué.

No había vuelta atrás con sus sentimientos, amaba todo de Christhopher y a veces quedaba aterrado cuando caía en cuenta que incluso sin saber mucho de su pasado, su presente o aún cuando no formase parte en su futuro se lanzaría al fuego de cabeza por él y solo le había bastado una mirada.

Ni bien llegaron a su despacho, Patricia fue abordada por otro agente quien anunció que tenían que ir  a recolectar datos y seguir nuevas pistas en la zona norte, en cierta forma, todos en la estación parecían desesperados, el ambiente se sentía turbo y alarmante, el caso se encontraba en un punto muerto, uno de los testigos que declararía esa mañana ante el juzgado, había cambiado de opinión, manteniendo silencio y rehusándose a colaborar inesperadamente, como si hubiese sido coaccionado por alguien.

-Stephanía necesito que acompañes a Joel, está haciendo una investigación y proporciónale todo cuanto necesite por favor Llamó a su asistente y le dió indicaciones, agarró unos papeles que había en la mesa, tomó su celular y una cartuchera llena de pequeños dispositivos electrónicos Tengo que ir a hacer un trabajo de campo, los criminales nunca descansan y tu madre tampoco bebé estrujó suavemente sus cachetes antes de besarlos cualquier cosa que necesites no dudes en pedírselo, pórtate bien, te veo en casa amor.

-Está bien mamá, ten cuidado. Pidió estrechándola en un abrazo fugaz antes de verla desapacer escoltada por otros detectives a través de los corredores de la jefatura.

Patricia era una mujer realmente admirable, férrea y enérgica en sus ideales, valiente, inteligente, altiva, altanera, impulsiva y también soberbia en algunos casos pero él la amaba a morir. Cada vez que la veía en esos trotes quedaba demasiado ansioso porque regresase pronto, temiendo que algo malo le pasara,  entendía su carácter sobreprotector y escrupuloso; lidiar con toda clase de personas perdidas, confundidas, criminales a diario le había enseñado a desconfiar y a atacar si sentía en peligro a uno de los suyos, Joel siempre había cuidado de no significarle un problema más, solía ser un chico modelo. Pensó con tristeza recordando los últimos disgustos que le había dado y lo que iba seguir dándole seguramente.

Una mano sobre su hombre lo rescata de las garras de sus propios pensamientos.

-¿Está todo bien? Pregunta la chica mostrándole un gesto reconfortante, a la cual él devuelve amablemente, antes de asentir.

-La jefe siempre habla tanto de ti, que moría por conocerte, dice que eres su hijo favorito,... en persona no te hace justicia, eres verdaderamente encantador  y guapo se acerca a él en plan conspirador no se lo digas o me despedirá.

Sonrió en respuesta

Aquí tienes la contraseña de la computadora, allí están todos los archivos, información confidencial, ¿me entiendes?, tienes que tener mucho cuidado con eso por alguna razón Joel siente que la asistente intenta decirle algo, ya que su rostro muestra ansiedad contenida súbitamente, sin embargo pestañea repetidas veces, le deja un pedazo de hoja con letras apuntadas, camina hacia la puerta voy a darte un consejo que posiblemente no entiendas pero si lo escuchas te será de mucha ayuda, nunca dejes que el corazón domine a la razón o que el miedo te paralice, tú no estás solo, cuéntale todo, ella lo resolverá y estaremos a salvo dice con las manos a centímetros del picaporte de la puerta y no le da tiempo de preguntar ya que sale corriendo, dejándolo confuso.

Descubriéndonos (Virgato)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora